A mi esposa en su día
(Inédita)
Cuan breves se deslizan los años de la vida,
En tanto que se apuran los goces del hogar,
Viviendo siempre al lado de la mujer querida
Que vela nuestro sueño cual ángel tutelar.
Yo se como se goza, corriendo la existencia
Por entre esos senderos de flores y de luz,
Vergeles donde crece la flor de la inocencia
Que al maternal arrullo entreabre su capuz.
Yo se como se goza; por eso es que se aumenta,
Si aún aumentarse puede, mi afecto conyugal,
Porque mi dicha toda tan solo se sustenta
Con ver como tú apuras la dicha maternal.
¿Qué estraño es pues que goce si a nuestros corazones
Nacidos ya sin duda para saberse amar,
Los une una cadena de dobles eslabones
Que nada ya en la tierra los puede separar?