Full text: 28.1938,9.Feb.=Nr. 1412 (1938141200)

9 de Febrero de 1938 
| 0 A “ . (Continuación de la página 47) 1 
f ANÉMONAS | 
ces y los halagos del mundo? ¡Ah, po- 
bre Rosalinda! ¡Pobre desventurada 
criatura que los hados malogran cuan- 
de apenas asomaba a la vida!” ¿Sabe 
lo que ocurrió entonces, Raúl? 
— Hombre, no tengo la menor idea 
- repuse. — ¿Qué ocurrió? 
— Con los ojos brillantes, dejándose 
arrastrar por la emoción de mis pala- 
bras, Fanny murmuró a mi oído: 
“:Qué profundamente sensible eres, 
Juanito! Cada día que pasa me siento 
más feliz de haberte conocido. Pero 
ahora no te aflijas; creo que tu pri- 
mita Rosalinda ha reaccionado,” “¿Eh? 
¿Cómo lo sabes?”, exclamé estupefacto. 
“Mírala; allí está.” Mientras aún se 
escuchaban los últimos compases de 
“uno, dos; abróchate los zapatos”, mi- 
ré hacia donde me indicaba Fanny. Fué 
como otro tiro disparado a boca de 
jarro. Susana se hallaba cómodamente 
sentada en un sillón, junto a la puer- 
ta de acceso. Estaba pálida y me mira- 
ba fijamente, como si quisiera tala- 
drarme con los ojos. Presa de un aton- 
tamiento que me hizo perder el control 
de mis actos, vi cómo Susana se po- 
Día de pie al terminar el fox y venía 
hacia nosotros. Las dos se saludaron 
sonriendo, casi con afecto. “Perdone, 
señorita, que los interrumpa — comen- 
zó Susana. — Pero creo que Juan abu- 
sa demasiado de su bondad.” “No com- 
prendo — respondió Fanny. — ¿Qué 
quiere decir usted, señorita?” “Quiero 
significarle que él sabe muy bien que 
usted no debe agitarse mucho. Hace un 
rato largo que los observo, y creo que 
los movimientos bruscos de la danza le 
agravarán el mal.” “¿El mal? — re- 
pitió Fanny, cada vez más asombrada. 
— ¿Qué mal, señorita?” “Perdone, Ro- 
salinda; pero su primo me lo contó to- 
lo...” ¡Ah, Raúl! Cuando recuerdo 
aquella escena, siento escalofríos. 
— Cuenta, cuenta. ¿Qué ocurrió des- 
Jués? 
-—. Desconcertada por las palabras de 
Susana, Fanny exclamó: “¿Rosalinda? 
¿Su primo?... Pero, ¿qué está usted 
diciendo, señorita?” “Que Juan, su prí- 
mo, me habló del mal que la aqueja, 
de la afección a los pulmones.” Mi 
amigo calló para serenarse. Era evi- 
lente que a la sola evocación de aquel 
momento sus nervios se excitaban. Lla- 
mó al mozo para pagar la consumi- 
ción, 
— ¿En qué terminó el conflicto? 
— No sé, no sé, Cuando oí que Su- 
sana, después de llamar a Fanny, Ro- 
salinda, y hablarle del primo, y cuan- 
do ya abordaba el tema de los pulmo- 
nes, mis piernas empezaron a vacilar 
como las de un ebrio, negándose a sos- 
tenerme, Hice un esfuerzo y me alejé 
rápidamente de ellas, subí a mi habi- 
tación, hice las maletas con la rapidez 
de un prestidigitador, y un cuarto de 
hora más tarde abandonaba el hotel, 
tumbo a la estación del ferrocarril. 
Ya ves. Me hallaba a un paso de la 
felicidad cuando dos promesas lo re- 
dujeron todo a escombros. Vamos. 
