Full text: 28.1938,26.Jan.=Nr. 1410 (1938141000)

26 de Enero de 1938 
Doble hallazgo 
(Continuación de la página $7) 
que me presente. Emilio Crayer... 
—- ¡De Crayer, el armador? 
— Es mi padre. 
— ¡Ah! 
Y a pesar de “su fortuna”, de sus 
veinticinco mil francos, Katia tuvo un 
Jeslumbramiento. ¡Los Crayes de Am- 
beres! ¡Los más ricos armadores del 
país! - 
— Encantada. Y permítame que yo 
también me presente... Catalina Bou- 
lant, de Bruselas. 
— Y..., ¿Ya usted a casarse? 
—A ver a mi familia y a mi novio... 
Mi novio se llama Mauricio... Mauri- 
io Pertins... Alto empleado de banca. 
— Felicitaciones. Feliz mortal. 
— ¿Por qué me mira de ese modo? 
— Porque me gusta..., porque me 
gustaba usted locamente, 
— Yo prefiero gustar sensatamente. 
Además, yo creía que... le gustába- 
mos las cinco, Le pusimos de mote 
“Monsieur Cing”. —. 
— Muy gracioso, Me agradaban to- 
las, Me interesaba usted, Pero... 
Suspiró. Y luego: 
— ¿Me permite invitarla a cenar? 
— No. Es decir. Cenaremos juntos, 
a la inglesa. : 
— ¿Entre paisanos, señorita? Y yo 
cambién quiero agasajarla por lo del 
brillante. Es un deber patriótico, 
— Como usted quiera. 
Cenaron. Emilio Crayer —- discreto 
— no pidió champagne. Pero sí una 
botella de borgoña, del más caro. 
Se habló de la Exposición, de las 
otras señoritas del “Quinteto”, del fe- 
liz Mauricio, de Judith, de Marius... 
Llegó el tren. 
Emilio Crayer despidióse de Katia en 
el pulimann, no sin ayudarla a trans- 
portar su valija hasta la portezuela, 
y diciéndole: 
— Que sea usted: muy dichosa con 
Mauricio. Y si va a Amberes, ya sa- 
be mi nombre... Crayer, Emilio, de la 
Jasa Crayer, el armador. | 
Descendió Katia del tren, medio ma- 
rcada: por la velocidad, por el borgo- 
ña, por su encuentro con “Monsieur 
Cing”... Y por su impaciencia, delicio- 
sa, de abrazar a Mauricio, 
Mauricio Pertins era aquel joven 
elegante que a la salida, en el gran 
corredor de acceso a los andenes, la es- 
peraba, inmóvil, frío, serio. Más que 
serio, ceñudo, taciturno. Katia quiso 
correr hacia él, y le flaquearon las 
piernas. 
Y Emilio Crayer, que se disponía a 
salir de la estación, con su maletín en 
la mano, se detuvo, curioso, Porque le 
parecía que el recibimiento de Mauri- 
cio a Kadia no era nada cordial. Peor 
aún: que aquel joven elegante, sin 
perder su actitud rígida, le decía a 
Katia cosas bastantes crueles. Y — no 
cabía duda — que la rechazaba con un 
ademán desdeñoso y de furia conteni- 
da, implacable. Por fin, Mauricio, a 
paso de gimnasta, desaparecía de la 
astación, sin volverse. Y la pobre Ka- 
tia quedábase, abandonada, anonadada. 
Como si Bruselas entera acabase de 
hundirse a sus pies. 
VIII 
— ¡Señorita Katia! 
Ella no pudo hablar. Estaba lívida. 
Temblaba toda. Y, maquinalmente, se 
dejó conducir por Emilio Crayer, apo- 
yada en uno de sus brazos, al buffet 
le la estación. 
El había pedido para ella una taza 
de tilo. Y esperó a que bebiese un 
sorbo y se recobrase un tanto, para 
lecir: fué? 
¿QU rozó. balbuceó : 
TODOS LLEVACIOS el DESTINC 
en las LINEAS de las MANOS 
Por el protesor REMO ALGANI 
Consultorio 
Quirosófico 
“Tmsun”, — Espíritu sensible, Se ca. 
sará. No podemos decirle ni aproxima- 
damente si tendrá bienes o no de fortu- 
na su futuro esposo, pies eso habría 
que leerlo en su mano. Por otra parte. 
sus signaturas no nos expresan que con. 
traerá enlace con una persona de for. 
tuna, ¿Por qué tanto interés por el di- 
aero? El dinero, ni quita ni da felici- 
dad. 
Estudiante de la Escuela de Mecánica. 
— Su mano es una red de pequeñas lí- 
?eas. Le agrada tener dinero, ¿A quién 
20 le agrada? Pero no será rico. Hoy 
Xense una cosa y mañana otra. Usted 
2s Una persona de índole muy contradic. 
oria; muchas costumbres heredadas lo 
dominan, Se casará. Tendrá hijos. 
