El gaucho de la comarca
Trasunto de lucha cruenta.
Claridad de una tormenta
Que allá en otrora embistió;
Reflejo del hombre noble
Su sencilla vestidura
Que su traje es galanura
De raza que aún no murió.
Ella fue una mañana
Al teñir la aurora el suelo,
Que derrama desde el cielo
Como preces el señor;
A mirar con mucho éxtasis
A su gaucho tan querido,
Al que engañarlo ha sabido
Con un mate de mi flor.
No existe en esas afueras
Pareja de dicha tanta,
Que ni el odio la quebranta,
Ni deshonor que llorar;
Vive el uno para el otro
Bajo la aZulada enseña
De la patria, que es la dueña
De aquel extensivo mar.