Full text: 28.1938,9.Feb.=Nr. 1412 (1938141200)

”. 
VIOLETA MORRIS, LA QUE NO 
QUISO SER MUJER 
Por ERNESTO CG. -MILORD” * ” 
En su época de 
atleta de re- 
nombre, Violeta 
fué campeona 
de levanta- 
niento de. .ne- 
na 
Y O tenemos habitaciones desocu- 
N padas... 
L — ¿Cómo que no hay? Ten- 
Y. go informes de que tiene us- 
:ed varias habitaciones desocupadas, y 
axijo que me ceda una. 
— Le repito a usted que no hay. 
Y hemos terminado! — concluyó el 
notelero, con aire desafiante. 
El dueño del hospedaje — uno de 
:s0s hoteles de provincia que. tanto 
abundan en Francia — realmente te- 
nía habitaciones disponibles, pero, des- 
confiando de su. inesperada clienta, 
1na mujer alta, de aspecto atlético y 
demasiado desenfadada, no quiso co- 
*rer el riesgo de alojarla en su casa. 
— Conque no hay habitaciones, ¿eh? 
Ya verá usted! — Y uniendo la ac- 
ción al pensamiento, la mujer se acer- 
ró al hotelero, lo tomó de las solapas 
y lo arrojó por la primera ventana 
que encontró, con la misma facilidad 
con que se arroja una pelota de papel. 
Así solía reaccionar Violeta Morris, 
a extraordinaria mujer que viste pan- 
-alones, guía automóviles de carrera 
; es campeona de levantamiento de 
esas y otros deportes no menos viri- 
es, y ahora — según anuncia el ca- 
Xe —.se halla envuelta nada menos 
que en un proceso por asesinato. 
Su infortunada víctima no recordó, 
seguramente, que Violeta Morris era 
a mujer que había arrojado a un 
'nmbhra nar la ventana. De la rantra 
io, hubiera evitado el incidente que 
costó la vida. - 
LA MUJER A LA QUE LLAMAN. 
“SEÑOR” 
“Una mujer mata a un hombre”. 
uste título en una página dedicada a 
a crónica policial de cualquier diarir 
del mundo, no implica más comenta- 
de que: “Otro drama más.” Efectiva. 
nente, otro drama más que hubiera 
asado como muchos ante la estática 
ndiferencia de la gente, de no ha. 
»er sido la protagonista del mismo 
Violeta Morris, aquella célebre atleta 
7 cantante francesa que llamó extra- 
ordinariamente la atención por sus ex- 
:ravagancias, hace poco más de diez 
2ños.. “e a 
“Violeta Morris es la deportista más 
deportiva de Francia... Violeta Mo- 
rris practica todos los sports y el de- 
porte es la única razón de su existen- 
ia”. Tales eran los, términos con. que 
se distinguía a esta mujer en. aquel 
2ntonces. Y en tren de describirla, era 
común oír: “Ante el volante de uno 
Enel volante de uno: de 
sus coches de carrera y con 
el infaltable cigarrillo en la 
“oca, se la confundía fácil- 
mente con un hombre. 
de sus tres automóviles de carrera, 
da lecciones de audacia, de serenidad 
y de energía al hombre de mejor tem- 
ple... Violeta Morris ha olvidado la 
manera de vestir una falda, de suje- 
tarse unas medias, de calzar unos za- 
patos Luis XV. Violeta abandonó las 
valas femeninas y comenzó por ves- 
irse de “cow-girl”, como las domado- 
ras de circo, para luego dejar a un 
lado toda fantasía y adoptar resuel- 
tamente el traje masculino. Pantalón 
argo y saco para uso corriente, y 
pantalón corto, botas altas y saco de 
cuero para los días deportivos... Vio- 
leta Morris fuma de tal modo, que es 
difícil verla un solo momento sin un 
cigarrillo entre los labios, y bebe whis- 
ky por series de copas que pagan, a 
turno, ella, en primer término, y sus 
"antertulios del har, después... Tiene 
con su abogado en uno de los 
pasillos de los tribunales de 
París, durante la vista de la 
lemanda que hiciera a la 
"ederación Femenina Sporti- 
a de Francia por habérsele 
*"mulsaria de dicha entidad 
Frente a. su negocio de venta de ac- 
cesorios. para automóviles” en París 
era muy frecuente: verla así, en la 
vuerta,.con su nestimenta masculina 
la voz- ronca, el. paso largo y pesado, 
la mano” recia, y “bajo sis ¿abellos 
muy: cortos; -un ceño “adustó y una 
mirada queno cede ante nadie ni an- 
te. nada... Violeta Morris es, para -to- 
do aquel que no la conoce, un. hom- 
bre. Los mozos del restaurante le lla- 
man “señor” al atenderla, y el vecino 
de mesa le dice: “Perdón, señor”, al 
pedirle el salero...” 
> Ese es.el retrato. de esta excepció- 
nal figura. que hoy comparece ante 
105 tribunales de: París para. ser juz- 
¿ada por el asesinato. de Joseph Le- 
cam, ex legionario francés, ¡Triste fin 
de una: mujer que no quiso vivir en 
s1 sexo! 
PRACTICO LOS MAS RUDOS 
DEPORTES 
Ella no había nacido para ser mu- 
er. Desde pequeña, en sus juegos, se 
vonía de parte de los muchachos; ha- 
Jaba y sufría los mismos desvelos y 
.fanes.. A la mayoría aventajaba en 
uerza y rapidez, llegando, en mérito 
. ello, a ungírsele “varón honorario”. 
sus travesuras, sus modales, todo, en 
alidad, -la confundían con un varón. 
Así, en esa forma, fué Violeta Mo- 
ris, hija de un militar francés, dise- 
ando su personalidad. Pasada la mi- 
eZ, el atractivo de los deportes — en 
sa época muy masculinos — no se 
nostró ajeno a su temperamento, lle- 
:ando a distinguirse como atleta de 
rrandes y reconocidas aptitudes. Prac- 
icó los más rudos y difíciles, y en 
odos ellos supo destacarse con relie- 
es bien” propios. Fué campeona de 
vantamiento de pesas; corrió prue- 
as de velocidad; se hizo especialista 
:n lanzamientos y llegó a marcar un 
-écord mundial tirando la bala. 
Su nombre fué admirado en todos 
os círculos, y las mujeres la tomaban 
omo ejemplo de cultura física, como 
ndice del progreso que podía asumir 
» deporte en el sexo débil. El halago 
del triunfo le sonrió en innumerables 
Continúa en la nácina ciocnienta!
	        
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