22
“Santa Cota”, la bruja sanguinaria
Por BARTOLOME DE MIRANDA
Los efectos de la ignorancia y la superstición son tan te-
rribles ahora como hace diez o veinte siglos. Cualguier
frase que pudiera parecer una mera expresión literaria
staría de más. Basta y sobra con la escueta expresión
de los hechos, dejando al lector que saque luego las conse-
cuencias que le dicte la lógica.
Souza Machado y su
nujer, Aurora Cardoso
ie Silva, fueron los pri-
neros que creyeron en
as patrañas de “Santa
Onta”
O que vamos a relatar ha pa-
sado apenas hace un mes o
y dos, en el pueblo de Jura-
menha -— estado de Piauhy,
Brasil, — y si no tuviéramos por de-
ante -crónicas, cartas y fotografías,
creeríamos en la narración de un vie-
jo cuento espeluznante, La tragedia
ha girado alrededor de una loca .mís-
tica a quien tenían por santa. Ella fué
la.que movió los personajes, los trajo,
los empujó, como aquellas diosas y sc-
midiosas de las tragedias griegas
arrancadas a la mitología.
SANTA COTA
En realidad, se llama María Ma-
rinho Pinheiro, .y era maestra de es-
zuela vrimaria: en las “fazendas”” de
MUNDO ARGENTINO
Jesús e o Senhor- do Perpetuo Socorro.
Jos primeros que creyeron en sus
patrañas fueron los dueños .de la casa
donde había instalado la escuela, el
susodicho Souza Machado” y su mujer,
Aurora Cardoso de Silva, -ambos mula-
Los bien subiditos de color. ”
Cuando la “santa” dió alternativa de
discípulos preferidos a estos dos sor-
prendentes hbabiecas, les ordenó que
reuniesen .adeptos para acompañarla a
eumvlir su alta misión de santa...
EL FIN DEL. MUNDO -SE'
APROXIMABA...'
Santa Cota afirmaba -que el fin del
nundo estaba próximo: terminaría -de
"astidiar en. noviembre, días más o me-
1quel estado de Piauhy. La gente .
tulaba María del Coragao de Jesús, o
Santa Cota, y la tenía por mensajera
de las resoluciones celestes a pesar de
su extremada flacura y su nada celes-
le fealdad. .
El año pasado la maestra Marinho
Pinheiro llegó al lugar denominado
Coqueiro e instaló una escuela más o
menos ambulante en la casa de Juan
Souza Machado, “hombre rudo y fá-
¡Imente sugestionable”, según lo cali-
fican ahora.
La maestra, más que en su ocupa-
tión de desasnar parvulillos, se ocupa-
ba en decir a grandes y a chicos una
antidad de noticias verdaderamente
sorprendentes. Lo que menos decía era
ser enviada del Señor. Todos los testi-
ros afirman haberle óído decir mil ve-
res que:
—. Dentra della falava n Coracan de
María Marinho Pinhei-
ro, “Santa Cota”, se de-
xa enviada del Señor y
llamada a cumplir una
alta misión.
108. Como no se salvaría absolutamente
nadie del cataclismo que ella anun-
ciaba en nombre del Señor del Perpe-
tuo .Socorro, no quedaba más. remedio
que obedecerla para ganar la biena-
venturanza en la otra vida que ofre-
ía. Había que estar con ella. Una nu-
be vendría a buscarlos para llevarloa
al cielo. -
ESPERANDO LA NITEK-
En espera del fin del mundo y de la
nube, Souza Machado, que había sido
vaquero y conocía un lugar escondido
en las sierras de "Canastra, donde co-
rre un arroyuelo, para aquel lugar se
llevó a la “santa” y sus. adeptos, cn
números de quince personas. Allí pa-
saron haciendo vigilia y rezando día
7 noche, una larga semana. La debi-
idad les ayudó a ver visiones. Asegu-
an que en la madrugada del 31 de
ulio la luna bajó por ellos hasta una
¡tura apenas de 'diez metros, y que
1eg0 bajó también una nube para lle-
(Continúa en la nágina 74)