24 de Noviembre de 1937
- La pesca (Continuación de la página 28)
zauces lo permiten. Fáciles de pescar; has, que han llamado poderosamente
si se observan ciertas precauciones 14 atención. , N
se prestan más para ser cazados con En el río San Javier, provincia de
anzuelos artificiales. órdoba, habitan truchas de diversos
En varios lugares de la provincia amaños, lo cual no puede ponerse en
le Buenos Aires hay lagunas pobladas — uda por ser muchos los aficionados
le peces. Entre ellas podemos nombrar ue han tenido ocasión de pescarlas.
las de Chascomús, Lobos, Mulitas, ete., or otra parte, la División de Piscicul-
lemasiado conocidas para “insistir. * + ura ha repoblado muchas zonas des-
El Delta del Paraná, como el mismo — rrovistas de especies, dotándolas de
río, con sus semilleros de islitas y ria- ejerreyes, salmones, truchas, etc.
chos, es otro de los parajes que brinda Córdoba, pues, constituye igualmente
muchas ventajas para pasar unos días tro punto adonde el veraneante puede
deliciosos, dedicados a la pesca, que hay irigirse en la esperanza de no ver
n abundancia. Constituye esta zona efraudadas sus esperanzas pescade-
m formidable pescadero, que se ex- iles, -
jende indefinidamente desde Misiones, Todavía no se sabe que otros lugares
Alto Paraná, hasta su desembocadura. lel país contengan especies comestibles
- que sean de importancia colectiva.
LA PESCA EN CORDOBA in duda, son infinitos log ríos aún vír-
Desde tiempo atrás Córdoba ha ad- :enes que guardan más de una sorpre-
quirido cierta importancia para los aa los aficionados ansiosos de reno-
aficionados por el hecho de encontrarse ar las gratas emociones que ofrece la
:n algunos de sus ríos apreciadas tru- esca.
¡25 años han... _
(Continuación de la página 43) -
li
as voces de aliento de su madre y de
sus amigos íntimos, y la enorme fe
¡ue tenía en sí mismo, operaron a ma-
riera de sedante en su sistema mner-
rioso. Y ágilmente saltó sobre su má-
quina, dispuesto a iniciar el vuelo que
nmortalizaría su nombre. El motor
>0omenzó a roncar furiosamente, acu-
¡ando un funcionamiento excelente, Se-
Buenos Aires recibió al día siguien-
2 a Fels con un júbilo pocas veces
emostrado, Fué el hombre mimado cel
somento. No pudo, en esos días, cami-
1ar libremente por las calles. Las mu-
res le arrancaban los botones de su
haquetilla militar. No pocas lo be-
aron. Apenas era reconocido, formá-
ase una manifestación. Fué arresta-
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-a me parecía que no podía ser verdaa!..
>undos antes de partir, telefónicamen-
e, SU Madre preguntó por él, y se le
contestó que ya había salido. La ave-
viguación maternal lo emocionó evi-
lentemente. Casi en seguida levantó
Fels su brazo izquierdo, y quienes su-
etaban el Blériot se hicieron a un la-
lo, dejándolo libre. Corrió la máqui-
na unos sesenta metros, y, suavemen-
te, comenzó el vuelo, Dió una vuelta
sobre la pista y tomó franco rumbo
a la meta. Abajo, en El Palomar, tres
amigos a la espera de novedades,
as
Tres horas después llegó la noti-
:1a del triunfo sensacional, Fels, el
yxavo conscripto,: luciendo el unifor-
ne militar, había llegado a Monte-
video, conquistando con ello el “récord”
nundial de vuelo sobre agua que de-
.entaba hasta entonces el teniente fran.
cés Bagué. Buenos Aires vibró de en-
-usiasmo delirante. La población se
volcó en las calles. El telégrafo era
impotente para transmitir los milla-
res de telegramas que se dirigieron al
néroe inesperado, Desde el primer man.
Jatario de"la nación hasta el más hu-
nilde de los ciudadanos, todo el mun-
lo celebró la proeza increíble, En los
teatros se habló al público de la haza-
ña. Los diarios agotaron sus edicio-
nes, casi acaparados sus espacios por
'os detalles del vuelo estupendo.
o por orden ministerial, a causa de
aberse ausentado del país sin per-
iso, a, mejor dicho, por “haber sido
éroe sin anunciarlo”, La medida dis-
iplinaria fué dejada sin efecto, y el
residente Sáenz Peña lo ascendió a
2bo,. después de la amonestación que
>: imponían los reglamentos militares.
:/08 banquetes se sucedieron y las re-
ompensas se multiplicaron. Desde un
10noplano Deperdussin hasta plaque-
as y medallas de oro, todo le fué
ado en premio a su vuelo inigualable.
=_
De todo esto ya han transcurrido 25
30s, Hoy, Teodoro Fels, el cabo Fels,
irme en sus actividades, ejerce la
efatura de tráfico aéreo en la' Direc-
ión de Aeronáutica Civil. He hablado
cho con él en estos días, y juntos
emos evocado los pormenores de la
azaña, cuyas bodas de plata se cum-
len el 1% de diciembre próximo, Y “de
1s labios, entre tantísimas cosas inte.
2santes, escuché una expresión de de.
>:0s imposibles de satisfacer:
— ¡Cómo me gustaría vivir de nue.
o aquellos días inolvidables de la
viación de 1912, 1913!...
— Cuando en el ambiente aeronáu-
ico todo era amistad, camaradería,
ordialidad, y, sobre todo, desinterés —
gregué yo.
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