Full text: T. 80.1933=Nr. 292-295 (1933008000)

EL CULTO DE LA SENSACION 141 
su fracaso. Abrió el Gran Libro del Recuerdo, de los Actos Pa- 
sados, de las Actitudes Ancestrales... 
¿El resultado?; se perdió la ilusión de una cultura europea 
sabia y bondadosa. La guerra demostró la incapacidad del cono- 
cimiento para salvar lo que fuese, La ciencia, herida mortalmente 
en sus ambiciones éticas, vióse deshonrada por la crueldad de sus 
aplicaciones. Rengo y ridículo apareció el Idealismo, responsable 
de sus ensueños tan cruelmente buriados por un Realismo que 
también salió odiado y encorvado bajo el peso de sus crímenes, 
Todos sintieron un vértigo horrible apoderarse de sus razones 
nuevas; hasta los escépticos perdieron los estribos en medio de 
la sucesión rápida de acontecimientos extremadamente violentos, 
emocionantes, que jugaban al escondite con nuestro pensamiento. 
Extraño, muy extraño espectáculo presenció la generación 
de mil novecientos diez y ocho. Salía de una tremenda escuela que 
le había enseñado la verdadera naturaleza del estado: máquina 
fácil de cambiar sin modificar por eso el resultado del problema ; 
de la patria: entidad artificial sin raíces profundas en los seres 
y por la cual unos derraman su sangre en los campos de sufri- 
miento, mientras otros llenan sus bolsillos y recogen los honores. 
¡Cómo creer en un Dios que permitía tanto dolor inútil, que se 
veía so:icitado por cada beligerante en vista de la violación de su 
más sagrada ley: “Amaos los unos a los otros”? ¿Qué creencia 
podía tener si veía que todo se confundía : cristianos contra cris- 
tanos, musulmanes contra musulmanes; cuando dábase cuenta 
que tanto la codicia como el renunciamiento son burlados y piso- 
teados ? 
¡Cuán desorientados estuvieron los hombres al empezar de 
huevo su vida civil! Fenómenos sociales de una amplitud inaudi- 
ta se llevaban a término en su rededor ; una revolución implacable 
les demostraba una vez más la fragilidad de la estructura poli- 
tica de las haciones; un cambio radical en la vida económica de- 
bido a la máquina y a la mano de obra femenina les hacían im- 
posible adaptarse... 
He aquí quizá lo que más desconcertó al hombre: la esposa, 
la compañera, se había convertido en enemiga. Desplazó al hom- 
bre de su trabajo, se hizo independiente. Tras los millones de
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.