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cha de almas inumerables.  Tuuimos 
(como hemos dicho). Conuentos en esta 
Provincia en Uhucuyto, en Juli, en Copa- 
cauana. y en los demas de sus pueblos Vi- 
carias, hasta el año de 1,569, en que des- 
pojad«s nuestros Frayles de toda la Provin- 
cia, sucedió todo aquel quento que ya 
dexamos escrito del Virrey Don Francis- 
co de Toledo, y el modo, y los motivos, 
que tuuimos para boluer al pueblo de Po- 
mata” (p. 399). En el año 1565, el con- 
vento de San Pedro Martir de Juli conte- 
nía doce frailes domínicos, y en el conci- 
lio celebrado en el mismo año, la orden 
recibió los monasterios de Acora, llave, 
Zepita, Yunguyu, y Copacabana (p. 411). 
Respecto a las causas que ocasionaron la 
separación de los domínicos de Chucuito, 
me refiero al mismo tomo (pp. 444 y 446). 
Que la remoción de los domínicos fué 
un acto de injusticia es admitido por la 
orden de Agustinos, la cual sacó provecho 
de ello posteriormente, al recibir la misión 
de Copacabana. (Véase Fray Antonio de 
la Calancha: Corónica Moralizada del Or: