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LD
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SEMANARIO
ILUSTRADO
NUESTRO PROXIMO NUMERO
SUMARIO:
ARTICULOS Y NOTAS
EL AEROPLANO, VERDADERO
ANGEL DE LA MUERTE, DECIDLI-
RA TERRIBLEMENTE LA GUE-
RRA FUTURA, nota, por Patricia
lel Solar. Los grandes progresos al-
>anzados por la aviación, tanto en
7elccidad como en potencia, son Un
gran peligro para las guerras futu-
-as, pues ella llevará la destruc-
:ión y la muerte a todos los lugares
2n fantásticas carreras de cientos
de kilómetros por hora. Comparan-
jo con los servicios que estas má-
quinas del progreso pueden prestar
a los beitzerantes, las guerras del
vasado Nos parecerán cada vez más
ridículas. ¡Y pensar que el genio del
hombre se esfuerza en crear máqui-
nas de destrucción, que podrán cer,
omo lo son ya, de tanto beneficio!
UN LEJANO IDILIO ENTRE POLA
NEGRI Y NICOLAS LENIN. En
asta nota la famosa estre:la polica
cuenta cómo cierta noche lejana co-
noció a Lenin en un c<xfé donde se
reunían revolucionarios de distintos
aíses, enamorándose mutuamente.
En aquel entonces ni ella ni él Te-
aresentaban nada; eran dos ilusos
:0n grances a:pi"aciones; sin em-
bargo, tanto él como ella estaban
icestinados a conquistar la celebri-
jad: Pola Negri en la pantaila, y el
nquieto revolucionario como jefe
jel Soviet. Es una nota llena de
amociones + de sugerencias
ARA LA FELICIDAD MATRI-
JONIAL ¿CONVIENEN LOS NO-
VIAZGOS LARGOS O LOS NO-
VIAZGOS BREVES?, artículo, por
Je'ena Torres Lucena. Entre la bri-
lante pléyade de novelistas, poeti-
as y cronistas norteamericinas
viene debatiéndose apasionadamen-
te este sugestivo tema: “¿Qué acon-
seja la experiencia: un noviazgo
oreve o largo? ¿En cuál se dan los
natrimonios más felices y durade-
'08?” La experiencia en esta mate-
a sentimental es contradictoria, y
25 así que aungue no hy dos per-
sonas que piensen de igual modo...
resulta que todos tienen razán.
La)
CUENTOS Y NOVELAS
VIMOSAS, cuento, por N. Moris.
LA ULTIMA VELA, narración, por
Antonio de Bartolomeis.
CUANDO SE LLEGA A VIEJO,
cuento, por Elena S. Muñoz.
LOS EMBUTIDOS, relato, por
4 N, Salas. .
? las historietas y secciones de
castumbre.
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FUNDADOR
NEBERTO M HAYNES
Buenos Alres, 5 de Junio de 1935
APARECE
LOS MIÉRCOLES
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la persistencia con que los delincuentes profesionales eluden en muestro país
4 acción penal suscita en la población el consiguiente desascsiego. Sin dida
sonstituye una perturbadora realidad social la inconcebible libertad que disfrutan
miles de hombres, aplicados ordinariamente a delinquir, sin más riesgo cierto que
21 de merecer a la larga un prontuario o un proceso que no periu<ica, la mayoría
de las veces, el desarrollo de sus criminales acciones. Basta una sola cifra cemo
demostración irrefutable de este aserto. Según un censo, publicado oficialmente,
icerca de la población recluída en los establ>rimientos nenalos de la nación.
HAY, EN LAS DOCE CARCELES EXISTENTES, NADA MAS
JUE DOS MIL NOYECIENTAS PERSONAS ENCERRADAS.
Y decimos “nada más” porque es una cifra irrisoria, hasta con relación al nú-
mero de delitos que se cometen exclusivamente en la capital federal, per año. Ya
ai siquiera con relación al número .ds presuntos autores. pues este número acentúa
a, desproporción. En efecto: la estadística policial de la ciudad de Buenos Airos
arroja un promedio anual de disz y sis mil a:1toras prohab!as de los dslitos en
que la autoridad ha intervenido, de modo que si hubiera sanción para ésos. ¿EÉT9
se explicaría que entre la Penitenciaria Nacional, la Cárcel de Mujeres y Lo 0
Jshuaia haya nada más que mil doscientos condenados en rúmeros rodencos?
Este primer planteo del problema de la represión entre nosotros es todavía 3S-
>eptible de adquirir un relieve más visualizable. si se considara de de cada si::2
mil individuos que en la capital comotan delitos contra la propisdad. sio ma
seiscientos, más o menos, son aprehendidos, Quiere decir aque el porumíaja $3
los que eluden toda acción represiva oscila, entra el setenta y cinco y el se:a::6
y nueve por ciento. En cuanto a la provincia cs Buenos Aires, no está ricjor
servida, porque corrisntemente el númerc de delitos contra la propiedad no bas
de ocho mil al año, y la cifra de los auto:es anrehendidos no pisa de Cer mil
Y por mucho que trate de mejorarse esta proporción, incluyendo les delitos enarra
'as personas — donde ni siquiera hay que echarles el guante a los autores, Nues
¿e presentan muchas veces espontáneamente — siempre será desfavorahie el
saldo nara las policías.
EN TESIS GENERAL, SOLO EL CINCUENTA POR CIENTO DÉ
LOS DELINCUENTES SON HABIDOS POR LA AUTO AD,
7 de este cincuenta por ciento, la cifra de los que van a parar a la cárcel, es ínfima,
i se tiene en cuenta a los que obtienen un sobrestimiento provisorio o alfanzza
a libertad condicional, o s: fugan mientras se ventila el proceso. Ahora bian:
la falta de una estadística completa ds la criminalidad impide conocer esta cifra
indispensable para estimar la represión que se ejerce en última instancia. En
ninguna oficina se registra el númc:o de los presuntos autores detenides que
onsiguen recuperar su libertad definitiva o provisoria ante la justicia. Sin dada,
deben ser muchos, a juzgar por la reducida población de los establecimientos
penitenciarios, toda vez que. según acabamos de ver, entre la Cárcal de Encau-
sados, el penal de la calle Las He: as y el de Ushuaia apenas pasan del millar y me-
dio los individuos que permanecen provisoria a definitivamente recluidos. Asi las
20sas, fácil es hacerse cargo de lo que ocurrirá en el interior del país. donde los
rerirsos del Estado son notorismente inferiores. Y
ESTA CERTEZA DE IMPUNIDAD ES LA QUE
FAVORTORF LA DIFUSION DE LA DELINCUENCIA
entre nosotros, pavorosa difusión que alguna vez ingenuamente se ha pensado
combatir aumentando el rigor de las penas instituídas en el códiso, Lo cual es
algo así como si al deudor insolvente l2 aumentáramos los interess que no
pagará nunca, El propio autor del Código Penal visente, en un enjundioso ¿Stu-
dio del problema, publicado hace poco. llega a la conclusión de que “la imbunidaca
Jor falta de aprehensión aumenta el índices estadístico de la criminalidad”. Y
1grega: “Lo que urge, por consiguiente, es que los delincuentes sean habidaz,
:ombatiéndoss con eficacia el profesionalismo ilícito en pleno flo:<«cimiento” Y:
reremos en un próximo comentario por qué camino se llegaría a defendernos
le esta tremenda amenaza.