4 de Noviembre de 1937
* y ACACIONES! ¡Por fin ha le-
gado el momento!
El que no conoce más que el
verde poco generoso de las pla-
as públicas; las flores cuidadosamente
lispuestas en los artísticos vasos de las
florerías; los pavos al horno y los po-
los al asador, sueña dormido y des-
xerto con desatar “el fauno” en el
'ampo, lejos de bocinas estridentes y
ltoparlantes obsesionantes. —
La tierra y el pasto (¡oh, el encanto
iel pasto!) nos dan, no sólo dichos co-
orados y espinas hábilmente disimu-
adas, sino también reposo, higiene al
ima y quietud a los nervios. —.
¿Hay acaso algo más hermoso que
evantarse con el alba y, allí nomás, 3
0 rústico, despreciar olímpicamente el
'afé y dedicarse amorosamente al pan
“de ayer” o la galleta untada con miel
que usted mismo recogió, y con la cual
te ensucia manos, cara y ropas? —
Se siente más bueno, incapaz de ma-
ar una mosca y dispuesto, con pacien-
tia de estoico, a todos los chismes que
a cocinera recogió en el pueblo.
“Comidas sanas, sin ensaladas raras
ni especias explosivas: un democrático
Juchero humeante y fruta, mucha fru-
“a que usted tuvo la infantil alegría de
arrancar de la planta encaramado a
un árbol, desafiando ramas quebradas,
amén de las orugas y las avispas. .
Y luego, los paseos a caballo a la luz
de la luna; las estrellas que le hacen
guiños allá arriba; las luciérnagas con
su farolito a cuestas; el viento que lo
envuelve con el aroma de las florcitas
de mil colores. ¡Si por allí cerca hay un
arroyo, ¡bueno!, entonces con el encan-
to del agua, el cielo drillante y la lu-
na, mucho cuidado!... Hasta el más
Prosaico se siente contagiado de poesía
y es susceptible de escribir todo un ro-
mance a la. “Ventura de vivir” o cantar
en un soneto a “La noche plateada”.
Y sé acuesta dando gracias a su pa-
trón y rogando por su felicidad y la
le toda su familia por haberle hecho
A gracia de unas semanas de campo.
Por eso, quien lo llegara a ver, notaría
mx sonrisa santa en su cara. Lo mismo
jue cuando era chiquito y le prometían
levarlo al día siguiente a Palermo.
'Claro que todo esto usted lo imagina
así, dejando a su poderosa imagina-
“ión volar sin freno ni medida, hasta
jue un grito agrio del jefe tiene -]la
“irtud de hacerlo aterrizar.
Es una razón grande (más grande
que el campo); que para llegar al bien,
« necesario antes pasar por el mal.
Junto al problema de las vacaciones
te alistan una serie de pequeños pra-
Aemas afines: .
— Papá: necesito para un traje de
nontar. Como supondrás, pienso adel-
zazar haciendo paseos a caballo...
_— Cáramba, hijita... Los asuntos
ho van bien del todo... Dime ¿no Do-
irías arreglarte con algo de lo mío?
O si no:
— Querido, vamos a tener que retar-
dar nuestra salida hasta la semana
próxima. No conseguí aún la crema que
ni cutis necesita.
—Pero:.. ¿cómo? ¿No decías que
bas a dejar respirar los poros? Me
mMazino que con agua y jabón podrás
arreglarte. Al fin y al cabo haremos
vida de camping y no de sociedad. ¡Y
tras tú la que envidiaba a un campa-
ento de boy-scouts!
— Oh, siempre el mismo. .., toman-
1o todo al pie de la letra!...
Púes ocurre que llega al campo 8
descansar. Por lo menos esa es su fina-
lidad. Comienza por fastidiarse cuando
ñ la primera noche, agotado de tanto
andar y disponer, se apresta 2 ir a la
tama. Cuando está por dormise, justa.
mente en ese instante que convierte al
hombre en un asesino si lo incomodan;
un mosquito se encarga de darle la
nanvenida. : La lucha es terrible! T.az
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Furioso, da patadas a los repollos
revienta las ciruelas caídas.
En la puerta, dos paisanitos lo con-
emplan con un aire “sobrador”. -
A los tres días se aburre. Mira el
cielo y, en tugar de maravillarse:
— ¡Qué calor! ¿Por qué no lloverá?
Si llueve, rezonga porque el sulky
no puede llevarlo al pueblo, y una
vez en el pueblo grita porque el úni-
co cine está pasando una película de
Pola Negri, El bandoneón lo molesta;
7e un sapo y chilla; las vacas con su
solita tan graciosa le dan rabia, y las
zallinas no ponen huevos.
Usted piensa: -
—.. Pero entonces, ¿no existe una
meca a donde van los iniciados en los
secretos de la tranquilidad del espíritu
atribulado? (La terminología. es. in-
fluencia del campo, aunque a usted
20 le parezca.)
Claro que existe. Pero usted le dis-
ara. ¿Por qué no pone una carpa
¡lejado de las casas y vive a lo indio?
A pesar de todo, vuelve encantado.
Más flaco y desgreñado. Pero conten-
10. Los tres meses del invierno los
asa contando a sus amigos sus cace-
as fantásticas. Y vuelve a soñar pa-
ía las próximas vacaciones y a decir:
¡Qué descansada vida la del que huye
Jel mundanal ruido!...
¡Que desc. ..ada vida...!
Por MARIA LUISA GESTRO
mosquitos del campo deben tener un ge-
vio aparte que miran por su bienestar y
alud, pues para ellos no hay mosqui-
eros, ni humo suficiente para detener-
os. Pasó la primera noche en medic
le manotazos tirados al azar con la re-
nota ilusión de aprisionar en uno de
:llos al intruso; tras múltiples esfuer-
os se decide a quitar el mosquitero,
¡acudirlo y volverlo a colocar. Aprieta
a perilla de la luz. ¡Qué iluso! A con-
'ormarse con una vela, Pero... ¿y los
ósforos? Todo está tan obscuro, que
10 se divisa ni la propia mano. Aban-
onada toda esperanza, se somete al
estino pérfido.
Y muy resignado se apresta a dejar-
e devorar. Por si fuera poco, en el
atio un perro corre a un gato en una
atahola infernal, y una laucha se acer-
'a a la cama a enterarse del por qué
le tanto desorden...
¡Por fin la mañana! Pide una ducha
le agua fría; una mujer le trae un
:achito con dos litros de agua.
—. 7 Y eso?
—Para lavarse, señor, Se descompuso
] molino. Si quiere más, vava al pozo
7 bombee.
-Es cuestión de entregar heroicamen-
e los hígados. Y cuando lo hizo, tie-
1e más ganas de tenderse que acica-
arse. Ingenuamente el paisano le pre-
unta si está atacado de viruela; su
xxpresión es harto significativa. No
wntesta y trata de desagraviar la no-
:>he en un desayuno sano, a base de
nate con pan y miel. Al primer in:
ento de llevarse a la boca el prepa:
ado, se detiene bruscamente: a su vez
a miel está untada con moscas. Las
.spanta. Nada. Echa a correr a la
quinta próxima a la casa. Peor. Como
+1 fuera un cometa le sigue una cola
le moscas de todos los tamaños, ne-
rras, azules y tornasoladas. Vuelta a
as sacudidas a diestra y siniestra.
Juiere competir con los criollos que
1-su llegada vió en la estación .y por
290. se pone, muy ufano, amplias bom-
Jachas y se arma hasta los dientes; y
1e aquí que ni el facón ni eso. pareci-
lo a una escopeta le ayudan a matar
al miserable bicho.
SU DOLOR VUELA
Sin dejar rastros (aún en ayunas)
el GENIOL calma su dolor, de-
volviéndole un alegre y saluda-
ble bienestar.
Tome un GENIOL y estará
contento.
o MILLONES DE PERSONAS Lo TOMAN
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IN TURO DE GENIOL UNO TREINTA