PRÓLOLO
Y en seguida, aludiendo siempre álo mismo,
entonó en medio le grandes aplausos:
Dice otro refran antiguo
Que yo repito orgulloso;
Que más vale caer en gracia,
Señores, que: ser gracioso.
Con lo cual quedó corrido el que habia hecho
manifestaciones de desagrado, y triunfante Na-
va, en cuya ayuda vino todavia Ezeiza cantan-
do con micha oportunidad y galanteria:
“Eso que 4 usted le han silbado
Creyéndolo un desatino,
Son unos versos preciosos
: De un payador ergentino.
Cuando yo vuelva á mi patria,
No se ha de tomar á mal,
Si me oyen cantar los versos
De un payador oriental.
Y como si todavia no creyese bastantes esas
- demostraciones de simpatia á su compañero,
, agrego:
N
- Cuando yo empecé á cantar,
Allá por mis tiempos de antes;
He cantado muchos versos
De Magariños Cervantes.
Aqui ya no tuvo limite el entusiasmo del audi-
torio, y durante cinco minutos aplaudió ruido-
samente. Habia algo de agradecimiento nacional
al porteño que se hacia - un honor de haber
cantado las estrofas del querido bardo,