UZ!
Esta es una de las órdenes
que más se escuchan en un es-
tudio filmador. Una sola pala-
bra que marca la verdadera diferen-
cia que hay entre una mujer pintada
y la encantadora criatara que proyecta
sobre la pantaila. :
A menudo los cosméticos hacen ma-
ravillas, En las tareas cinematográ-
ficas, sin embargo, están directamen-
te asociados con la luz y ambos son in-
dispensables para lograr una buena
realización, Los que han seguido cur-
sos enel arte dramático y aspiran con-
vortirse en ídolos de la sala obscura,
sfren más de una desilusión cuando
llegan a las clases de maquillaje y
"uces.
Ante todo, quien aspira a triunfar
en la pantalla aprende que ninguna
mujer puede esperar jamás tener exac-
tamente la apariencia física de una
actriz cinematográfica. Podrá comprar
todas las clases de rouge, polvo y cos-
méticos que desee, pero no se parecerá
en lo más mínimo a su estrella favo-
rita en la realidad del celuloide, Ante
todo, no puede andar por la calle ro-
deada de un ejército de electricistas
que cuidan que tal o cual rayo de luz
ilumine a tal ánguio su rostro y su
silueta. Además, ¿cómo exhibirse en
público con la clase de maquillaje que
usa la gente de cine?
Ese cutis suave y encantador que
las estrellas lucen en la pantalla, tiene
por base una pintira grasienta, reia-
tivamente obscura, que elimina toda
imperfección de la piel. Sobre esta
capa se coloca otra de rouge, Finai-
mente, se efectúa la aplicación del po:-
vo, que viene a ser una especie de al-
fombra sobre un piso recién encerado.
Después de esto, la estrella penetra
en el set y se sienta o permanece de
pie de acuerdo a las instrucciones del
director. Pero recién cuando se da la
voz de orden. — ¡luz! -— la estrella
se convierte en esa figura que los. pri-
blicos admiran.
Edward Senz, que tiene a su cargo
el departamento de maquillaje y dirige
la correcta iluminación en la Para-
mount, va poco a poco enseñando a los
aspirantes los secretos de belleza en la
pantalla, Comenzó su labor hace diez
y siete años, junto con De Mille y mu-
chas de las más prominentes figura:
actuales, ,
Senz admite que la mayoría de las
estrellas en formación podrían pasar
inadvertidas entre la multitud. Por su-
puesto, él habla desde el punto de vista
físico únicamente, sin incluir en su
apreciación la verdadera base para la
Freta Garbo, a. pesar de
oda su jotogenia, tiene
nuince años más cuando
2 jotógrafo descuida el
letalle de la luz, como
nuede arreciarse arriba.
:onsagración estelar: es dee; tr
ersonalidad, encanto y ? “en”
sin estas cualidades indisf
adustria filmadora no ten*-
nterés en embellecer una
— ¿Qué hacer con una aspirante de
ran talento, pero con un rostro vul
ar o corriente? — se le preguntó e
'enz.
— ¿Qué quiere usted decir con eso
le vulgar o corriente? — interrogó él
:.SU Vez.
— Supongamos que la joven tiene el
nentón hundido, la nariz imperfecta y
as orejas grandes; es pecosa y con el
abello ralo. Hasta tiene feos dientes.
'ero es dueña de un gran talento
Podría hacerla usted suficientemen-
e atractiva como para inspirar cartas
imirativas al público? -
— ¡Hum! — gruñó el técnico, — La
escripción que han hecho no es muy
lJentadora, .Pero, por más que los gor:
rrenda, estoy en condiciones de ase
rurar que sí. . o
"He aquí cómo operaría sobre esta
oven imaginaria: N —
"1. — El mentón hundido. Podría
er “echado hacia adelante” con un
»einado plano, obscureciendo la frente
on grasa y concentrando una lámpara
ue despida un rayo intenso sobre el
nentón,
”2, — La nariz gruesa, Trazar una
nea de cosmético obscuro bajo la cur
'atura de la nariz y espesar el labio
nperior con rouge,
”3. — Las pecas. La primera capa de
intura grasienta las oculta.
”4. — El cabello disperso y las ore-
as grandes. Una peluca resolverií:
Imbos problemas y no parecería arti-
ficial, porque no existe ninguna línea
de demarcación entre-la peluca y la lí-
nea natural de los cabellos.
”5. — Los malos dientes. Enviarla a
un dentista. Pedirle que haga un molde
de sus dientes y sacar de ahí una s:
rie de estuches de celuloide, Estos es:
tuches pueden ser colocados sobre lo:
dientes cada vez que tiene que apare-
“er ante la cámara.”
Tales procedimientos, sin embargo,
son poco comunes, según Senz, ya que
la mayoría de las estrellas poseen su-
ficiente belleza natural y perfección de
líneas, para simplificar considerable.
mente el problema de las luces y el
maquillaje,
— — Es un motivo de sorpresa para
mí —- expresa Mr. Senz — comprobar
la poca importancia que las mujeres
dan a los efectos de luz, cuando ésto:
pueden tener más valor aún que el
arreglo del rostro, ——-. .
-Muchas mujeres que trabajan mo
pueden, naturalmente, controlar la luz
durante las horas del día, aunque po:
drían solicitar a sus jefes en «muchos
Casi imposible de recono-
ter es esta Mary Carlisle
de sombrero, jotograjiada
en plena luz por un ajicio-
nado. Abajo, su rostro er
la pantalla.
MUNDO ARGENTINO
:asos, que reemplacen las lámparas po-
entes que dañan sus ojos con luz in-
lirecta más suave y más favorable
vara las facciones y la vista, Pero
pueden remediar este inconveniente en
Jus: hogares o pueden abstenerse de
»oncurrir a restaurantes y salas de es:
arcimiento, .
Toda mujer debiera arreglar su ma-
ruillaje bajo una luz similar a la que
1abrá en el club o en el salón donde
»xensa pasar la noche. Se comprende
ue los efectos de luz deben ir acompa-
lados por un correcto maquillaje para
urtir buenos efectos. Los especialistas
mn los estudios afirman que lo primero
jue se debe considerar al proyectar
1na nueva apariencia física, es la for-
na del rostro.
Para la cara cuadrada el maquillaje
lebe ser suave y habrá que seleccio-
nar dos tonos de polvo: El más claro
para la frente, mejillas, nariz y men-
tón, mientras que el más obscura se
(Continúa en la página 71:
—Puedo convertir
cualquier . mujer ' nor-
mal en una belleza de
la pantalla: — afirma
un célebre técnico,
Por SOFIA CASTELLI