REVISTA NACIONAL ILUSTRADA
JUAN M. ALMADA TORCUATO A. MARTINEZ MAURICIO SANTANGELO
Jefe de Redaeción Director Administrador
RAFAEL J. DE Rosa, ARMANDO DISCÉPOLO, ENRIQUE DE MARIA JÓRGE SOLANO
Redactores Secretario Redacción
Año | Buenos Aires, Noviembre 18 de 1911 + Ne.:4
Presentación
Tenemos la satisfacción de presentar á muestros lectores al nuevo rYe-
dactor de esta revista señor Enrique De Maria, bien conocido por cier-
0 en ambas orillas del Qlata. Sus composiciones, alganas muy felices,
parecieron en la revista uruguaya El Fogón que editara en unión de su
Señor padre, el distinguido poeta D. Alcides De María.
El Indio Jesús pseudónimo con el que se hicieron popularísimos sus
Composiciones gauchescas, no endíosa al gaucho ignorante y batallador:
Se limita á pintarlo con rica paleta y perspicaz psicología, no paro ha-
Cerlo renacer de sus ceutzas ni para qur surja ahora su caricaturesca
"Mitación, stno para presentarlo como una cosa bella desde el punto de
"sta ariístico. :
. El Señor De Mária traerá trás sí lo más graneado de la juventud
Ntelectual uruguaya, la que lo acompañara no há mucho en sus tareas
eriodísticas en la vecina orilla. El Indio Jesús volverá á esgrimir la
UMa, esa pluma que llena de ingenio y gracia nos describiera más de
"N cuadro campero sebosante de vida y naturalidad.
t esde el próximo númerr inaugurará esta revista una sección que ti-.
ularemos <Pico á Pico», la que á cargo del señor Ee María hará las-
elicias de nuestros lectores.
A de ó La Dirección
El EL RANCHO ” LA GUITARRA
: Ext Crepúsculo avanza en la llanura En un rincón del rancho. suspendida
a diendo los pliegues de su velo; Contra el muro grietado y polvoriento,
La Muerto el sol, y en el azul del cielo La guitarra del gaucho con su acento
Vespertina estrella ya fulgura. ya no á la danza ni á cantar convida.
Depileia el viento; el ave á la espesura Ya no acompaña tierna despedida,
solo Pinal callada vate el vuelo, : Ni la intensa amargura de un lamento,
Que 0 Se oye el son del arroyuelo Contra el muro grietado y polvoriento
Entre sus bordes rústicos murmura. En un rincón del rancho suspendida.
Nos Vista, con la luz que el día deja, El placer y el dolor, la fe y la duda,
, Ni Leacabre en el valle y en la loma En otro tiempo de inmortal memoria ¡
NA vaca, ni un potro, ni una oveja. Vibró en su caja hoy silenciosa y muda.
Pero Z :
Que quen Cual mística paloma Y ella eñ sus cuerdas pregonó la gloria
“ e en el páramo refleja del argentino indómito que en ruda
10 secular su techo asoma. , Lucha alcanzó el laurel de la victoria.
Eto M. LUACES. M. LUArEs,