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Muy poco se sabe aún de la arqueolo- 
sía de Bolivia y el Sudoeste del Perú. Pero 
de colonias incaicas, además de las de Copa- 
cabana y las islas, hay pocos restos arqui- 
tectónicos. Con tal motivo, podemos cóon- 
siderar a los grupos de Copacabana, en 
Titicaca y Coati posiblemente, como últi- 
mas avanzadas de la ocupación incaica per- 
manente, en dirección Sudeste. La domi- 
nación incaica, intimidando tribus a pagar 
tributos y prestar ayuda militar ocasional, 
puede haber ido más adelante; y por medio 
de invasiones, de trueque o intercambio, 
los artículos de- fabricación incaica han 
penetrado más allá del territorio dominado. 
Debe recordarse que tribus quichuas inde- 
pendientes, ocupaban el Sur de Bolivia. (* 
También es digno de notarse que entre 
Copacabana y Cacha, cerca de Sicuani, don- 
de aparecen construcciones incaicas, hubie- 
sen señales relativamente escasas de ocupa- 
ción permanente por parte de la tribu con- 
quistadora cuzqueña. Se asevera que las 
islas de Apingúila y Pampiti, en el lado 
peruano del lago, cerca de Huancané, con- 
tienen ruinas incalcas, pero estos restos 
son, según los cronistas españoles en bus- 
ca de tradiciones locales, también pertene-