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Cú, cú, cú, cú, aves que vais volando
I que entendéis lo inmenso de mi amor,
Llevadle envuelto en nuestras alas bellas,
Le mi alma el ¡ay!... al cruel i vil traidor!
Una alondra talvez desvelada
Que ese canto divino escuchó,
Al compás del rumor del ramaje
Con sus trinos el aire llenó.
I la niña al oirla llorosa
Columbrando del ave el dolor,
Otra vez evocando recuerdos
Nuevamente este canto entonó.
Lú, cú, cú, cú, aves que vais volando, etc.
Peteneras
Una ofensa la mas negra
¡ai soledad!
Jamas la podré olvidar
Cuando me exijió mi suegra,
Niña de mi corazón,
Que me debia casar.
La mujer que quiere a dos
¡ai soledad!