ACuna KTigentino 
No se vive para comer... (Continuación de la página 25) 
Hace !=< sopas sabrosas 
- —isorizantes. 
A las sal 
FE 
. sabor 
1 substrncia. 
+) 
Realiza los Sandwiches 
más cxauisitos. 
odos conocido, que no por trillado deja 
je resultar siempre interesante: Hol- 
ywood, — ¿Y qué tendrá que ver 
Tollywood con los regímenes alimen- 
cios? — diréis vosotros. Mucho, como 
:n seguida veréis, porque la Meca del 
:ine es uno de los lugares donde la 
+iencia de la alimentación es más res- 
vetada, tal vez por el hecho de que 
nara el actor o la actriz de cine la 
salud constituye una necesidad de or- 
len económico. 
El ojo de la cámara filmadora es 
lespiadadamente crítico: en cuanto la 
.strella aumenta de peso, por poco que 
sea, la cámara lo revela de inmediato, 
3 menudo antes de que la propia actriz 
10 dé cuenta de ello. Si el galán pre- 
senta señales de fatiga o de una in- 
disposición, el más hábil maquillage 
“racasará al intentar ocultárselas a la 
ȇmara. 
La vida de astros y estrellas está 
vasi tan regularizada como la de los 
atletas durante el entrenamiento, y en 
asa vida el régimen alimenticio ocupa, 
2 no dudarlo, el primer lugar, puesto 
que no sólo debe comer para evitar 
sontraer enfermedades, sino para con- 
servar 51 Más precioso tesoro: la be- 
leza y la frescura. 
La mayor parte de las estrellas re- 
0nocen esto como una verdad indiscu- 
tible: Jean Harlow, Marion Davies, 
Claudette Colbert, y muchas otras, se 
mantienen enérgicamente dentro de un 
-«égimen severísimo, teniendo buen cui- 
lado de estar siempre al corriente de 
uanto descubrimiento acerca del valor 
de los alimentos haya sido realizado. 
Los astros de la pantaila obtienen con 
este método resultados positivos; la 
salud y la belleza van de la mano, 
siendo una parte integrante de la otra. 
Un régimen alimenticio apropiado, rico 
2 frutas y verduras, asegura la hi- 
ziene de los intestinos, lo que a su 
vez deriva en- un cutis lozano. iibra 
le impurezas. 
Por lo demás, un régimen en el que 
e mantiene un equilibrio perfecto, es 
ndispensable para el kuen funciona- 
siento de las glándulas, tales como la 
ituitaria y la tiroides; da al cabello 
suavidad y brillo; blanquea y fortifi- 
za la dentadura, e ilumina la mirada 
«on ese fulgor, privilegio exclusivo de 
-- Inda toda prueba. 
La salud y la belleza — repetimos - 
son como dos mellizos inseparables, y 
si bien es cierto que esos mellizos se 
nan hecho más evidentes en la bien- 
aventurada tierra de Hollywood, todos 
oodemos aprender y recordar la lec- 
:ión inapreciable que con respecto a 
los regímenes alimenticios nos ofrecen 
istros y estrellas por igual. Coloque- 
nos al repollo en el lugar que se me- 
rece y tengamos siempre presente que 
los beneficios que nos reporta — asi co- 
no el de sus hermanas las verduras 
y las frutas — nos harán más sanos, 
más fuertes. y más bellos 
¿PODEMOS VIVIR A COSTA DE 
ALIMENTOS “MUERTOS»” 
¿Ha intentado usted alguna vez es- 
zonder algún objeto, colocándolo en el 
'ugar más visible? Si lo ha hecho, 
1abrá usted demostrado ser un buen 
sicólogo y un verdadero conocedor de 
a naturaleza humana, ya que es una 
:aracterística establecida que el hom. 
re deseche lo simple y lo lógico para 
uscar lo complicado y recóndito. 
