Full text: 27.1937,8.Dez.=Nr. 1403 (1937140300)

MUNDO ARGENTINO 
UN DIARIO COMEFRAILES 
A Patria Argentina”, que dirige 
Juan Gutiérrez, es el arquetipo 
del diario comefrailes. Basta 
abrirlo para caer en la cuenta 
de ello. El artículo editorial del ejem- 
plar que corresponde al 5 de diciembre 
se intítula “Fariseos”. Y comienza así: 
“Tuvimos ocasión ayer de escribir al- 
gunas palabras con motivo de los fu- 
neralea celebrados en el convento de 
San Francisco, con motivo del falleci- 
miento del obispo Patrón. Al acto cle- 
rical que nos ocupa se había querido 
dar tode la fiereza inquisitorial con 
que, generalmente, suélense producir 
os frailes. Aneiros había desertado, 
C 
e 
.. 
DD. 
Primera semana de diciembre de 1884; promedia la presidencia de Roca, 
jobierno de paz y administración, como el general mismo dijo al recibir de 
nanos de Avellaneda las insignias del poder, el país registró un impulso con: 
iderable en su progreso, que las estadísticas, alguna vez recordadas aquí, ponen 
le relieve con toda elocuencia, En el año que evocamos fué sancionada la lla. 
nada ley de educación común, que todavía nos rige, a pesar de los embates 
¡ue desde entonces le dirigen los católicos. No obstante, el conocido liberalismo 
le Roca, y el más recalcitrante aún de su ministro de Instrucción Pública, el 
loctor Eduardo Wilde, nos cuesta ahora comprender cómo pudo sancionarse 
ma ley tan liberal.en materia de enseñanza. Una ley que, sin duda, no pasaría 
¡ictualmente en ninguna de nuestras Cámaras, Es que viviamos allá por 1884 un 
iberalismo a ultranza, como nunca ha vuelto a repetirse entre nosotros. Eran 
os tiempos, para citar un solo sintoma, en que el doctor Ramón J, Cárcano es- 
:andalizaba a todo el mundo católico con su audaz tesis sobre “Los hijos adul.- 
erinos, incestuosos y sacrílegos en la legislación civil”. Pero nada mejor que 
:Igunos párrafos extraidos de los diarios puede darnos idea cabal del clima 
deológico de 1884. Veamos... 
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por Arturo Silvestre - 
El doctor Eduardo Wilde, a cargo de 
la cartera en la época que evocamos, 
fué, sin duda, uno de los liberales más 
recalcitrantes que pasaron por el mi- 
nisterio de Instrucción Pública. En su 
ministerio se sancionó la famosa ley 
de educación común. 
pues él contemplará aparentemente im. 
pasible la agitación clerical, que secre- 
tamente promueve desde las sucristías. 
Aneiros ama demasiado la sibarítica 
vida que lleva. De banquete en ban- 
quete, de fiesta en fiesta religiosa, de 
fiesta an fiesta patriotara, para él 
transcurre la vida de la manera más 
regalada. He aquí los grandes maestros 
de las consumadas artes del buen vi- 
vir. Así, que aunque bueno es pro- 
curar el reinado social de Jesucristo, 
tal cual lo entienden los frailes, no hay 
que dejar lo cierto per lo dudoso, ni 
jugar en la contienda pitanzas y re- 
palías sin cuento” 
Nadie podría ahora decir cosas ta- 
les de una alta dignidad eclesiástica, 
como lo era el injuriado arzobispo a la 
sazón - de Buenos Aires. No sólo no lo 
tolerarían las autoridades; no lo tole- 
rarían tampoco los liberales más recal. 
citrantes. Es otra sensibilidad la de 
esta época. Pero no terminan allí los 
ataques de “La Patria Argentina”, Si. 
gamos leyendo el editorial: 
“Nombrado por el pueblo, el gobier. 
no y el Congreso Argentino, el virtuo- 
so Dr. Esquiú, las intrigas jugaron en 
la pérfida corte de los papas, y el Dr. 