Cuando estuvimos en la calle, como 
1 siguiera la ilación de una idea, mur- 
muró con laz parsimonia del hombre 
vencido, derrotado en toda la línea: 
— Ahora, después de lo que pasó, 
me asalta a menudo el convencimien- 
tc de que soy un muerto que anda. No 
te das una idea de lo que hicieron de 
mí dos mujeres de aspecto inofensivo. 
Bueno, Raúl, te dejo. Llámame por te- 
léfono y te daré más lata. ¡Chau, 
riejo!... 
Juan se aleja con la cabeza ligera- 
mente inclinada sobre el pecho, la es- 
zalda un poco encorvada y el paso 
ento de los fracasados. No sé por qué 
ixtraña asociación de ideas, de pron- 
0 recuerdo al pez que se debatía fu- 
?osa e inútilmente entre los voluptuo- 
sos tentáculos de la bellísima y subyu- 
>ante anémona. 
El examen prenupcial | 
(Continuación de la página 29) 
»vitado acogiéndose a los beneficios 
que le acuerda la ley 12.331 al facili- 
ar los medios para obtener un certifi- 
ado prenupcial que la ponga a cu- 
ierto de desagradables. sorpresas en 
1 futuro, 
No hemos señalado este aspecto pe- 
10s0 para referirnos a la imperfección 
le la nueva ley, sino a fin de llamar 
a atención de las mujeres sobre un 
vunto digno de ser meditado. 
EL EXAMEN ES SENCILLO 
Estado incluído el examen prenup- 
ial en el articulado de la ley 12.331, 
to realiza el ideal de previsión preco- 
zado por los higienistas, quienes as- 
iran a lograr por ese medio un siste- 
aa completo de defensa de la salud y 
le la vida de las futuras madres y de 
u venidera descendencia, Por ello, con- 
iste solamente en un análisis de san- 
Ire y un examen médico igual a los 
Me muchos se han hecho hacer alguna 
'ez espontáneamente al sentir la me- 
or. dolencia. 
Esto es todo, 
Poca cosa para hacer estremecer de 
»rror a las personas sensatas, 
Un examen prenupcial completo 
xigiría, además, algún otro requisito, 
gualménte sencillo y destinado a der 
% alerta alos futuros padres sobre el 
eligro de contagiar a sus hijos cual- 
tuier enfermedad infecciosa que ellos 
adezcan, sobre todo la tuberculosis. 
2] examen médico ya mencionado y 
ma radiografía de tórax es suficiente 
ara ello. 
LA PROHIBICION DE CASARSE 
Otro temor que se apodera del espí- 
itu de los enamorados y, sobre todo, 
le las enamoradas al ofr hablar de 
xamen prenupcial, es el de que se les 
rohiba casarse si su salud no es per- 
'ecta. Este nace también de la falta 
le preparación anterior con que el pú- 
llico ha visto poner en vigencia la ley 
2.331. , 
El doctor Augusto Turenne en su 
bra “Protección pre-natal del niño” 
e expresa del siguiente modo sobre 
sta ley de tan enorme trascendencia 
cial: 
“El certificado prenupcial debe ser 
i epílogo de un largo proceso de con- 
iencia, iniciado en la adolescencia, por 
nedio de la educación sexual y culti- 
'ado hasta el momento que la fórmula 
gal sea una simple formalidad acep- 
ada sin esfuerzo por cerebros prepa- 
'ados para ello, desde el momento que 
a individualización sexual se hace pre- 
ente. Así concibo el certificado pre- 
vupcial “costumbre”; esperar a que el 
,dulto haya comprometido, con la fa- 
acia de una experiencia imperfecta, 
u conciencia sexual es minar por su 
ase todo el edificio que tan penosa- 
vente vamos construyendo.” 
Negligés 
* 
Realizado en voilé 
piqué de gusto flo- 
ral y tonalidades 
Muy suaves. 
echo en organza bleu con 
bandas incrustadas frun- 
"idas del mismo material. 
Interpreta 
numetír “e 
nanco con ... 
ros” -- 
Jonfeccionado en viye= 
la escocesa verde y 
blanca con adornos 
blancos. 
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