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Pero allá en tu rancho pobre
y junto a la cabecera
de tu cama y junto a vos,
ha de vivir mi alma buena, í
como un ángel de la guarda L
velando tu dicha eterna.
Por eso no me llorés
aunque me vaya pá siempre,
porque: mi alma a tu lado
ha de estar eternamente YU
y en un rincón de tu pecho
tu gaucho vivirá siempre...