Esquiú tuvo el dolor de recibir de Ro- 
ma una carta en que se le pedía su re- 
nuncia “porque no era el o por 
Dios a ejercer tan alto cargo”. Sabido 
es que los fariseos de Roma siempre wn. 
vocan el nombre de Dios para ejercer 
la iniquidad. Por tan simestra y tan 
villana intriga, se vió despojado uno de 
los pocos frailes virtuosos que hayan 
existido, de un alto y justo honor que 
le diecernía su patria...” 
Y, para terminar, otro párrafo, en 
al que se alude a la enseñanza laica 
implantada en las escuelas oficiales por 
.mperio de la ley que acaba de sancio- 
1arse: 
“A él no le era dado blasfemar, co- 
no lo hiciera Chapo, en los transpor- 
es de su perorata. “Todo lo tenía pre- 
xisto (se refiere a Patrón) en la serie 
le sucesos que había pasado a su vis- 
A... Vetalo con claridad en los aten- 
ados ya consumados contra la infan- 
dia...” El repugnante fraile llama 
1tentados contra la infancia el librar a 
las escuelas públicas de la lepra del 
lericalismo...” 
Todos los días “La Patria Argenti- 
14” publica un edtiorial contra la lgle. 
sia, los sacerdotes, etc., de este tono. 
El clima, sin duda, era propicio para 
sancionar una ley como la 1420. 
EL GOBIERNO Y LA IGLESIA 
Ahora una noticia procedente, tam- 
ién de “La Patria Argentina”, que 
nuestra cómo las gastaba el gobierno 
lel general Roca con la Iglesia. (Nos 
yroponemos mostrar el clima que per- 
nitió surgir a la actual ley de educa- 
ión común.) . 
“Dijimos ayer, en una moticia, que 
toy sería remitida al Dr. Feijó, de Sal. 
a, la contestación a su mota, comuni 
ando haber sido electo Vicario Capitu. 
ar por mayoría de votos de aquel Ca. 
vldo Eclesiástico en la sesión del 16 
lel mes anterior, y ya indicábamos los 
'undamentos de la contestación. Nues- 
ra noticia está ampliamente confirma 
'a. El ministro Dr. Wilde le dice er 
u nota, que el Gobierno no lo recono 
e en tal carácter de gobernador in- 
2rino de la diócesis, puesto que él mis. 
20 ha declarado está de acuerdo cor. 
28 doctrinas del Obispo Risso Patrón, 
v que significa desconocer al P. E. de 
v Nación los derechos y atribuciones 
ue le acuerdan las leyes del país: 
octrinas que dieron por resultado er 
“ecreto de fecha 3 de noviembre, sus- 
endiéndolo en la administración y ju- 
“sdicción de la diócesis: razones por 
as cuales el Gobierno lo desconoce en 
1 carácter que pretende de goberna- 
lor interino, y le previene que se abs- 
¡enga de ejercer acto alguno en 
'esempeño de esas funciones. La nota 
arte a Salta por el correo de hoy 
Qué dirán los de la Camarilla de Ro. 
ha, Matera y Cía., ante la actitud 
iempre digna y enérgica que asume el 
2, E. en presencia de todas las intri- 
1as clericales? ¿Se convencerán de su 
mpotencia para luchar contra la ru- 
"ón y contra el progreso?...” 
Esta forma orgullosa de invocar la 
'razón” y el “progreso”, es el sínto- 
na más elocuente del liberalismo del 
iglo XIX. 
AGITACION LIBERAL 
Los diarios como el que tenemos en. 
re las manos, pretendían, además, pro. 
'ocar una agitación liberal en todo el 
aís. “La Patria Argentina”, de la 
'echa citada, al comentar el viaje del 
ninistro Wilde a Córdoba, dice: . 
“La prensa liberal indica que el pue- 
no debe hacerle una manifestación a 
u llegada a ésta. La mayoría del es- 
viritu público está templado en favor 
lel Ministro liberal, y es de esperar 
que sea espléndidamente recibido” 
Pero no ocurrió así. El Dr. Wilde 
"ué recibido en la forma ordinaria en 
jue se reciben todos los ministros que 
legan al interior, tanto en Córdoba 
omo en Rosario y otras ciudades que 
visitó. Es que en nuestro país el pro 
Jema religioso no apasiona. No cons- 
ituye, mejor dicho, problema. Es una 
ástima que no lo comprendan así cier. 
os paiticos que se desviven por agi- 
arlo. 