Tomemos, por ejemplo, el asunto de 
.a nutrición. Para la gran mayoría de 
4 gente, los alimentos no son más que 
alimentos. Mencionarles los alimentos 
“vivos”, sería provocar su sorpresa c 
evocar el varo recuerdo de los langos 
inos antes de ser colocados en la olla. 
Sin embargo, existe una clasifica 
ión bien definida de alimentos vivos 
< alimentos muertos, clasificación que 
tada tiene que ver, por supuesto, cor 
sas obvias señales de vida como sor 
1 movimiento y la respiración. 
Todos los alimentos, en su estado 
riginal, son “vivos”, y tanto las le 
rumbres como las frutas y los cerea- 
es, son ricos en vitaminas y minera: 
es, proteínas y almidones, con los cua- 
es las células vivas se forman y sc 
reponen. 
Pero sea por ignorancia, por indi- 
'erencia o por razones de orden eco- 
¡ómico, el caso es que muchos de los 
dimentos que ingerimos hoy en día 
stán, en realidad, “muertos”. Tal su- 
ede, por ejemplo, al desechar la cás- 
ara de la papa, la que pierde con elle 
odo el valor de sus vitaminas, tor- 
1ándose en el que llamamos alimento 
'muerto”; tal es el caso, asimismo, de 
antos dulces logrados y coloreados por 
rocedimientos químicos que luego se 
yfrecen a las criaturas. 
¿Cuál ha sido el resultado de esta 
entativa tan contraproducente como 
lógica de alimentar a organismos vivos 
0n alimentos insubstanciosos, “muer- 
05”? Lo que se ha dado en llama 
males de la civilización”. 
Millares de víctimas de esos males 
¡enan las salas de los hospitales y los 
anatorios: patéticas criaturas que 
¡eberán recorrer el camino de la vida 
on piernecitas demasiado débiles o 
leformadas; jóvenes marchitos en la 
lor de la edad; hombres y mujeres 
srematuramente. envejecidos... En su- 
na, un conjunto impresionante de des- 
»jos humanos; un verdadero monu- 
nento a la negligencia v a la igno- 
ancia. 
Baste este ejemplo para demostrar 
¡ue los llamados “alimentos muertos” 
on inservibles para conservar en el 
ndividuo ese estado de salud y per- 
ecto funcionamiento que requiere su 
rganismo. Y pasemos ahora alos 
“alimentos vives”. 
En el año 1911 un joven y estudioso 
ientífico, el doctor Alexis Carrel, del 
nstituto Rockefeller, cortó cuidadosa- 
mente un trocito del ccrazón de ur 
xofio: que acababa de morir y lo colo- 
6 dentro de "Ma solución que contenía 
os elementos nutritivo” necesarios pa- 
'a ese órgano. Antes, empero, Se ha 
ía cerciorado de que todos los minc” 
ales que requieren las células, se ha- 
laban presentes en Ja solución y que 
vuantas toxinas contuviera el trozo de 
:orazón podían ser disueltas hasta ha 
:erlas desaparecer por completo. 
El resultado del experimento del doc- 
or Carrel fué sorprendente: el pe 
lazo de corazón comenzó a palpitar. 
hal como late el corazón de un orga: 
1ismo vivo. 
El experimento fué repetido desde 
ntonces infinidad de veces, obtenién- 
lose invariablemente el mismo resul- 
ado y dejando asentado en forma con- 
-luyente que los alimentos naturales 
:certadamente seleccionados y prepa- 
'ados, conservan la vida del sujeto. 
¿Existe alguna razón, entonces, pa- 
a continuar la fútil tarea de levantar 
a salud con la base incierta y peli 
x08a de alimentos desvitalizados? 
Ninguna. Nosotros os facilitamos 
.esde estas columnas, los planos de una 
.rquitectura de salud moderna, razo: 
1able, científica. 
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Kola - Cardinette es el 
TONICO COMPLETO 
de <cción real que todo 
organis:.?9 deficiente ne- 
cesita al menos Ina Vez 
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do han comprobado hasta 
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