POESIAS CRIOLLAS 109
Y cuando despunta el día
y se cubre el horizonte
con rojos tintes que al monte
le dan vida y poesía,
y el gaucho con alegría
despuntando la cañada,
una décima silvada
va entonándole a su prenda,
mientras repunta la haciende...
Pucha! si no vale nada.
Desata el sol e1 la estera
su gran melena rlotante,
y relincha el potro errante
emprendiendo la carrera;
por el llano y la ladera
se esparrama la majada,
la lechiguana colgada —
en el árbol se cimbrea,
y eso que al alma recrea...
Pucha! si no vale nada.
Entre tanto, bajo el techc
del ranchi*o de totora
con la ¿hina que lo adora
vive el gaucho satisfecho;
y se ve de trecho en trecho.
a la buerta cultivada,
a la carreta toldada,
al hornito donde amasa,
y otras cosas de la casa...
Pucha! que no valen nada.