MUNDO ARGENTINO
LAGUNAS Y DESIERTOS EN EL MAPA POLITICO DEL PAIS
Ma
ica —.
m
LA DESORGANIZACION PARTIDARIA Y El,
FRAUDE SISTEMATIZADO. — CUATRO TEN-
DENCIAS EN EL RADICALISMO. — MARZO
SERA UNA FECHA BASICA. — OPOSICION,
ULTRAOPOSICION Y EVOLUCIONISMO.
Le exigen reorientaciones, pero mientras los ingenieros no se pongan de
acuerdo, será difícil que pueda dar un paso.
“as que luchan entre si: la extrema y
e moderada. Ellas han venido marcan-
lo rumbos contrarios en estos últimos
iempos en que el grupo parlamentario,
ometido a una disciplina “colaboracio-
usta” por la Junta Ejecutiva, ha li
rado sus escaramuzas dentro del blo-
Me, cuyos ecos llegaron más de una
1ez hasta el mismo recinto:
Puede resultar, pues, una campaña
»r compromiso, a la que le falte el
'ervor del entusiasmo, que es lo único
me se contagia a las masas y solidari-
'a788e con los caudillos,
Estamos cansados de ver tribunas va-
“as, levantadas en plazas y esquinas,
londe los altoparlantes lanzan al aire
ms quejas sin lograr que se detengan
1 escucharlas los transeúntes. Son esos
erdaderos sermones del desierto, que
to conducen a nada. La gente ya sabe
9 que le van a decir y, dando lea lec-
ión por aprendida, opta por seguir su
amino y no perder tiempo.
Y no son pocos los que se preguntan
Vosóficamente: ¿Practican esos após-
»es del socialismo lo que dicen?
El problema es de sinceridad, y con
xo queda dicho que se trata de un
moblema difícil.
.
Cuatro tendencias.
. ,
redicales
El radicalismo, ensimismado en sus
»nflictos, todavía no ha fijado sus
"vumbos, Desde el 5 de septiembre la
nasa partidaria está a la espera de
a palabra de sus dirigentes, que no
'e deja escuchar.
Entretanto, el clamor público pide
eorientaciones, con lo cual deja sen-
ada sn disconformidad con la políti-
a de “leser fair” que ha sobreveni-
lo al triunfo “regulado” de la con-
ordancía,
La situación interna del partido
tadical es de las más complicadas.
La lucha de tendencias gira no sólo
en torno de las candidaturas de mar.
0, sino de los cargos directivos de
la misma agrupación,
. .
Intransigencia -
Una de esas tendencias es intransi
rente. La reorientación, para ella, con-
Jiste en adoptar una línea de conducta
ensamente tirada hacia los postulados
'el 90. “Que se rompa, pero que no se
loble.”* Si la abstención es necesaria,
¡ue venga la abstención.
Algunas grandes figuras del radica
ismo — Pueyrredón, O'Farrell, Tam-
Trini — se mueve dentro de esa ór-
ita. La solución del fraude, la legali-
lad, Ja justicia, el imperio de la demo.
*racia, no pueden ni deben venir por
combinaciones blondinistas. El pueblo
tebe encontrar, sencillamente, en los
'omicios los derechos y libertades que
e acuerdan la Constitución y las leyes.
Pero la intransigencia se debilita; el
artido no desea la abstención como
emedio, porque lo sabe de efectos len-
108, y el evolucionismo está a la expec-
ativa de las ocasiones que pueda brin-
larle el futuro para adaptarse a las
xendientes menos inclinadas yv de más
“ácil acceso.
Las “trenzas”, las camarillas y las tendencias que trabajan en estos
momentos a todos los partidos del país, convierten el mapa electoral
en un terreno escabroso, donde los peregrinos del ideal tropiezan a
cada paso con lagunas y desiertos que hacen difícil su marcha.
Esta es una época de utilitarismo en la que cada cual trata de sacar
de la política el mayor provecho personal que le sea posible, y de ahí
que los rumbos se extravían con facilidad y los caudillos se valen de
cualquier pretexto para erigirse en censores de sus correligionarios
y en cabecillas de tendencias inorgánicas y desorganizadoras.
El fraude sistematizado;
troceso hay que hacer algo para sal-
"ar los principios y para que el gobier-
0 no se convierta en atributo y propie-
lad de una clase “protectora” con vis.
as a la explotación por tiempo indefi-
ido del presupuesto. nas
Surge de ahí la necesidad — una ne-
xsidad apremiante — de que los par-
idos opositores se depuren, se saneen,
e dignifiquen y ocupen el lugar que les
'orresponde como depositarios de la fe
ública y paladines de una cruzada de
'edención electoral,
. . .
Idlida socialista
Los primeros en salir a campo abier-
o contra el fraude han sido los socia.
istas. En la reciente reunión del Con-
'ejo Nacional del partido, donde se re-
olvió la no concurrencia de los legisla.
lores de la Casa del Pueblo a la asam-
"lea legislativa, se decidió intensificar
a campaña contra los métodos irregu-
ares de sufragio.
Pero ¿qué resultado daré esa campa-
la? Aparte de que el socialismo es una
'uerza muy limitada en el interior del
aís, donde sus ecos se ahogan fácil-
nente, no se oculta que dentro del nú-
leo metropolitano existen dos tenden-
El frande sistematizado es una rey
sultante de ese estado de cosas en que
Ja moral cívica se pierde tras los capo.
jismos de la concupiscencia.
La falta de armonía y solidez entre
los grupos opositores, y la facilidad con
que log eampeones de la democracia
eriolla se dejan atraer hacia convencio-
nalismos y combinaciones de provecho
para ellos, hace que el fraude carezca
de sanciones de ninguna especie y se
afiance como medio corriente de soste-
nimiento de las “minorías selectas” que
lo explotan al ritmo de teorías patrió-
ticas, nacionalistas y reformistas con
música de circunstancias,
Para unos, el voto secreto es una co-
bardía, y para otros, el voto de los anal-
fabetos constituye una anomalía; la
“regulación” dentro de esas teorías es
un medio de equilibrio hasta que lle-
guen las reformas que nos pongan de-
finitivamente a cubierto de los peligros
de la demagogia... Pero, de todas ma-
neras, el fraude y, sobre todo, el fraude
sistematizado, es una aberración que
no puede subsistir. Y no hay duda que
dentro de ese marco de ilegalidad y re-
Colaboracionismo
T—]——ÚÑ210 O
Colaboracionismo y evolucionismo son
vinónimos. Es la tendencia del momen-
0, algo así como el “grito de la moda”,
Esta tendencia, en la que se hallan
mrolados dirigentes de todas las ca-
'egorías e influencias, sostiene la teo-
ría de que hay que encontrar el cami.
ro más corto para restablecer el impe-
rio de los derechos cívicos. Su táctica
"8 de infiltración, aunque, en realidad,
ouede resultar de absorción, porque en
ves de infiltrarse en el gobierno, los
svolucionistas pueden ser absorbidos
(Continúa en la página 56)