Full text: 28.1938,16.Mrz.=Nr. 1417 (1938141700)

(5 de Marzo de 1938 
El silencio apasionado 
(Continuación de la página 51) 
ección de su casamiento con Cristián. 
reo, pues, hija mín, que es preferible 
etirar la palabra dada cuando toda- 
ía se está a tiempo. : 
Una onda da alegría dilató el cora- 
ón de Ghislaine. 
-— Entonces, padre, ¿no cometo pe- 
ado si me caso con Jean? . 
— No hay pecado. Pero ante todo, 
ece usted mucho — cosa que no ha he- 
ho hasta ahora. — Pida a Dios que 
2 ilumine, sondee bien su corazón pa- 
a saber si no obedece a un impulso pa. 
ajero, E impóngase una prueba que le 
arecerá dura, pero que es eficaz: la 
Trueba de la ausencia. Si puede, viaje 
nn poco; puesto que la presencia del 
'octor Herbois la trastorna, verá usted 
aejor en sí misma cuando esté lejos 
le él. En todo caso, deje de verlo du- 
ante algún tiempo y ni siquiera le 
scriba, 
— ¿Cómo vivir sin verlo? — gimió 
la. 
— Esa prueba es necesaria, hija mía. 
" cuando con calma haya tomado su 
ecisión, explíquese directamente con 
"ristián, Es bueno y la ama; probable- 
aente le ofrecerá sacrificarse a su fe. 
:cidad... 
Agradecida, Ghislaine prometió se- 
uir hasta el heroísmo los consejos del 
acerdote, que le habían restituído la 
az, Salió de la catedral transportada 
e felicidad, Dios mismo parecía ha- 
erle enseñado el camino. - , 
Pero una repentina angustia se aba- 
1ó sobre su alegría. Puesto que había 
rometido al sacerdote ser dócil a sus 
onsejos, le sería necesario, antes de 
icanzar la dicha, sufrir la prueba de 
1 separación. —- 
(Continuará en el próximo número) 
icidad humana, y, en cambio, para mí 
'esulta una fuente de dolor... Yo, 
me desde pequeña he tenido siempre 
1 temor de hacer sufrir, estoy conde- 
1ada a herir de muerte a quien amo o 
: quien estoy prometida. ¡Yo, que he 
:enido el culto y el orgullo de la fideli- 
lad, debo traicionar a mi novio 04 
ni amor! Padre, no sé qué hacer, no 
"eo mi camino, indíquemelo usted... 
El sacerdote guardó un breve silen- 
10, un silencio lleno de oración, en que 
1 corazón de Ghislaine se apaciguó. 
Después habló: : 
— ¡Pobre. hija mía! — le dijo, — 
Por qué ha llevado sola ese enorme 
eso durante tanto tiempo? Sin un con. 
ejo, sin una oración... Ahora, mire- 
mos las cosas con toda tranquilidad y 
den de frente. ¿Ha amado sinceramen- 
rea si novio? ¿No ha vacilado nunca 
:1 comprometerse con él? 
— Nunca, padre. Mi compromiso con 
Jristián ha sido para toda la vida y 
ara la eternidad. - 
— Y ahora, ¿no lo ama usted más? 
— Lo amo siempre, Pero lo que me 
ortura es que el sentimiento que ten- 
30 para él desaparece cuando el otro, 
lean, está presente. A éste me entre- 
saría yo de cuerpo y alma; con toda 
legría, aunque fuese para ser su es- 
lava, , 
— Entonces ¿es sólo el temor de ha- 
er sufrir a su novio ló que la hace 
1antenerse fiel a sus promesas? - 
=— Sí, padre. . . .—. o 
— ¿No es también el temor del es- 
:ándalo? o 
— Sí, padre; pero a medida que pa- 
sa el tiempo, el temor de hacer sufrir 
se hace más, fuerte que el temor del 
:scándalo. Cristián está enfermo, y es- 
e pensamiento ha.reavivado en mí 
oda mi ternura. ¡Nuestro pasado co- 
nún es tan rico en hermosos recuer- 
los! 
— Y el que ama usted, ¿es digno de 
su amor? 
— Tanto como Cristián, padre, y aca- 
30 Más, si me atreviera a decirlo. Es 
in hombre excelente, a quien todos 
1dmiran, 
-— Hija mía: ¿reo que es el casamien- 
0 con Cristián el que le daría la fe- 
icidad más segura.. Usted conoce su 
'arácter, sabe lo que puede esperar da 
1, La familia de él la quiere a usted, 
La similitud de gustos, de educación, 
le principios, son grandes garantías 
le paz. Hay en todo ello una seguridad 
ue usted no encontraría en otra parte. 
Luego de una pausa agregó el sacer- 
ote: 
Hace tantos años... 
