MUNDO. ARGENTINO
-Por primera vez el dial radiorretrospec-
tivo nos lleya a 1817, año gloricso de
Chacabuco y de Maipo. Gobierna el país,
hasta donde se lo permite la anarquía,
efervescente en todas partes, el director
supremo don Juan Martín de Pueyrredón,
El antagonismo entre Buenos Aires y las
provincias, que perturbara nuestra civi-
lización hasta pasado el 80, comienza a
manifestarse en forma cada vez más sen-
sible. La lucha entre los republicanos y
monárquicos también está a la orden del
Bía, “Los monarquistas — dice Levene
— eran los miembros dirigentes del go-
sierno. y del congreso, que apelaban a
sta fórmula como medio para garantir
a paz y hacer la organización del país;
2 partido democrático no tenía propia-
mio Fuentes, prisionero de guerra el
0 del corriente sobre Talcahuano, he
xbido que los individuos que compo-
en el exército real, están mersua-
idos, o se les ha mpersuadido de in-
to, que las tropas dela patria no
an cuartel a los rendidos. Semejante
nputación ultraja de un modo inicuo
d exército unido que mando a.míi mis-
10. Desmienten esta calumnia más de
os mil prisioneros y ochenta oficia:
es tomados en -Chacabuco y disper-
os por varias partes. Desmienta esto
nismo el general Marcó. El derecho de
'entes me autorizaba para pasarlo por
28 armas después que 'en la gazeta
'e su gobierno me ofreció, no la muer-
2 nrovia 4:n nualitar. sino la horeca.
aCC NI
T- -
Por ARTURO SILVESTRE
1
“d
mente formas definidas, pero existía la-
ente en la sociedad; demócratas eran
odos, acaso sin tener el pensamiento
caro y consciente de esta forma de go-
bierno, pero con el instinto y el senti-
miento de la organización democrática.
El pueblo creía que el complemento de
la obra de 1810 era la república, y no se
»xplicaba el móvil de la revolución, que
1abía sido derrocar un rey, con el objeto
le declararse así propio soberano, y no
ara poner otro rey,” eos
Puntualizadas estas circunstancias, que
10s permiten reconocer en nuestros re-
merdos a la época, recorramos los dia-
“ios de 1817.
LA CRUELDAD DE LOS REALISTAS
L Censor”, celoso defensor de
los intereses de Buenos Ai-
1 res, publica con el título de
“Bárbara Atrocidad”, una in-
formación que pone de relieve el tra-
to que daban los realistas a sus pri-
sioneros de guerra en estas tierras
americanas, Y dice así: .
“La gazeta de Madrid del 18 de
Enero último inserta los partes oficia-
les de los jefes realistas que batieron
la división mal armada y mal organi-
zada de los dignos patriotas al mando
de Camargo, de honorable memoria,
Horroriza -la barbarie de aquellas co-
municaciones. Los realistas asesinaron
a sangre fría a los prisioneros; al ca-
dáúver del oficial Avila le cortaron la
cabeza y la colgaron en un camino; al
jefe Díaz lo mataron solemnemente a pa-
los y pedradas; cortaron la cabeza del
yerto cadúver del señor Camargo, la
cnal remitió de obsequio el coronel
Centeno al general Pezuela. Y como
si todavía faltasen honores al cuadro
de estas atrocidades, el coronel Cente-
Ro, con execrable blasfemia, atribuye
el suceso al manifiesto milagroso de
nuestra Señora del Carmen, a quien
había ofrecido una solemne fiesta y
un sermón. Estos atentados, estas blas-
femias se publican a la faz de la Eu-
ropa, en medio de los pueblos cultos de
la ervistiandad >
Juan Martin de Pueyrredón:
20 a UN asesino o salteador; con
odo, él disfruta de las: consideracio-
es debidas a un prisionero, Señores
ficiales y soldados enemigos, hagan
istedes la guerra con coraje en favor
le sus opiniones, pero jamás crean im-
sturas que degradan al siglo ilus-
rado en que vivimos y que ofenden ua
ni exército con tanta injusticia.
"Cuartel General, Septiembre 30 de
1817. _. Kan Martin”
Y LA GENEROSIDAD DE LOS
PATRIOTAS
Contrasta esta crueldad con los sen-
timientos generosos de los patriotas,
que pone de relieve un manifiesto del
general San Martín, publicado en el
mismo periódico el 6 de noviembre, y
que dice así:
“Proclamación del General de los An-
des a los oficiales y soldados del ejér-
cito real,
"Pos el eanitán de drunones TD. An
Batalla de
hatabuco,
12 de febre-
ro de 1817.