Camila, de Villa Dominico. — Su pul- 
zar revela que está usted acostumbrada 
a pensar con entera independencia. Eso 
> lo que constituye la personalidad, en 
manto a las ideas. Pero, en cuestión de 
sentimientos, su línea del Corazón nos 
induce a pensar que será usted presa de 
zo de esos amores que duran toda la 
vida, 
Olga. — Es verdad. Hay una línea he- 
pática. Salud perturbada, pero sobre to- 
do por los desarreglos que hace usted. 
No sea glotona. 
Abelardo. Pehuajó. — Tiene usted su- 
ma prudencia. En pocas manos hemos 
visto un cuadrángulo tan firme como 
en la suya. Obsérvese usted mismo la 
alma. El cuadrángulo queda en el me. 
lio, casi formado por la línea del cora. 
n, la de la cabeza, la hepática y la 
;aturniana. Hay cierta filantropía en 
sus actos. Es dadivoso. No derroche el 
linero. Su prudencia se ejerce sobre to- 
do para con los extraños, No tendrá pe- 
sares de esos que ensombrecen toda una 
vida. En términos generales, su existen- 
cia se deslizará sin contratiempos y ha.- 
lagado por la posesión de cosas terre- 
nales 
A. Z. - LAS ROSAS, - Mano fuerte, An- 
cha, Bien hidratada, Voluntariosa y defi- 
ida, Es la mano de una persona que des- 
tiende de generaciones entregadas a los 
trabajos manuales, Sin embargo, demucs- 
tra que existe una naturaleza sensible, y 
que sabe apreciar y hasta interpretar el 
arte, Las pequeñas líneas (número 1) en 
el Monte de Mercurio revelan que usted 
no será munca lo que se llama un estu- 
lioso. Es, sobre todo, un instintivo. Y sus 
mejores aciertos se los proporciona su tem- 
Jeramento, La línea 2 revela una natu- 
raleza.tumultuosa, fogosa, Y, además, 
¿ambios y contradicciones en su conduc- 
“a sentimental, La línea (3) es una sa- 
turniana bastante prometedora, Confirma 
jue hay una gran versatilidad en usted, 
y que ha hecho o hará un casamiento por 
linero, La línea 4 es índice de una ima- 
nación mórbida, casi oriental. Sus ideas 
:stán ligadas siempre con sensaciones. Su 
xperiencia es puramente personal, No le 
mporta la conducta de los demás, y no 
aca provecho de ella, A veces se borran 
2n usted las fronteras entre la realidad y 
-2 fantasía, y todo se confunde en un pla- 
10 de idealismo, La línea 5 corrobora lo 
Jicho, La 6, le asegura una madurez más 
veposada. Buscará, entonces, el equilibrio 
y el triunfo de la razón sobre el temperzr- 
mento. Las líneas 7, 8 y 9 hablan de sus 
liversos amores, pasados y futuros, El 
.mor ocupa gran parte de sus horas. Su 
rida toda es un fenómeno de amor al pró- 
¡imo y así mismo. La 10 nos habla de una 
Jitalis potente y armoniosa, La 11, mar- 
ca una rama en la línea del corazón que 
tiene tendencia a dirigirse al Monte dt 
Saturno y otra al de Júpiter. No es o se- 
rá muy feliz en su vida matrimonial, Ls 
13, confirma lo anterior, La 13, demues. 
tra que hay suerte relativa. La 14, que 
asuntos del corazón se opondrán a su pros. 
peridad material, aunque no tenga nada 
que ver con ella, en el fondo, y aunque, 
al final, serán factores de éxitn serurn. 
Admiradora de MUNDO ARGENTI- 
NO. Bernal, — ¡Hum! ¡Esos mnervios! 
Debe moderarse, pues la educación (nos 
eferimos a la del espíritu) contribuye 
mucho a la felicidad de las personas, 
?or otra parte, si abandona el proyecto 
le que nos habla, saldrá ganando su 
Tranquilidad futura. Su vida cambiará 
nuebo pasadas los 30 años. 
“Emperador Jones”, Almagro. — Dine- 
"o. Bastante dinero. (Fíjese en la línea, 
jue atraviesa la mano, desde el Monte 
lel Sol (debajo del dedo anular) hasta el 
Vonte de Venus (la parte ancha con que 
>) dedo grande se une a la palma). Pero 
1Igunos pequeños signos nos revelan que, 
i bien no derrochará su dinero, no sa- 
ATA tammoco. cómo arcrecentarlo: 
Una desesperada. — Cierto. Saturno 
lomina en su mano, Pero no es como 
vara presentir cosas tan trágicas o tris- 
es. Su parte buena, en las signaturas. 
stá debajo del dedo meñique, Será us- 
ted sobre todo, feliz, y eso es lo que 
importa. No se preocupe por enfermeda- 
des que no tiene. No hable de “enemi. 
T0S”* eSN PX COSA de vitanas. .. 
Gabriela H. T, — No evacuamos con- 
ultas de la naturaleza que usted nos 
ormula. 
Alejo. — Es usted algo excéntrico. Per. 
¿enece a esa clase de personas a las cua- 
les les gustan siempre “las Últimas nove. 
dades”; cuide menos su ropa, sus ma. 
tos, sus Uñas y su peinado, y haga algo 
más por perfilarse en la vida como una 
persona útil. Perdone el, consejo, pero 
'n hemos extraído de su nronia mano. 