(Continuación de la página 48) 
LEPE LICEO 
MANU 
— 
ugo. Algunos han pretendido que Ro- 
as ha expiado sus crímenes con sólo 
'aber sido tirano y sobrevivir a la caí- 
'a de su tiranía, pidiendo agua ben- 
kta para sus restos y paz para su 
umba, porque, según él, sólo es pro. 
to de chacales lanzar maldiciones so- 
re las tumbas, Parecería como que la 
merte de Rosas nos hubiese sorpren- 
“ido en medio de una descomposición 
toral, en que, apelando a las ficciones, 
e pretenda desvirtuar el santo horror 
or todo lo que es malo y todo lo que 
ueda simbolizarlo. Se diría que el 
entimiento profundo y verdadero que 
08 hizo un día gritar: ¡Muera Rosas!, 
'0 vibrase en todas las almas, y que 
n presencia de su cadáver no mos 
treviésemos- a repetir. que tuvimos 
azón para proferirlo, y que tenemos 
:0 sólo el derecho, sino el deber sagra- 
lo de execrar la memoria del tirano, 
n vida lo mismo que en muerte, en 
1 destierro lo mismo que en la tumba, 
ando hay quien deshoje flores de 
etórica sobre los restos mortales del 
ano, escudando su memoria con su 
adáver, pidiendo plegarias para su 
umba y calificando de chacales a los 
ue maildigun la memoria de un verdu.- 
'0 que ha, hecho estremecer de espan- 
o a la humanidad, es indudable que 
travesamos una de aquellas épocas de 
erturbación social y enervación "mo- 
al, en que, en mombre de las ficcio- 
les, se pretende obscurecer la verdad, 
ebilitando el sentimiento viril que de- 
8 inspirar en todo tiem»o el recuerdo 
— AÁnte- todo, yo debía decirle eso. 
Pero el casamiento cristiano exige el 
ibre consentimiento. Quiere también 
| amor entre los esposos. El noviazgo 
10 es el casamiento; es, en realidad, un 
»eríodo de prueba que permite a los 
“uturos esposos conocerse mejor. Si es 
ondenable romper el noviazgo por ca- 
Jricho — pues este vínculo serio 'debe 
ser respetado, — les es permitido a los 
10vios deshacer su compromiso cuando 
“econocen, de buena fe, que se han egui- 
rocado. El amor que tiene usted por 
Jean sería un obstáculo para la per- 
El “CIDEX”. Feliz combinación de los universalmente conocidos métodos de los eminentes 
Fisiópatas BIER y KUHNE (Neumo-Hidroterápico), con 10 años de constante éxito; para 
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mmm 
Tel crimen y hacer vibrar en todos los 
abios la maldición de la conciencia 
mblevada, cuyo eco debe prolongarse 
m los tiempos. Son síntomas de la 
"poca que atravesamos. Los egipcios 
uzgabdan a, sus reyes en presencia del 
adáver, antes de darles sepultura. 
Aquí parece que se quisiera absolver 
1 los verdugos en nombre de la muerte, 
regando a los vivos el derecho de mal- 
lecirlns ”* 
PIEDAD CRISTIANA 
Sin duda el editorial de “La Nación” 
se refiere a un artículo de “La Améri- 
'a del Sud”, órgano católico, intitulade 
“Una tumba y una profanación”, y que 
se publica en la edición del 18: 
D. Juan Manuel Rosas ha falleci- 
lo en Southampton — se dice allí, — 
ejos de la patría a quien tan infeliz 
hazo, y con el anatema de la Historia 
obre su frente sombría. Pero en pre- 
encia de una huesa aún entreabierta, 
n presencia de los inertes despojos del 
me acaba de comparecer ante el tri- 
vmnal del Eterno, los odios deben aca- 
larse, para dar lugar a la compasión y 
'espeto que la muerte inspira. Quien 
10 tenga el valor de perdonar y com- 
adecer; quien, ya que no se sienta con 
ax cristiano heroísmo, tenga al menos 
stima. de la, humana dignidad y res 
xeto por el buen nombre de la patria 
10 debe, no puede en ningún cuso arro 
ar sobre una tumba no cerrada estas 
alabras que se registran en un diaric 
"e esta ciudad: “¡Rosas ha muerto! Es 
xermitido decirlo a las víctimas para 
“ue lancen la última maldición a su 
verdugo. Ha muerto. octogenario, de 
répito, casi idiota, como murió Tibe. 
“20, aunque por desgracia no como és. 
