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LOS MIL Y UN RECURSOS DE
LA INGENIOSIDAD CASERA
PARÁ LIMPIAR ALFOMBRAS DE TONOS CLAROS.
En un recipiente se pone agua clara, y en otro agua mez-
lada con un vaso lleno de amoníaco; con un trapo o una
esponja mojada en el agua amoniacal se frota vigorosa-
mente una parte del tapiz, que habrá sido previamente
batido y cepillado. Rápidamente, con otro trapo u otra es-
vonja empapada en agua clara, enjuáguese. Volver a re-
petir tantas veces como sea necesario este procedimiento
sobre toda la superficie de la alfombra. Déjese secar al
tire, o bien cúbrase con muchos trapos bien secos, a fin
Je auitar toda la humedad.
PARA CALCAR CON LAPIZ O PLUMA. — Si no
1e tiene papel transparente, es suficiente tomar un papel
ordinario y colocarlo sobre el dibujo a calcar; preparado
181, se frota el papel puesto con un algodón embebido en
bencina; la bencina es absorbida y el papel se hace trans-
parente y permite ver los trazos de abajo muy netamente.
Jna vez que el calco está hecho, la bencina al secarse se
-vapora sin dejar rastros, y ya seco el papel, vuelve a
tornarse opaco, sin conservar el menor olor, Para lograr
este milagro es necesario usar bencina muy pura.
24 PARTICULARIDADES
L. — Sombrero muy alto, de fieltro o de género, de-
jando libres las sienes y encerrando la cabeza atrás.
A menudo hay reminiscencias orientales: bonetes pun-
tiagudos, pequeños fez.
2. — La línea de los hombros es bastante alta, pero
sin exageración, y casi siempre mantenida por una
“armadura” especial. :
3. — Los motivos de pasamanería o bordado, alguna
vez tono sobre tono, pero casi siempre de colores
Jpuestos, Pueden ser aplicaciones de fieltro, terciopelo
o paño.
l. — La capa es más larga que en la última tempo-
«ada; el ruedo llega un poco más arriba de las rodillas.
3, — Para la ciudad, la pollera es angosta, pero lleva
un corte que da movimiento al andar. Generalmente
2ay un bies chato. pespunteado, alrededor cel ruedo
— Y haciendo borde en el corte.
MANCHAS DE YODO. — Pueden quitarse las man-
:has de yodo de las manos o de la ropa mojando con
montaco o con una solución de hinosulfito de soda.
MANCHA DE TINTA SOBRE UNA MESA DE MA-
DERA. — Se vierte un poco de leche caliente sobre la
mancha y se deja que la madera se impregne bien; hay
que intentarlo varias veces. Con paciencia, es posible hacer
Jesaparecer el “manchón”, a menos que haya sido heche
hace mucho tiempo. Puede probarse también con jugo de
naranja o limón. Cuando ya no esté la mancha, se frota
lo madera con aceite de lino y trementina a fin de lograr
CONTESTANDO A LAS LECTORAS
Eva. (Cap.). — No puedo darle el dato que me pide, amiga, pero
sí un consejito. ¿Vd. cree que hace falta la dirección de una pro.
fesora de baile? No, Eva, le aseguro que no. Seguramente tendrá
usted una amiguita o un buen amigo que se alegrarán de enseñarle,
si usted misma les pide. Piense que todas las muchachas bailan y
ninguna de ellas ha gastado dinero para “tomar lecciones”. Ahora
ue, si usted insiste,.., vuélvame a escribir.
Elvira. (Resistencia). — Le enviaré lo que le propuse, pero le ad-
vierto que pertenecen a un modelo publicado en el invierno pasado.
El que salió el dos de marzo llevaba su patrón en la misma página;
sólo había que calcar tantas veces el dibujo como fuese necesario.
¡Ah!, vaya poniendo su casa bien paqueta, porque a los mejor...
¿quién le dice que no me haga ese paseíto y me llegue a ver tantas
monadas? El estor de macramé puede ponerlo en el living o en el
somedor, Le agradezco su buena disposición, Elvira, y me complazco
en reiterarme a sus atentas órdenes.
Esmela. (Tucumán), — Próximamente haré la publicación que me
solicita. Ese conjunto negro le quedará muy lindo, pero no olvide
alegrarlo con blusas claras o detalles en las solapas que lo reani.
men y lo hagan juvenil. ¿Entiende? Hasta prontito, amiga. .
Antigua lectora H. C. M. — Para esos bordados utilice los puntos
más fáciles: de relleno, pespunte, lanzado, en fin, todos esos que le
sugiera el dibujo que va a hacer. En cuanto al bordado con mosta-
silla, le diré que se usarán mucho; pero, naturalmente, para los mo-
delitos más paquetones, de “medio vestir” ¿Complacida, gentil lectora?
Silvia. (Santa Fe). — Desde el comienzo es usted la mar de bue-
na. Veamos, Silvia: 1% Mi multiplicación es complicadísima, amiga.
¡Qué le hemos de hacer! Sangre torera y... ¡hay que vivir! 29 Me
gusta la que firma como usted, pero prefiero a D. ¿Estamos? Y aho-
ra, le prometo para dentro de unos días una carta con más deta-
lles sobre su consulta. Para usted, Silvia, hay muchos “lugarcitos”
míos a su disposición.
Rubia. (Salto Arg.). — Prontito verá en MUNDO ARGENTINO
el material que le interesa. Para bordar en plata (¿con qué mate-
rial va a bordar?) puede usar ese cuadrillé gris, siempre que sea
un tejido más bien rico. Adiosito, Rubia.
Rancidia. (Sta. Rosa, Pampa). — Tomo buena nota de su pedi-
do, amiga, y le prometo esa publicación para muy pronto.
Méme. (Sarah). — Necesito saber si recibló usted mi envío de ca-
Lálogos, y le ruego la devolución en breve de los que le marqué. Dis.
culpará usted, lectora, pero recuerde que le dije “algo” sobre esta
devolución. ¿Por qué su silencio?
VALENTINA. -
EL TATLLEUR
3 — Gorra grande y am-
vlia, muy alzada, asimétri-
20, drapeada adelante 0
sobre un lado y adornada
con una pluma.
1. — En las solapas y en
los bolsillos, bordados de
perlas, lentejuelas, metal o
seda, siguiendo la carac-
terística que se desee dar
al tailleur.
3. — La verdadera manga
tailleur chata modelgda
vor dos costuras, dejando
2n la sisa y en el codo toda
1 libertad
y — Chaqueta ajustada y
simple, con faldón algo
más largo, pequeñas sola-
das redondas y bolsillos.
0. — También aquí la fal-
la angosta y corta, abierta
4 los lados.
e
4
. lo
9