Toda la nobleza del santo de la es-
pada se refleja en esta proclama,
MOVIMIENTO EN EL PUERTO
Vamos a ver. qué era en 1817 ese
majestuoso - puerto de Buenos Aires
que tanto nos enorgullece ahora. Nos
lo dirá una “relación de los buques
de alta mar que har entrado, desde
el jueves 80 del inmediato octubre has
ta el día de la fecha”, publicada en
“La Gazeta” del 8 de noviembre. He
aquí la “relación”:
NOVIEMBRE DIA 4
“Balandra San Antonio y Animas.
procedente de Montevideo, de donde
salió el 30 del pasado al mando de su
:apitán D. Antonio Núñez, con carga
mento de arroz, miel, fariña y dulce
a la consignación de D, Antonio: Ma-
chado. En ídem: Goleta Nacional Ju
"id; procedente de Montevideo, de don-
de salió el 2 del corriente, al mando de
su capitán D. Antonio Vidal, con car-
gamento de arroz, barriles vacíos y
diez miedras de molino, a la consig-
nación de D. Mariano Vidal” —
Y ahora las salidas del mismo “en el
dicho período”:
“Bergantín inglés Laviña, despacha-
lo para puertos extranjeros por su con-
signatario D. Diego Butaier, al mando
de su capitán Alezandro Quid, con car-
7amento de sebo, cueros de novillo y
VACA. —
"En ídem: Fragata inglesa Ana, des-
xachada para puertos extranjeros nor
1 consignatario D. Guilermo Miller, al
nando de su capitán Juan Cheahaha,
:Argamento aspas, cueros de caballo, de
*arnero y venado, clin y plumeros”
Eso era nuestro puerto y nuestro co-
nercio exterior, bien pobres por cier-
0, en el año glorioso de la liberación
'e Chile por el ejército de los Andes.
UNA COLECCION DE ANUNCIOS
Publicamos una pequeña colección de
iánnnCias evtrafdos de “Ta Careta de
La plaza de
toros de
Buenos Ai-
- eS.
Buenos Ayres”, de la misma fecha:
- Se vende una tasa perteneciente a
Da. Tiburcia Magariño, sita dos cua-
dras del convento de Catalinas para el
poniente, y tres cuadras y media antes
de llegar a la plaza de toros; el frente
de la casa mira al Oeste, y en ella se
laré razón de la dueña”...
Todo un poema resulta esa forma de
dar lasseñas, La plaza de toros, como
se sabe, quedaba en Retiro, -.
“Quien quiera enseñar la lengua
francesa 4 un niño, puede avisar en la
administración del Papel sellado en la
vereda ancho”... -
También aquí se refleja con elocuen-
“ia lo que era nuestra ciudad de 1817,
por la forma de dar las señas. Digamos
jue la enseñanza del francés, y tam-
ién del inglés, aunque en proporción
nenor, estaba muy difundida en nues-
:ías clases pudientes, desde los últi-
mos tiempos de la colonia. ;
“Cualquiera persona que tenga cria-
de con leche, y quisiese criar en su ca-
sa un Negrito de edad de 30 días, pue-
de ocurrir a la vereda ancha, oficina
de D. Miguel Ochagavin a tomar ra-
26”...
Y ahora, para terminar con los anun-
:10s, uno que informa sobre la condi-
sión de las casas de la época:
“Se vende una casa, sita en el pueblo
le San lsidro, en frente de la Iglesia,
"0 seis piezas de viviendas, cocina,
corredor, pozo de balde, etc.; y enel
fondo del terreno. ocupado de árboles
frutales; el que la quiera comprar se
verá con D. José Antonio Capdevila,
xive en la calle del Cabildo, dos y me
día enndras de la olaza mano” .,
LA TOMA DE BARCELONA —
Se trata, desde luego, de la Barcelo-
na del antiguo virreynato de Nueva
Granada. La actual Barcelona de Ve-
nezuela, capital del departamento de
Bermúdez, situada sobre el Mar de-las
Antillas. Acerca de su ocupación por
las fuerzas realistas, informa “La Ga-
zeta” que recorremos, a través de una
carta fechada en Granada el 15 de ju-
nio de 1817,
Según se desprende de ellá, cuando
Bolívar marcha para el interior de la
actual Venezuela con su ejército, deja
300 hombres para defender a Barcelo-
na, bajo el. mando del brigadier -gene-
ral Freytes, con órdenes al general] Ma.
rino de permanecer a un día de mar-
cha de la referida ciudad, a fin de
poder acudir en defensa de ella, caso
de ser atacada por las fuerzas rea.
listas,
“Barcelona — dice la carta — es na
ciudad abierta, y no tenía otra defensa
que un convento antiguo construido de
tapia, y murallas de tierra, donde el
general Bolívar había montado algunos
cañones ligeros, y donde él hizo una
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