ESTUDIANTES DE AYER... 
Los diarios publicaban por esa épo- 
:as las calificaciones obtenidas por los 
:studiantes, secundarios y universita- 
rios, en las pruebas finales, He aquí 
ilgunas de personas conocidas, y tam- 
ién ilustres en algunos casos: : 
Geografía, 29 año: M. A, Montes de 
Ica, 10: Angel Gallardo. 10. 
Por da época que evocamos, el actual 
imbajador del Brasil, que acababa de 
*ecibirse de abogado en Córdoba, pre- 
entaba una tesis que, por su amplio 
»spíritu liberal, provocó un verdadero 
escándalo. 
rales eran las virtudes del gran fran- 
iscano de Catamarca, que podían re- 
stir a los embates más furiosos de 
'os diarios comefrailes, abundantes en 
la época que nos ocupa aquí. 
Dos excelentes. estudiantes; dos gran. 
'es cerebros, 
Historio Moderna: Antonio Dellepia- 
18, 10;: Angel Gallardo, 10; Octavio 
Pica, 10. 
La alta nota, con respecto al doctor 
Jellepiane, no es sino un anticipo de 
su segura vocación de historiador. En 
:0 que concierne al ingeniero Pico, no 
pasa de ser un buen antecedente, - 
Historia Natural: Máximo Castro, 8; 
Tomás Le Bretón, 7. 
Alemán: Máximo Castro, 10; To- 
nás Le Bretón, 2. 
Esa baja calificación del Dr, Le Bre. 
"ón, en alemán, aumentará, sin duda, 
la considerable simpatía de que goza 
*n el país de su destino el actual em- 
dajador argentino en Francia. Hay que 
a2nviar en seguida la noticia a París, 
Derecho (6*” año): Fernando Sa. 
quier, 9; Geografía (2* año): Nicolás 
hepetto, +. 
No nos extraña esa mala nota del lí. 
ler socialista en una materia tan con- 
:reta como la geografía. 
E, Política: Fernando Saguier, 10; 
Historia Moderna: Luis Mitre, 9; In- 
7lés (4* año): Antonio Dellepiane, 10; 
Ictavio Pico, 10; Luis Mitre, 7. 
La difusión de estas notas, que no 
1acemos por primera vez, sirve ahora, 
lespués de tantos años, para demos. 
rar que no es cierto aquello de que 
os grandes hombres nunca han sido 
»uenos estudiantes. Aunque tampoco 
Jueremos significar por ello que siem- 
pre los buenos estudiantes llegan a ser 
rrandes hombres, 
INFUNDADAS ALARMAS BRASILEÑAS 
Nuestras relaciones con el Brasil no 
:rTan por cierto cordiales, como lo fue- 
ron luego. De ahí que a menudo pro- 
vocasen infundios periodísticos como el 
que vamos a reproducir, en sus párra- 
fos esenciales, de acuerdo a la versión 
que publica “El Diario” en su edición 
2el 5 de diciembre. El artículo se in- 
titula “Los argentinos se arman”. Y 
lice, entre otras cosas: 
“Son del todo graves las denuncias 
que han aparecido últimamente en va- 
rios diarios de la frontera, respecto a 
manejos argentinos, denuncias que no 
han sido desmentidas por ninguno de 
los órganos de Buenos Aires que pres- 
tan sus buenos oficios al gobierno de la 
vasa Rosada...” 
Son tan disparatadas las denuncias, 
jue nadie podía tomarse el trabajo 
le desmentirlas, Ya verá el lector: 
“Hemos recibido, en efecto, noticias 
vaco iranquilizadoras del empeño con 
ue nuestros vecinos, parodiando la as. 
ucia y previsión adoptadas por los pru. 
sanos en sus relaciones con la Fran- 
“a de Napoleón III, procuran darse 
uenta de la topografía de ciertas co- 
narcas fronterizas, y enterarse por me. 
lio de hábiles yy pacientes investigacio- 
(Continúa en la página 31)
	        
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