ESPUES de bregar durante 
cuatro años en su primera pre- 
sidencia a favor de su vasto 
programa de reorganización de 
a economía nacional, el presidente 
toosevelt no había logrado imponer su 
'New Deal”, que en resumidas cuen- 
as significa barajar de nuevo las car- 
2% para empezar otro sistema econó- 
nico mediante la “redistribución de la 
iqueza”. 
Se oponían a este programa ciertos 
soderosos círculos financieros, para 
¡uienes el sistema preconizado por el 
residente era excesivamente izquier- 
lista. Hasta se llegó a tildar a Roose- 
relt de comunista o cosa parecida, cuan- 
lo en realidad su ideología no puede 
ser mús dispar con Jos conceptos fun- 
iamentales de la orientación social de 
os soviets, 
Sin embargo, dichos intereses echa- 
'on mano a todos los recursos de que 
disponían para obstaculizar la aplica- 
ión de las leyes que el Congreso san- 
ionó de acuerdo con el “New Deal”. 
Uno de los principales recursos era la 
nvalidación de las leyes especiales so- 
re el trabajo a través de la Suprema 
VJorte, que en aquella época contaba 
'0n Una mayoría de jueces cuyas opi- 
ROOSEVELT "ANZA UN CONTRAATAQUE 
Por ROBERTO NAVE 
iones no concordaban con las del pre- 
sidente. La forma de obrar era senci- 
la. Cuando se trataba de aplicar una 
le las nuevas leyes, se presentaba al- 
raien ante los tribunales locales im-. 
vugnando la constitucionalidad de la 
nisma. El fallo se apelaba hasta llegar 
il más alto tribunal del país, donde 
wariablemente se le declaraba incons- 
itucional, anulando de este modo la 
bor legislativa. — , 
Con esta maniobra se esterilizó la 
bra del presidente a través de cuatro 
Mos de lucha por decidir primeramen- 
e cuáles serían las medidas más conve- 
lientes -— cosa que se realizó después 
le un laborioso estudio a cargo de téc- 
ticos y especialistas — y después con- 
eguir que la legislatura convierta en 
eyes las medidas propuestas. 
La actitud de la Suprema Corte era 
obstáculo poco menos que insalva- 
6 de Febrero de 19838: 
En esta forma trata. de salvar a su programa 
de sobierno de una derrota inminente 
:5as inversiones a sabiendas, y el pú- 
sico así lo comprendió, Otros discur- 
108 sobre el mismo tema por altos 
»ersonajes que acusaban a Jos gran- 
les capitalistas de *sabotear” la po- 
ítica del presidente, con el grave pe- 
igro de causar otra crisis de propor- 
siones, hizo que las tan numerosos 
»artidarios: del presidente dentro de 
as filas populares se pusieran detrás 
ie éste como un solo hombre, crean- 
lo un estado latente de agitación en 
ontra de las “sesenta familias que 
-on dueñas del país”, según el libro 
le Ferdinand Lundberg. i 
En este ambiente agitado,  Roose- 
velt mismo intervino. “para calmejr 
os ánimos”, y su mensaje tenia el 
ispecto de un ofrecimiento generoso 
ie paz dado a los adversarios en fran- 
:a derrota. 
Sus grandes condiciones de demago- 
o le han valido para oponer a la 
:lase encumbrada en sus millones a 
os millones que forman el pueblo, y 
le este modo se prepara a rehacer au 
'New Deal” sobre la base de una 
economía dirigida”, a la cual ten- 
Irán que hacer grandes concesiones 
as principales industrias del país. 
EXIT. 
Es un aperi- 
ivo maravi- 
loso, ¿verda 
Julia? - 
Querido: 
10 por nada 
'mpre 
-emos 
SEF-BRANCA. 
2n casa. 
Cuando en estos días de calor el apetito 
se muestra remiso, el Fernet- Branca 
es de eficacia sorprendente. Tenga 
siempre en casa una media botella 
del verdadero Y único Fernet-Branca. 