T, Y. — Ideas mal digeridas. Usted lee 
ero no hace juicios respecto a sus lec- 
uras, que tampoco sirven para fijarle 
10rmas de conducta. Tendencia a la 
risteza y a quedarse pensativo... sin 
ensar en nada. 
-— ¡Algo... horrible! ¡Qué desenga- 
io y qué vergienza, Dios mío! 
Y tras una pausa, enjugándose el 
llanto con el pañuelo: 
—.Condúzcame usted a casa de mis 
padres... Calle de Nápoles, 50. 
.— Con mucho gusto, Katia. Pero so- 
déguese antes. Concluya esa infusión. 
e hará bien. No me diga nada, si no 
'abe decírmelo. 
Flia levantó la cabeza. 
— Y..., ¿por qué no debería decír- 
selo? Sí; se lo digo a usted que es 
m caballero... Mauricio es... un mi 
serable. Imagínese usted... Pero no... 
Es demasiado vergonzoso... Nunca lo 
mibiera creído... 
— Pero...., ¿qué? 
— Pues... Que me ha tratado de 
:stúpida por haber devuelto el brillan- 
e... Que me ha diche que no quiere 
teber nada con una bersona que, te- 
71 
niendo una fortuna en la mano, la des. 
precia... Que entre nosotros todo ha 
:oncluído... Que él no carga con una 
necia como yo por veinticinco mil fran- 
:05..., En fin, horrores. La idea de 
que podíamos haber sido ricos, aunque 
fuera deshonrándonos, le ha vuelto lo- 
20... ¡Ah, pero más vale así! Porque, 
naturalmente, yo ya nada quiero con 
ese hombre, que piensa como un ban- 
dido... 
— No, Katia — respondió Emilio, — 
piensa como un hombre ambicioso y 
sin escrúpulos... No procede dien... 
Claro que un hombre que tiene esas 
ideas... amorales y una mujercita co- 
mo usted no... Digo, quizá no deban... 
Usted es toda pureza, Katia. Y Mau- 
ricio... 
— ¡Un ganster! Y yo no me caso 
:on un ganster. 
Se levantó: 
— Lléveme usted, se lo ruego, a ca- 
sa de mis padres. 
— ¿Y nos volveremos a ver? - 
— Mañana mismo, Yo regreso a Pa. 
rís mañana mismo. 
—. Y yo igual. 
Y 
Y así fué. “Monsieur Cinq” la con- 
dujo a la pensión de madame Van Dul- 
ken, Y Katia se lo presentó a sus com- 
pañeras, con estas palabras: 
— “Monsieur Cing”, Emilio Crayer, 
de Amberes, mi novio, Porque ya no 
me caso con Mauricio, He reñido con 
Mauricio. Ya os contaré. 
— ¡Baza mayor quita menor! -— di- 
jo, venenosa, Nadia, 
— No, señorita, nada de eso — re- 
puso “Monsieur Cing”, — Quien ha 
encontrado una fortuna soy yo. Katia 
sólo encontró un brillante, que, al fin 
y al cabo, no es más que una piedra 
luminosa. Yo he encontrado una mujer 
linda, inteligente y virtuosa. O sea, la 
felicidad. 
Y todas — menos Nadia — aproba- 
ron, con las bocas y los ojos sonreídos, 
a “Monsieur Cina”, 
| Hace tantos años... | 
(Continuación de la página 55) 
CA 
División territorial d de Organización 
representativa y administrativa (que 
»stos tres propósitos forman un con- 
junto), no ha permanecido mudo por 
no haber aparecido en la Tribuna de la 
Asamblea Nacional... Quizá, según la 
'dea que se pueda tener de esta asam- 
bea, ha observado una política hábil 
nara preservar las cosas útiles al bien 
general de toda persecución particular. 
Tal vez haya convenido al patriotismo 
del señor abate Sieyés esperar que su 
plan de División para Francia haya si- 
do maduramente reflexionado y adop- 
tado por la Asamblea Nacional, y que 
se pueda en fin contar con una Cons- 
titución antes de reaparecer en nombre 
y en persona. 
La popularidad del abate, desde que 
dió a conocer su famoso “¿Qué es el 
tercer estado?”, era muy grande. 
COSAS DE RUSIA 
De Rusia, donde gobierna Catalina 
1, la Grande, llegan las siguientes no- 
ticias: 
La emperatriz, según cartas de Vie- 
na del 2 de enero, ha ordenado que el 
Regimiento de Coraceros de Cathari- 
noflaw se llame en lo sucesivo Regi- 
miento del Príncipe Potemkin. 
Y luego: 
Esta soberana ha dirigido al Prín- 
sipe de Saxo-Coburgo una muy gra- 
ciosa carta, en la cual le señala su sa- 
tisfacción por la victoria obtenida en 
Martinesca, sobre el Rymncik. Su Mu- 
jestad Imperial ha añadido al favor 
de esta carta una espada enriquecida 
con brillantes estimados en 830.000 rw 
Tos, - 
Rerpalo realmente rerio.
	        
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