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De las tímidas violetas
No es la suerte dolorida,
Tan terrible cual la vida
En que alienta mi pasión. . ,
Ir mostrando faz serena,
Ir finjiendo grata calma.
Cuando se lleva en el alma
La tormenta del dolor.
Sin verte
¡ Cuán grande es la pena
Que sufro sin verte;
Ansio la muerte,
Me pongo a llorar!
Sufriendo,
Penando,
La noche y el día
Se va el alma mía
La tuya a buscar.
Consuela, mi dueño,
Mi horrible dolor:
La vida, no es vida,
Sin verte, mi amor.