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—. Enido gentino
== o > 1 mientras el panorama de su propio vi
La que compra ilusión vir, de sus días sin afectos ni ternu-
(Continuación de la página 9) ras, se le presentaba triste y abru
mador. Recapacitó que quizá esta ere
la única vez que un hombre se acer:
:aba a ella, y comprendió que necesi
aba el contacto de un ser humano que
stuviera a su lado, que compartiera
u existencia. ¿Qué le importaba si él
10 sentía esa necesidad? Ella lo toma-
a para saciar en él todas sus ansias
le cariño. Ella lo uniría a su vida
Jara no sentirla tan vacía.
Y sin más vacilaciones, resueltamen-
te, aceptó la unión que el hombre le
propanía
hubiera mirado; sólo su nombre era
ohjeto de desprecio para ellas. Tam-
co él se hubiera atrevido a acer-
:árseles. Con su intuición masculina
ibarcó de inmediato la situación moral
le Delia, y teniendo algunos datos de
u vida por un amigo relacionado con
ina chica del taller, pensó que Delia
Jodía ser la mujer que él buscaba. Se-
zuro del éxito, pues no desconocía su
doneidad en la materia, comenzó el
asedio, hasta conseguir que Delia lo
scuchara. Pero cuando él le hablo.
1ubo en la mujer una violenta reac-
ión. Su primer impulso fué el de re-
hazarlo categóricamente. Sintió en lo
nás Íntimo de su ser una incontenible
“repulsión hacia ese hombre que solo
a buscaba para lograr por su metio
un modo de vida, y al que no le inte.
resaba nada de lo que podía concernir
a su existencia de ser humano. Lo vió
frío, cínico y mezquino, despreocupado
por todo lo que no fuera su Propio
nterés. ,
Quedó unos momentos silenciosa,
Nada le importaron a Delia las son-
isas maliciosas de sus compañeras,
1ada las miradas furtivas y los cu-
:hicheos en su presencia, esos cuchi-
:heos misteriosos, de los que ella adi
rinaba ser el motivo.
Se hizo retraída y hurafía. Conti-
maba trabajando como antes, más que
intes, porque ahora aceptaba cualquier
neargo fuera de las horas reglamen-
arias. Como nunca, sentía la ambición
lel dinero. lo necesitaba, lo auería pna-
:a llenar todos los deseos de su compa-
lero, para verlo satisfecho. Era su fe-
cidad comprada a costa de su esfuer-
zo, era su ilusión conseguida a expen-
sas de su sacrificio, Pero ¿qué impor-
"aba si ella se sentía dichosa?
¿Qué importancia podía tener todo
lo demás, si al volver de su trabajo
mcontraba en el hogar al ser que ne-
'esitaba para tener la sensación de un
afecto compartido? Si al termina; la
liaria tarea, apresuradamente tornaba
al hogar, imaginando que alguien la
asperaba con ansias porque la mnece-
sitaba, porque le hacía falta.
Y corría, corría impaciente, deseosa
le hacer más breve el regreso, y se
:chaba en los brazos del hombre.
¿Que las caricias de éste no eran
:odo lo espontáneas y expansivas que
alla anhelaba? ¿Que semejaba hacer un
»sfuerzo para ahogar sus impulsos y
1ceptar esta intimidad? Ella trataha
de no verlo.
Lo que comprende, lo real, lo ver-
ladero, es que él está ahí, junto a ella;
que lo palpa, que siente su calor, el c:-
or de un ser humano que ha llenado
oda su vida. Ya no está sola. Lo de-
más no le preocupa, no la asusta. Elia
cierra voluntariamente los ojos a la
realidad brutal de su existencia, y es
feliz. .., feliz como lo sueña su ilu-
STO, -
TIN
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Un argentino es ministro...
(Continuación de la página 19)
ET FACTOR ECONOMICO
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No es sólo en su aspecto social que
el programa de Darré ofrece materia
de renovación. Detrás de estas teorias
racistas, tan extrañamente medioevales
y, al mismo tiempo, ultramodernas,
existe el propósito de efectuar unha re-
volución económica de alcances aun más
vastos. Se trata de los siguientes: pa-
ra permitirle al nuevo noble competir
con los grandes terratenientes (a tos
que Darré, evidentemente, no tratará
de eliminar), se prohibirá el libre co-
mercio de los frutos de la tierra. El
zobierno impondrá el precio que se pa-
zará por la papa, la carne, el queso y
lemás alimentos que producirán los
flamantes nobles de la “Nueva Alema-
nia” y sus competidores. Ya que la tie-
rra no puede merca"se, es lógico que
sus frutos tampoco deban verse expues-
tos a las contingencias de la especula.
ción. Este es el primer paso hacia el
control de la producción involucrada
en las enseñanzas del ya célcbre hijs
del barrio de Belgrano.
ASPECTO POLITICO
Y volvemos a aquellos hijos mayores
que se verán despojados de los bienes
paternos. ¿Qué será de ellos? El infa-
tigable Darré no los ha olvidado, Les
ha hallado ubicación en el gobierno, y
sobre todo en el ejército. Además el
Ministerio de Relaciones Exteriores se-
rá su feudo exclusivo y se creará una
Cámara de Lores que será compuesta
por estos hijos mayores con una asig-
nación vitalicia costeada por la Asocia-
ción de Nobles. A fuer de parecer nue-
va la organización que preconiza el mi-
nistro de Agricultura del Reich, revela
una venerable ancianidad, El sistema
feudal tiene muchos puntos de contac-
to con el “plan Darré”. Durante varios
siglos la humanidad ha derrochado sus
más nobles y heroicos esfuerzos para
soltar amarras con el pasado y su
abierta o encubierta esclavitud, sólo
para escuchar ahora la voz de este ar-
gentino que dice: “Alemania tendrá que
volver a los viejos ideales.
¿Podrá Gualterio Ricardo Darré re-
trotracr la civilización germana a la
Edad Media para p.ñerla fuera de fo.
ro con el sigla XX?