A mi querido amigo
EL GAUCHO RELAMPAGO
Habiendo recibido su semanario crio-
llo enviado por Vd. tan gentilmente,
quiero enviarle como prueba de cariñoso
afecto, una colaboración, es decir una
carta, composición audéntica, que con
cariño me ha enviado una amiguita:
Apreciable Alberto: Dando una tre-
gua á mis ocupaciones intelectas, quie-
ro hacer llegar hasta Vd, un recuerdo
imperecedero, si, la simpática silueta
de muestros de
otrora.......-
gauchos pampeanos
Evoco el recuerdo, pués sus figuras
parecen desaparecer poco, á poco; si
Alberto, hoy vemos al “GaucHo FALst-
FICADO* de bombacha y botas, pero no
cuán el digno vate criollo Santos Vega,
esa era la verdadera vestimenta
peano, el lindo
afundados que caian graciosamente so-
bre la bota, la linda camisa bordada, y
que, al cantar una payada descripbien-
do un dolor, lo hacía con tanto ardor,
que llanto era lo que “producía....ONh!
gran Santos Vega, eras el gran paya-
dor, y no el “PeLEapor'” como decía el
escritor Gutiérrez.
Hoy, desaparecen esas queridas -si-
Juetas de los verdaderos criollos qué, so-
lo abundancia de mobles
imperaban en sus sencillas almas. ...
pam-
chiripá, calzoncillos
sentimientos
gi mi buen amigo, hoy si en lontanan-
za se ubica uno de esos seres de amta-
EL GAUCHO RELAMPAGO
en escabroso camino
el, que no halla en su destino
mas que llanto sin sabor
á quien le guardan rencor
como á un insecto maligno!........
Parece que la etapa social á que per-
tenece cada individuo, aúnque sea hu-
milde, trae consigo ciertos preceptos
de: orgullo aún saturado de ignorancia,
que humillan á nuestros gaucho típico,
al que con loca pasión en sus cánticos
deliraba, y él que payando suspiraba,
ahogando sus penas y dolores!.....
Felices aquéllos tiempos en "que veía-
mos al simpático gaucho pampeano con
su gaucha sin pretensión, pués se con-
formaba únicamente, de vestir lujosa-
mente con su traje.de percal, y tan
llena de criolla elegancia, bailaba vivaz
y altanera,
gato, huella y chacarera
Cielitos y pericones....... SONO
Con su alma sencilla y generosa, hu-
mildad y gran dulzura, veíase al caer
la tarde, ,estar su simpática figura “en
la tranquera de su rancho de terrón,
que con el tradicional “cimarrón“ es-
peraba llena de ansias á su gaucho tro-
vador!,. “Esas camperitas vivian feli-
ces y dichosas, sin miramientos ningu-
no, y con sólo la ambición de hacer
todo el bien posible á sus semejantes!..
¿Recuerda esos tiempos mi verdade-
ro amigo “criollo* Alberto?.. Oh! co-
mo: no recordar, si aún nuestro viejito
venerado “Avelino* nos cuenta con
emoción de verdadero criollo, las tradicio-
nes de otrora. No.olvidemos nunca esas
sencillas costumbres, y nobleza de senti-
mientos de nuestro gaucho pampeano!..
Un apretón de manos de su amiga:
La PIRINGA.
Buenos Aires Agosto 5 de 1911.
No dudo mi buen amigo “Gaucho Re-
lámpago* que le agradará esta colabora-
ción: sencilla pero, puramente, Criolla
sincera!
Soy su affmo. amigo:
ño.... es el hombre abandonado
A Hives “ELE otee, compar
A, EH. UGARTECHE.