Full text: 27.1937,10.Nov.=Nr. 1399 (1937139900)

MUNDO ARGENTINO 
Dr 
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A 
Fiabana, era el alma de la em- 
presa. . .. o - 
. Todavía vive en Buenos Aires 
ro de los “ministros” de la re- 
pública del Acre, cuyo nombre si- 
enciamos. Este, hoy un anciano 
venerable, era el “ministro de Ha. 
senda” del flamante y pintores- 
co “estado”. Mientras Gálvez y 
Castañeda se dirigían al Ácre a 
fundar “la república”, el 14 de 
julio del año citado; y organiza- 
an un diminuto ejército de es- 
vañoles, antiguos soldados de la 
vuerra de Cuba que; erraban 
tambrientos por toda América, 
2] ministro de Hacierida admi- 
nistraba el tesoro “nacional” en 
2] café de la avenida de Mayo. 
Las autoridades brasileñas con- 
emplaron impasibles el surgi- 
viento de la. nueva “nación”, Pe- 
ro en Bolivia se levantó un cla- 
mor... 
Cuatro meses después una ex- 
vedición compuesta por trescien- 
Hace treinta y ocho años 
un nuñado de aventure- 
ros españoles fundó una 
república en el corazón 
de Sud América. 
Por MARTIN H. SOLIS 
A región del Acre es un 
inmenso territorio que se 
extiende al Oeste del Bra- 
sil. Lo bañan las aguas 
de los grandes y caudalosos ríos 
que descienden al Amazonas. 
Son tierras de agua, de fiebre, 
de peligros. El beri-beri, la vi- 
ruela negra y otras terribles en- 
fermedades de los trópicos ace- 
chan entre los pantanos y las 
selvas. 
Es el paraíso de la goma y el 
infierno de los gomeros. Allí, du- 
rante generaciones, vivieron y su- 
cumbieron decenas de millares de 
hombres. Esos hombres, a los 
que se llamó “los esclavos del 
Beni”, eran reclutados en los 
puertos fronterizos del Brasil. 
Fugitivos de la justicia de tres 
países: Bolivia, Prasil y el Perú; 
desertores, aventureros, llegaban 
a esos puertos, caían en las ga- 
rras de los contratistas, recibían 
un puñado de oro y varias bote- 
llas de “caxaza”, el mortal aguar- 
diente del trópico, firmaban el 
contrato, y eran enviados como 
reses a los gomales, de donde po- 
gos volvían. 
- Allí eran obligados a trabajar 
en los pantanos, con el agua has- 
ta la cintura. Acechábanlos las 
serpientes venenosas, las fiebres, 
el hambre, la sed y los atormen- 
taba el látigo de los capataces 
negros. - 
Esa región de Bolivia siempre 
fué objeto de codicia del Brasil. 
Y fué, hace justamente treinta 
y ocho años, en 1899, cuando un 
puñado de aventureros españoles 
sorprendió a toda América al 
fundar una república libre e in- 
dependiente en el inmenso y so- 
litario territorio de la goma. 
El jefe de estos aventureros 
llamábase Luis Gálvez, y era cu- 
bano, aunque se dijo que era de 
origen español. Uno de sus te- 
nientes, a quien el autor de este 
artículo conoció en- Buenos Aires, 
era gallego, y su nombre Venan- 
cio Castañeda. 
La aventura de la “República 
del Acre”, según referencias del 
citado Castañeda, que falleció ha- 
ce unos quince años, se tramó en 
un café de la Avenida de Mayo a 
principios de 1899. Gálvez, que 
pocos años después moría de tu- 
berculosis en un hospital de La 
” 
ra 
Fué Un. ..Archa épica a través de inmensas distancias, cruzando selvas y 
rios bajo el fuego mortal y sofocante del tróvico. 
La mentira impresa ; 
ES muy frecuente oír lo que sigue: 
— Verán ustedes cómo mañana alaún neriádico onina lo mismn 
que yo. . 
- Si por casualidad sucede así, ya tenéis al que confiaba en el juicio im- 
preso con una autoridad que no sé atreverá a negarle ninguno de cuantos 
liscutieron con él. Su opinión seguirá siendo tan infundada como antes; 
vero ha adquirido la fuerza incontrastable de las letras de molde. 
Hay muchas personas que no opinan nada sobre nada hasta que leen el 
veriódico de que son subscriptores; allí, en aquellas colummnas,. están su 
»pinión y su .eriterio. , 
Unos, por pereza intelectual, prefieren que les den hecha la ovinión: 
tros, por modestia; muchas, por costumbre. 
La persona más digna de crédito refiere a sus amigos Un suceso que 
«caba de presenciar. Lo ha visto con todos los detalles; no puede haber na- 
»ador más veraz mi más exacto. Pues si cualquier neriódico refiere el 
080 de distinta manera, no faltará, de seguro, un amigo que exclame en 
el acto, con la mayor naturalidad, y como si no pudiera ofender con sus 
palabras: o 
— Yo no niego que usted lo haya visto; pero tal periódico dice todo lo 
contrario, —. 
La mentira impresa tiene más fuerza que la verdad hablada, 
- MIGUEL RAMOS CARRIÓN. —. 
Ñ] e — É—;————.]rI Í——;;——] ]Ú;——;;— ;—;DEEL—í——]]—————]—]—L——];D—— A, IDEA —n——]———;————;>——¡ 
08 hombres del ejército regular 
boliviano, al mando del doctor 
Andrés S. Muñoz, se puso en mar- 
*ha hacia el lejano territorio del 
Acre. 
Fué una marcha épica a tra- 
vés de inmensas distancias, cru- 
zando selvas y ríos bajo el fuego 
mortal y sofocante del trópico, 
Por espacio de días enteros, la 
tropa marchó con el agua hasta 
la cintura, atormentada por la 
sed y los insectos. . - 
Las aguas del Beni y del Ma- 
dre de Dios se llevaron los cuer- 
pos de muchos soldados mordi- 
dos por las víboras, 
Pero, finalmente, la expedición 
logró llegar al Acre, venciende 
toda clase de dificultades. El 
“presidente” Gálvez y su “minis- 
tro”? Castañeda comprendieron 
que todo estaba perdido, y huye- 
ron, tomando el camino del Bra- 
sil. El minúsculo ejército rindió 
sus armas vírgenes al enviado del 
zobierno de Bolivia, y la “Repú. 
olica del Acre”, que vivió lo que 
vive un reino de opereta, dejó de 
existir. 
Pocos meses más tarde el terri. 
“orio pasaba a boder del Brasil.
	        
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