€, estrangulado por sus cobardes cor. 
esanos” Estos demostraciones, que nc 
lesmerecen ni un ápice, que son infini- 
"amente más reprobables que la danza 
lel canibal en torno de los humeantes 
niembros de eu víctima, son un baldón 
1stampado en la frente de la culta Bue 
108 Aires. 
REO DE LESA HUMANIDAD 
No hemos podido averiguar a qué 
liario pertenecen los conceptos trans- 
Tiptos por “La América del Sud”, Las 
olecciones de la Biblioteca Nacional, 
ue son las que consultamos, se encuen. 
ran incompletas. En la de “El Nacio- 
1al”, por ejemplo, faltan los ejempla- 
es correspondientes a los días 15 al 
9 de marzo, donde debe hallarse la 
1oticia y el comentario de la muerte de 
tosas. “El Correo de España” ofrece 
1na laguna monstruosa: desde el 30 de 
toviembre de 1875 al 15 de mayo de 
877. Veamos ahora lo que dice “La 
rensa”, del 18 de marzo, en un edito- 
dal que lleva por título “¡Rosas!”: —. 
La suerte ha sido clemente con este 
'éspota extraordinario, famoso por ha- 
er dejado atrás a cuantos sex dado 
recordar, en los anales de la tiranía. 
7l delito de Rosas no era político, era 
le lesa humanidad y de los que mere- 
'en penas severas en países en que, Co- 
no en éste, se sostiene aún la pena ca- 
dital para los delitos atroces. ¡Empe- 
"o ha muerto en su cama sin haber pi- 
'ado siquiera el umbral de una cárcel 
?or eso decíamos que la muerte fué cle 
nente con -el bárbaro. Sin embargo 
20 Por eso es menos vigorosa la exe- 
ración de esta sociedad hacia su ver- 
zugo. No por eso pactará la juventud 
:0n los que se lamentan de no vivir en 
tquellos tiempos aciagos, en que bas. 
aba ser “duen federal”, para disponer 
le la vida y de las fortunas de los de. 
nás. ¿Quién era Rosas, en efecto? Si 
o preguntamos a los célebres propa- 
Jandistas y guerreros de la Nueva 
Proya, de Corrientes, de Rodeo del Me- 
dio, de Famaillá, contestan bosquejan- 
-do la figura de un monstruo, de una 
fiera que bebe la sangre de sus seme- 
jantes, despedazados bajo su garra. 
"". Preguntándolo a los rosistas que co- 
nocieron a Oribe y al famoso Masa, 
ellos contestan: “Yo he visto en la sala 
de Rosas, en un baile, las orejas del 
coronel Borda, saladas y presentadas 
1 la concurrencia en una bandeja de 
vlata, Ellos mismos han visto los de- 
yollados y quemados en las calles en ba- 
(Continúa en la página 59) 
55 
ORDEÑAR 
Dedos tiesos por artritis 
Le recomendaron Kruschen. 
Mejorada en un mes 
¡Qué desventaja puede ser una mano 
impedida para la esposa de un granje- 
ro! Lea Vd. lo que dice esta señora so- 
bre sus molestias cuando tenía artritis: 
“Yo sufría de artritis en las coyun- 
turas de mis dedos. Mi dedo mayor es- 
taba tan inflamado e hinchado que no 
podía doblarlo. Como ayudo a ordeñar 
LO u 11 vacas, esto representaba un se- 
tio inconveniente, Compré un frasco de 
Sales Kruschen, como me habían acon- 
sejado, y tomé media cucharadita en 
agua caliente todas lus mañanas, -en 
ayunas. Al cabo de dos semanas, mi 
dedo estaba menos duro, y la hinchazón 
menos evidente. Continué el tratamiento 
(haciendo fricciones con un bálsamo, al 
mismo tiempo), y al cabo de un mes 
podía rordeñar “de nuevo. También me 
siento mucho mejor. A veces, sufro del 
hígado y de ataques biliosos y fuertes 
dolores de cabeza. He estado casi com- 
pletamente' libre de estos males desde 
que tomo Kruschen, y, ciertamente. creo 
que son un gran remedio.” Sra, A. C. P. 
Son los cristales puntiagudos como 
agujas del ácido úrico, que se acumua.u 
217 las coyunturas, los culpables de la 
tortura del reumatismo. Las Sales 
Kruschen disuelven “esos torturantes 
cristales y los expelen prontamente del 
organismo. Es por eso qúe Kruschen 
trae un alivio tan pronto y. confortante 
de los dolores de reumatismo y otros, 
causados igualmente por el ácido úrico, 
Las Sales Kruschen se venden en to- 
das las farmacias a $ 2.20 el frasco, 
y duran mucho tiempo, 
“Apo _ 
MER, 
"E a 4 1.) Ble. .LE:AS 
Unas gotas de Aceite 3-EN-UNO 
darán nueva vida a las bicicletas, los 
patines, los trenes eléctricos, etc. Ade- 
más los conservará flamantes, puesto 
que a la vez limpia y evita'la forma. 
sión de herrumbre, — 
.” 
ax LC 
MIENTE.
	        
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