— le —
rompiéndose así los lazos
con una muerte segura.
Marchará á la sepultura
donde será sepltado,
el amante desdichado
que te quiso y te amó tanto
y tu reharás con llanto
Sos restos de un desgraciado.
Ya se me acabó ei aliento
y se ofusca mi razón,
ya siente mi corazón
de la agonía el tormefito,
de morir en mi despecho
con mis lágrimas deshecho,
te advierto antes que sucumba
que aún mas allá de la tumba
tu vivirás en mi pecho.
Por último me despido:
ya me voy á retirar,
mi alma se va á sepultar
en la mansión del olvido.
Mi corazón conmovido
siempre se acuerda de vos,
ya nG estaremos los do»
se acabaron nuestras glorias,
adiós funestas memorias!
adiós corazón amado!