N la intersección de las calles Ro-
sario de Santa Te e Ituzaingó,
a una cuadra de la plaza San
Martín, una vieja esquina atrae
'a atención del visitante. Es una cons-
:rucción que data de principios del si-
glo XVIII, en cuyo frente, por la calle
Zosario de Santa Fe, hay dos plantas
de edificación, la baja y el primer piso,
y por la calle Ituzaingó consta de plan.
a baja solamente. -
El edificio tiene las características
le la época colonial, Según se supone,
2n su construcción debieron intervenir
quienes construyeron la iglesia de San
Francisco, que es del mismo tiempo,
7 tal vez sea obra de los padres Pri-
moldi y Bianchi, arquitectos jesu:tas
que residían en Córdoba allá por el
año 1720,
Fué el primer propietario del edi-
ficio doña Laura Ladrón de Guevara,
la que lo transfirió a su sobrina, doña
Catalina Ladrón de Guevara, como re-
galo de boda al casarse con don José
Rodríguez, Doña Catalina fué propie-
taria del inmueble hasta el 11 de no-
riembre de 1796, en que se vendió en
temate público por la suma de 11,903
pesos. Lo adquirió don Antonio Fra-
gueiro, y de éste pasó a diversas per-
sonas, hasta el año 1925, en que lo com-
pró el gobierno de la provincia de Cór-
doba, cuando ya estaba instalado el
museo que se inauguró oficialmente el
16 de mayo de 1919 por el entonces
ministro de Gobierno, doctor Gregorio
N. Martínez.
Se le llama “Casa del Virrey” porque,
según se dice, residió en ella el mar-
qués don Rafael de Sobremonte cuando
tué gobernador intendente, el año 1789,
y diez y siete años después, en 1806, du-
rante la invasión inglesa que obligó
il virrey a viajar a Buenos Aires,
fijando su residencia en Córdoba.
La casa consta de quince habitacio-
1es, diez en la planta baja y cinco en
el primer piso, cuya fachada mira e
la calle Rosario de Santa Fe. Casi en
su totalidad se conserva su nrimitiva
Ta
DA
onstrucción, pues no ha sufrido mo-
ificaciones de importancia. Mantiene
2 apariencia de un hogar colonial.
os muebles, tapices, libros, mapas, ob.
tos diversos y colecciones se -han colo.
ado tratando de respetar el aspecto
“adicional en las diversas salas. Se ha
grado así la más perfecta recons-
rucción de la época.
Con el primitivo nombre de Museo
'olitécriico fué dispuesta la creación
el Museo Colonial por decreto del go-
ierno de Córdoba el 24 de enero de
887, y se dispuso que se encargara
e su organización a don Jerónimo La.
'agna., presbítero de reconocida com-
POESIA DEL PASADO
A EN El
ed, ,
CABual
CORDOBA
Un rincón del
primer patio y
de la galería.
Por -
CARLOS
JEROME
poesía del pasado. Y mientras se leen
manuscritos y libros, se admiran cua-
Iros y tapices, candiles de bronce, ca.
ñones labrados, aperos, espadas y mos-
juetes, se revive el pasado y se siente
2] aroma de la historia que ha quedado
yrisionero para siempre entre los mu-
"os de la Casa del Virrey, para que el
visitante pueda aspirarlo como una flor
argeada de recuerdos...
canones, morteros y
roqueles de la énoca.
se s que e
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netencia, quien desempeñó la dirección
hasta el año 1911. Le sucedió en el
:argo el 28 de septiembre de ese año
:1 doctor Jacobo Wolf. Al fallecer és-
:e, el doctor Deodoro Roca, y después,
7a con el actual nombre de Museo Co-
onial, el doctor Pablo Cabrera, a quien
sucedió el actual director, don Godo-
:redo Lazcano Colodrero.
El 24 de octubre de 1911, durante
2) gobierno del doctor Rafael Núñez,
:1 antiguo Museo Politécnico fué divi-
Jido en tres museos: el Colonial, que
28 del que nos ocunamos en esta nota:
] de Ciencias Naturales y el de Bellas
irtes. Estos dos últimos están instala-
los en otros edificios.
El Museo Colonial reúne en sus dis-
intas salas y patios interesantes co-
ecciones de muebles, libros, documen-
os, mapas, tapices, armas y objetos
le toda clase que evocan el remoto pa-
'ado de Córdoba. El visitante, al reco-
Ter sus patios empedrados, al andar
ntre los viejos árboles, al contemplar
2 luz a través de rejas forjadas por
Jacientes artífices y encontrar en ga-
erías y rincones panzudos tinajones
¡jue hablan de otros tiempos; al ver los
echos de las-amplias salas, con obscu-
'as y macizas vigas entrelazadas; al
vollar, en fin, los rojos ladrillos, vive
a lJevenda. la tradición. la nenetrante
Fachada del Museo Colonia!
Ina venta-
na con reja
an el primer
nalin.
Uno de los salones de exposi-
ción de muebles y obietos de
la émnora
Juán y
=erta de
.átrada en
2 Casa del
'Tierey. -—
Altar mayor del ora.
torio.
Dtro rincón evo-
sativo de la Casa
del Virrey.
ETA ¡
Er Ir