UE haya entre los pretendidos
videntes una abundante pro-
porción de charlatanes, es la-
mentable, por cierto. Pero la
tidencia existe; bastaría haber visto
perar a personas de gran clase, como
Mile. Laplace, Pascal Fortuny, Mada-
me Mahé, para convencerse de que hay
mn ellos una poderosa facultad de adi-
rinación, y a veces, también —— ¡pero
:uánto más incierta!, — una eficaz
ectura del porvenir,
Por lo demás, en diferentes países
ya se han tomado en cuenta estos ex-
traños fenómenos, hasta el punto de
legar a utilizarlos en un servicio pú-
blico donde la credulidad es precisa-
mente lo que hay que evitar: la po-
icía.
EL VIDENTE SEÑALA AL CULPABLE
Veamos algunas anécdotas. En la
casa central de la Caja de Ahorros de
Varsovia, se ha cometido un robo im-
ortante: un cliente comprueba la des-
iparición de gran cantidad de acciones
que había dejado en depósito.
Tres señoras empleadas, responsa-
»Jes del depósito, fueron inmediata-
mente despedidas, -
Una de estas mujeres conocía, por
'ortuna, la reputación de un notable
vidente llamado Ossowiecki, cuyo ofi-
io era el de ingeniero de obras públi-
:as; lo que prueba que la misteriosa
"acultad de videncia no es de ningún
modo incompatible con una actividad
resueltamente práctica.
Esta señora fué a ver a Ossowiecki
y le expuso la situación moral desas-
trosa en que se encontraba, lo mismo
que sus dos compañeras. Al confiarle
a lamentable situación material en
que quedaban ella y sus hijos, que no
tenían padre, logró que el vidente se
apiadara .de ella. En resumen, Osso-
wiecki venció los escrúpulos que habi-
tualmente le asaltan en el momento
de utilizar sus facultades, y consintió
In ocuparse del asunto. Su reputación
le aseguró, sin mayor trabajo, el con-
curso de la policía y de la dirección
le la Caja de Ahorros.
Tenemos así al vidente sobre .el lu-
zar del hecho. Ante tedo, investiga;
e hace indicar los lugares en los cua-
es habían estado los títulos desapare-
idos y se ocupa de revisarlos cuida-
losamente: un geste característico de
sta clase de mediums. De pronto, el
ostro de Ossowiecki se- ilumina, y ex-
Fe. a
MUNDO ARGENTINO
D AS experiencias realizadas con el ojo eléctrico — que no se
equivoca como el ojo humano — prueban que ciertos individuos,
los MEDIUMS, poseen la propiédad paradojal de enviar a distan-
ria un cuerpo fluídico capaz de desplazar objetos, de golpear en
las paredes, de accionar sobre aparatos eléctricos... Y he aquí que
esto, dicho sea al pasar, viene a aclarar el viejo problema muy poco
estudiado de las casas encantadas. :
Pero los MEDIUMS a que nos vamos a referir en esta nota, son
de otra especie: son adivinos, y se les da el nombre científico de
videntes. Su preciosa facultad de adivinación se denomina
VIDENCIA.
.
El
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cia.
la co
Er
ola
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CONOS)
Culpable:
ro Veo en hy
!
r
— Veo la escena... Veo a un señor
ue entra en esta pieza; escoge entre
»8 documentos aquí depositados; dejo
no y mete los otros en una cartera,
ajo el brazo; después sale de la casa
in ser molestado... Debe ser un em-
leado, pues su presencia a nadie lla-
na la atención. ¿Veo tan clarament:
este hombre, que si lo encontrara le
conocería! -
— ¿Quiere ensayarlo? — dice el di-
stor, tomando la palabra del vidente,
— Con mucho gusto.
Al día siguiente, sin llamar la aten-
ión de nadie, y como si se tratase de
na simple visita, Ossowiecki circuló.
or los escritorios y reconoció, efecti-
amente, al cul-
able, al que se-
ialó discreta -
nente a los poli-
Ías.
Una pesquisa
echa inmediata-
ente en la ca-
a del empleado,
ermitió descu-
-Yrir los títulos
obados. El la-
rón fué deteni-
'o y las tres mu-
eres recupera-
on sus empleos,
ando gracias...
* la videncia
ichermanx
ola todos lns
ignos de una
iolenta con-
racción inte.
rior.
El doctor. Dufay, de Blois, había te-
sido -oportunidad de comprobar la fa-
cultad de vidente que poseía una joven
sirvienta de la señora de D.., Dets-
lle curioso, esta joven no poseía su fa-
sultad de hiperconocimiento sino cuan-
do se sumergía en el sueño hipnótico,
con ayuda de los pases clásicos ejecu-
tados con las manos. _
Desgraciadamente para ella, esta jo-
ven, a quien llamaremos María, era
víctima de crisis de sonambulismo que
la llevaron a la cárcel, pues durante
una de esas crisis había arreglado las
joyas de su patrona en tal forma, que
después no se pudieron encontrar,
“Mientras María estuvo en la cárcel,
aubo un suicidio enel pabellón de los
ombres; un recluso se ahorcó con su
sorbata. La ató al pie de su cama y
acostándose boca abajo en el suelo, in-
trodujo el cuello en el lazo corredizo,
para producir la estrangulación.
Este suicida era un confeso, y este-
2a acusado de haber asesinado a ha-
chazos a un campesino, Pero era un
asunto enojoso para el juez de instruc-
ción, pues no se había podido encon-
trar el arma utilizada en el crimen, y
el. proceso corría el riesgo de perma-
necer eternamente rodeado de mis-
:erio,
Te
lel
her
el
desp
preci
tado
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Tum
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DONDE ESTA
“L ARMA DEL
JRIMEN? — YO
LA VEO — DI-
CE EL VIDENTE
Veamos ahora
m asunto trági-
0. Se trata de
'n asesinato co-
setido en cir-
unstancias ho-
mhles
"E
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