”.
VIOLETA MORRIS, LA QUE NO
QUISO SER MUJER
Por ERNESTO CG. -MILORD” * ”
En su época de
atleta de re-
nombre, Violeta
fué campeona
de levanta-
niento de. .ne-
na
Y O tenemos habitaciones desocu-
N padas...
L — ¿Cómo que no hay? Ten-
Y. go informes de que tiene us-
:ed varias habitaciones desocupadas, y
axijo que me ceda una.
— Le repito a usted que no hay.
Y hemos terminado! — concluyó el
notelero, con aire desafiante.
El dueño del hospedaje — uno de
:s0s hoteles de provincia que. tanto
abundan en Francia — realmente te-
nía habitaciones disponibles, pero, des-
confiando de su. inesperada clienta,
1na mujer alta, de aspecto atlético y
demasiado desenfadada, no quiso co-
*rer el riesgo de alojarla en su casa.
— Conque no hay habitaciones, ¿eh?
Ya verá usted! — Y uniendo la ac-
ción al pensamiento, la mujer se acer-
ró al hotelero, lo tomó de las solapas
y lo arrojó por la primera ventana
que encontró, con la misma facilidad
con que se arroja una pelota de papel.
Así solía reaccionar Violeta Morris,
a extraordinaria mujer que viste pan-
-alones, guía automóviles de carrera
; es campeona de levantamiento de
esas y otros deportes no menos viri-
es, y ahora — según anuncia el ca-
Xe —.se halla envuelta nada menos
que en un proceso por asesinato.
Su infortunada víctima no recordó,
seguramente, que Violeta Morris era
a mujer que había arrojado a un
'nmbhra nar la ventana. De la rantra
io, hubiera evitado el incidente que
costó la vida. -
LA MUJER A LA QUE LLAMAN.
“SEÑOR”
“Una mujer mata a un hombre”.
uste título en una página dedicada a
a crónica policial de cualquier diarir
del mundo, no implica más comenta-
de que: “Otro drama más.” Efectiva.
nente, otro drama más que hubiera
asado como muchos ante la estática
ndiferencia de la gente, de no ha.
»er sido la protagonista del mismo
Violeta Morris, aquella célebre atleta
7 cantante francesa que llamó extra-
ordinariamente la atención por sus ex-
:ravagancias, hace poco más de diez
2ños.. “e a
“Violeta Morris es la deportista más
deportiva de Francia... Violeta Mo-
rris practica todos los sports y el de-
porte es la única razón de su existen-
ia”. Tales eran los, términos con. que
se distinguía a esta mujer en. aquel
2ntonces. Y en tren de describirla, era
común oír: “Ante el volante de uno
Enel volante de uno: de
sus coches de carrera y con
el infaltable cigarrillo en la
“oca, se la confundía fácil-
mente con un hombre.
de sus tres automóviles de carrera,
da lecciones de audacia, de serenidad
y de energía al hombre de mejor tem-
ple... Violeta Morris ha olvidado la
manera de vestir una falda, de suje-
tarse unas medias, de calzar unos za-
patos Luis XV. Violeta abandonó las
valas femeninas y comenzó por ves-
irse de “cow-girl”, como las domado-
ras de circo, para luego dejar a un
lado toda fantasía y adoptar resuel-
tamente el traje masculino. Pantalón
argo y saco para uso corriente, y
pantalón corto, botas altas y saco de
cuero para los días deportivos... Vio-
leta Morris fuma de tal modo, que es
difícil verla un solo momento sin un
cigarrillo entre los labios, y bebe whis-
ky por series de copas que pagan, a
turno, ella, en primer término, y sus
"antertulios del har, después... Tiene
con su abogado en uno de los
pasillos de los tribunales de
París, durante la vista de la
lemanda que hiciera a la
"ederación Femenina Sporti-
a de Francia por habérsele
*"mulsaria de dicha entidad
Frente a. su negocio de venta de ac-
cesorios. para automóviles” en París
era muy frecuente: verla así, en la
vuerta,.con su nestimenta masculina
la voz- ronca, el. paso largo y pesado,
la mano” recia, y “bajo sis ¿abellos
muy: cortos; -un ceño “adustó y una
mirada queno cede ante nadie ni an-
te. nada... Violeta Morris es, para -to-
do aquel que no la conoce, un. hom-
bre. Los mozos del restaurante le lla-
man “señor” al atenderla, y el vecino
de mesa le dice: “Perdón, señor”, al
pedirle el salero...”
> Ese es.el retrato. de esta excepció-
nal figura. que hoy comparece ante
105 tribunales de: París para. ser juz-
¿ada por el asesinato. de Joseph Le-
cam, ex legionario francés, ¡Triste fin
de una: mujer que no quiso vivir en
s1 sexo!
PRACTICO LOS MAS RUDOS
DEPORTES
Ella no había nacido para ser mu-
er. Desde pequeña, en sus juegos, se
vonía de parte de los muchachos; ha-
Jaba y sufría los mismos desvelos y
.fanes.. A la mayoría aventajaba en
uerza y rapidez, llegando, en mérito
. ello, a ungírsele “varón honorario”.
sus travesuras, sus modales, todo, en
alidad, -la confundían con un varón.
Así, en esa forma, fué Violeta Mo-
ris, hija de un militar francés, dise-
ando su personalidad. Pasada la mi-
eZ, el atractivo de los deportes — en
sa época muy masculinos — no se
nostró ajeno a su temperamento, lle-
:ando a distinguirse como atleta de
rrandes y reconocidas aptitudes. Prac-
icó los más rudos y difíciles, y en
odos ellos supo destacarse con relie-
es bien” propios. Fué campeona de
vantamiento de pesas; corrió prue-
as de velocidad; se hizo especialista
:n lanzamientos y llegó a marcar un
-écord mundial tirando la bala.
Su nombre fué admirado en todos
os círculos, y las mujeres la tomaban
omo ejemplo de cultura física, como
ndice del progreso que podía asumir
» deporte en el sexo débil. El halago
del triunfo le sonrió en innumerables
Continúa en la nácina ciocnienta!