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lu que me (alta el esmero
trácete me considero
cantando de corazón
á un gaucho de estimación
noble y criollo verdadero
El Matrero Peñaflor.
GAUCHA
Sentado en humilde tronco
de un añoso omlm pampiano
con la vigüela en la mano
estaba Miraflor... ronco!
y en su trinao como trompo
hacia bailar la canción,
con tan güeña entonación
que un jilguero que escuchaba
gorgeando desembuchaba
su más tremendo alegrón.
Hasta el mesmo pastizal
con tuito el verdor divino
alegra el negro destino
de ese criollo hijo del mal,
luego el eco bacanal
dentra del mundo en su oído,
como ratón perseguido
por el gato hasta la cueva
y el paria con tanta nueva
canta siempre entristecido.