CRÓNICA
LETRAS FRANCESAS
Vers. la ville Kilométre 3, por Luc Durtain. París, 1933.
I —. Los lectores de Nosotros han tenido una anticipación de este libro,
* por los dos capítulos finales del mismo aparecidos en el nú-
mero 280,
El francés culto de nuestra época ya no sigue siendo como el de la
feliz definición: “un monsieur décoré dwignore la géographie”. Puesta
Francia en contacto con el sinnúmero de pueblos que acudieron a su de-
fensa, primero, y obligada, más tarde, por la competencia comercial y
las necesidades de expansión espiritual, a mantener y extender ese con-
tacto, sus hombres sacudieron —casi a la fuerza, es cierto, pero sacu-
dieron—, la habitual indiferencia con -que miraban todo lo que no era
“chez-nous”, para consagrar mayor atención a la geografía humana, al
conocimiento de los pueblos y las razas en otros aspectos que el pinto-
resco, único al parecer digno de llamar la atención del despreocupado
“monsieur décoré” salido por el mundo a tomar aire, para curarse, casi
siempre, de una aventura de amor —recordemos las novelas de Ig00—,
o para mostrarse a “ces sauvages” como refinado producto de la “ville
lumiere”,
La bibliografía francesa se está enriqueciendo hoy de volúmenes de-
dicados a descubrir a Francia la cultura, el trabajo, la vida, de los tantos
pueblos que antes caían en el original “la-bás”. Luc Dartamn, hombre
andariego y lleno de curiosidad, es uno de los franceses que más asi-
duamente y con mayor método, ha contribuido a ello. Voyage et civi-
lisations, denominación genérica de la serie dedicada por él al relato de
sus viajes, constituye la estimable muestra de su afán por comprender
los pueblos visitados y sus problemas,
. Rusia, Países del Báltico, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Argen-
tina... Su curiosidad lo llevó a tan dispares latitudes.
No es Durtain el viajero eternamente en busca del color local, ni
tampoco el ordenado reportero que compila cifras, levanta estadísticas
y consulta aranceles aduaneros. Un término medio. Por otra parte, hom-
bre de letras, Durtain lo deja traslucir no poco en sus libros de viaje:
el métier priva sobre la espontaneidad y la frescura; hombre de ciencia,
a la vez, descúbrese en su tendencia al número; en cambio, hombre al
día y del día, escudriña las ideas y pulsa los ambientes, tratando de fijar
la razón de los hechos y el sentido de las civilizaciones.
[Vers la ville Kilometre 3 es uno de los productos más genuinos
de la pluma de Durtain: un sincero deseo de comprender y una gran
disposición respetuosa en la consideración de los hombres y los hechos
están patentes... En cuanto a la realización, diremos que en ella no siem-
pre se demuestra haber comprendido o, por lo menos, haber interpre-
tado muestra realidad. Benjamín Crémieux dijo de Durtain que le fal-
taba estilo... Eso es lo que, a veces, oscurece las páginas de Vers la
ville Kilometre 3.