Full text: 28.1938,6.Apr.=Nr. 1420 (1938142000)

16 MUNDO. ARGENTINO 
TRAGEDIAS HISTORICAS DEL MAR.- IV. porel caritín MARTIN SOLARENA 
N los tiempos en que la gran 
Isabel reinaba en. Inglaterra, 
-, navegar por el Mediterráneo 
era empresa harto peligrosa. La 
rosta del Norte de Africa, desde el es- 
trecho de Gibraltár hasta los pantanos 
le Pelusium, hallábase en poder de gen- 
te cuya industria nacional era la pi 
ratería. - 
De los. antiguos -y bien vigilados 
muertos de Argel y Alejandría zarpa- 
an las rápidas galeras, tripuladas por 
10mbres armados hasta los dientes, en 
os de rico botín y de Esclavos cris- 
anos. . 
Los infieles estaban en guerra con- 
Ta la cristiandad, y para ellos la pira- 
tería no sólo era una profesión lucra- 
tiva, sino también un deber religioso, 
y las cárceles y las galeras de Egipto, 
Túnez, Argel y Marruecos estaban lle- 
nas de míseros cautivos, destinados, 
zasi todos ellos, a pasar el resto de su 
»xistencia en la más horrible esclavi- 
tud, que sólo podían suavizar en cierta 
medida renegando de su religión y con- 
virtiéndose al islamismo. o 
Enel año 1563, “La Media Luna”, 
un velero mercante inglés de doscien- 
tas toneladas, zarpó del puerto de 
Portsmouth con un cargamento para 
Sevilla, Llevaba una tripulación de 
treinta y dos hombres, y algún arma- 
mento. —- 
Al aproximarse al lugar de destino, 
no lejos del estrecho de Gibraltar, a 
cuya salida los piratas siempre esta- 
ban al acecho, “La Media Luna” fué 
atacada por ocho galeras turcas. 
La huída era imposible, y la lucha 
se presentaba tan desigual, que era ab- 
surdo pensar en ella. Pero el capitán 
cristiano era de la pasta de los héroes. 
Desenvainando su espada, se dirigió 
1 los tripulantes, intimándoles que de- 
fendieran su vida hasta morir, si era 
presiso. ; 
E) desigual combate comenzó, Johr 
'ox, el artillero de “La Media Luna”, 
stuvo haciendo fuego con su pequeño 
añón hasta que éste ya no pudo dis: 
arar más, por haberse calentado has- 
1 el rojo blanco. Los demás tripulan- 
es, encabezados por el heroico capi- 
in Grove, peleaban con denuedo. 
La desesperada lucha duró cerca de 
os horas, hasta que el esfuerzo y el 
alor humanos ya no pudieron más. 
.0s- piratas saltaron a bordo con gritos 
e triunfo, y los cristianos que aún 
ermanecían: de pie, extenuados, cu- 
iertos de sangre, fueron conducidos a 
15 galeras bajo una lluvia de azotes. 
Allí, apenas lavadas sus heridas, 
2eron encadenados a los bancos de los 
2meros, donde debían permanecer, ba- 
> los rayos del sol y durante el frío 
e las noches. amenazados vor el láti- 
Durante el invierno se les encerra- 
0 en la crujía como si fueran cerdos, 
7 en el verano se les encadennbda a las 
aleras vara remar 
0 de los capataces, hasta que llegaran 
1 puerto de Alejandría, 
Era éste un vasto recinto fortifica- 
lo, mitad puerto, mitad cárcel y mue- 
le, donde los piratas turcos anclaban 
as raleras durante el invierno. cuando 
o a 
» »” 
21 mal tiempo hacía imposible la pira- 
tería. 
En un galpón o crujía levantado 
dentro de las fortificaciones, los tri- 
»ulantes de “La Media Luna” fueron 
arrojados, cargados de cadenas, junto 
son otros míseros cautivos cristianos, 
Al cabo de unos meses, el capitán 
Grove y el dueño de la nave fueron 
rescatados mediante la entrega de una 
>2norme suma, Pero los infelices mari- 
1eros quedaron. 
Durante el invierno se les encerraba 
:n la crujía como si fueran cerdos, 
y en el verano se les encadenaba a las 
raleras para remar, Hambrientos, semi- 
'esnudos, maltratados, acabaron por 
erder toda esperanza de volver a re- 
“perar la libertad. 
'Así pasaron catorce años! 
El marinero John Fox era quien lo 
asaba menos mal que sus desdichados 
ompañeros por sus habilidades de bar- 
ero, lo cual le valió gozar de cierta 
onsideración entra los turcos. quie- 
1es hasta le permitían pasearse por el 
puerto y. las fortificaciones. ; 
En el otoño de 1577 las galeras pira- 
-as regresaron a invernar en Alejan- 
iría comp todos los años..-Súus tripu- 
laciones compuestas por- 2683 cautivos 
cristianos fueron arrojadas a las a 
mosas crujías. . o 3 
Entre ellos. hallábase. John Fox, él 
varbero, quien durante los catorce años 
le cautiverio no había perdido la es: 
seranza de huir y había ideado un pre: 
recto de fuga que comunicó a sus com 
»añeros de desgracia: Walter Wick 
ney y Robert Moore, ambos ingleses de: 
Tarwich.- 
Cerca de los muelles, un español lla- 
1ado Pedro Fernández tenía instalada 
na pequeña taberna. Llevaba treinta 
ños de cautiverio y por sa buena 
onducta y sus consejos los turcos per- 
mitiéronle realizar su pequeño negocio. 
John Fox informó de su proyecto al 
riejo cautivo español, y éste, luego de 
nuchas vacilaciones, terminó por acep- 
ar la invitación del cautivo inglés, y 
:yudar y tomar parte en la fuga. 
El 31 de diciembre de 1577 los cuu- 
ivos resolvieron jugar el todo por el 
odo. John Fox les había provisto de 
mas para desembarazarse de sus hie- 
ros, y debía dar la señal. 
Al caer la noche, los jefes del mo- 
imiento libertador se reunieron en la 
abernilla de Pedro Fernández, se ar- 
naron con unas españas viejas y man- 
laron al viejo cautivo en busca del 
(Continña en la nacina 4
	        
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