Toosevelt habla siempre directamente 
t su pueblo por intermedió de las 
woadcastings, y le plantea los pro- 
Xemas de gobierno para obtener el 
anoyo ponNUlar. 
le, y hubiera imposibilitado toda ac- 
ión a no ser que en las elecciones pre- 
idenciales el pueblo eligió nuevamente 
. Roosevelt a la primera magistratu- 
2 con una mayoría impresionante, 
Apoyado en este mandato popular, el 
residente en su segundo perfodo inició 
in ataque contra el principal obstáculo 
ue se oponía a sus planes: la Suprema 
vorte, Consiguió, después de efectuar 
na campaña violentísima, que la ma- 
roría de los miembros dentro de ese 
tugusto cuerpo estuviesen a su favor 
n lo que respecta a sus planes econó- 
ricos. . 
Fué a esa altura que los intereses 
loderosos a que hemos aludido lanza- 
on un ataque a fondo para despresti- 
iar al presidente, demostrando que s1 
'estión frente al gobierno sólo había 
ervido para empeorar la situación del 
aís. Ya en la fucha por transformar 
. la Suprema Corte habían conseguido 
ivídir al partido del presidente, el De- 
nocrático, de modo que los más conser- 
ads nuelgas vic. 
entas se han su- 
edido en jorma 
Harmante en mus 
'hos lugares de ta 
Jnión sin que 
toosevelt haya 
ntervenido deci- 
lidamente para 
0ner término a 
As mismas, excen- 
o en forma de ar- 
itraje entre pa- 
rones y obreros. 
¡quí aparece una 
scena bastante 
omin durante log, 
timos «meses en 
as regiones in- 
lustriales de Y 
Jnión: la policía 
% lucha con los 
selgustas. más 
“raltados. 
vadores de entre ese bloque se apar- 
«asen para hacer causa común con la 
nposición.. Al reanudarse las sesiones 
ra había en el Congreso una fuerza 
onderable dispuesta a sabotear todas 
as leyes que originaban en el sector 
Jficialista, situación que podía tornar 
e difícil para el presidente al obligarle 
, hacer concesiones a sus propios par- 
idarios. 
Con la situación política planteada 
le esta manera, empezaron a sentirse 
.n todo el país los prolegómenos de una 
risis económica. Los opositores al go- 
(erno lanzaron, entonces, su ofensiva, 
ilpando a la administración nacional, 
más directamente al presidente, de la 
eclinación en la producción y su con- 
¿cuente aumento en la desocupación. 
Alegaron que había destruído la 
onfianza que debe regir en el mun- 
o de los negocios, lo que daba 
omo resultado el retiro de los capi- 
ales que temían arriesgarse ante la 
.cción del gobierno a favor de los 
breros. En las sesiones extraordina- 
ias el Congreso no sancionó una sola 
ey propuesta por la administración. 
"or lo contrario, parecía organizarse 
ma seria campaña en contra de las 
medidas ya vigentes con el propósito 
le derogar las leyes del “New Deal”. 
De ocurrir. una derrota de esta na- 
uraleza el presidente se vería obliga- 
lo a abandonar todo su programa de 
robierno.. 
ROOSEVELT REACCIONA : 
frente a esta situación en extremo 
,recaria, el presidente preparó una 
contraofensiva con la mayor maestría. 
En primer término, uno de los princi 
vales oradores de su partido, el actual 
procurador general de la nación,” Ro- 
verto H. Jackson, pronunció un dis- 
surso agresivo, acusando a ciertas in- 
Justrias dominadas por monopolios, de 
¡aber aumentado los preciosa su an- 
ojo, lo cual había disminuído las ven- 
as, provocando ellos mismos la crisis 
que las aquejaba, Dijo, además, que, se 
¡staba presenciando una “huelga de 
sapitales”, 
Esta acusación, que cargaba sobre 
: adversario las causas del malestar, 
»bligó a los financistas y banqueros 
, negar públicamente que habían res- 
:ringido- los negocios intencionalmen- 
te. Pero, por otra parte, ya habían 
jeclarado anteriormente que si el go- 
pierno- modificaba su política econó- 
mica ellos no seguirían invirtiendo ca- 
itales en los negocios, Esto implicaba 
mue, en realidad, habían restringido 
Jna escena en la huelga de mujeres 
rabajadoras en Nueva York. Los 
»positores al gobierno acusan al pre- 
sidente de Jormentar los disturbios con 
en actitud pasina. 
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