16 MUNDO. ARGENTINO
TRAGEDIAS HISTORICAS DEL MAR.- IV. porel caritín MARTIN SOLARENA
N los tiempos en que la gran
Isabel reinaba en. Inglaterra,
-, navegar por el Mediterráneo
era empresa harto peligrosa. La
rosta del Norte de Africa, desde el es-
trecho de Gibraltár hasta los pantanos
le Pelusium, hallábase en poder de gen-
te cuya industria nacional era la pi
ratería. -
De los. antiguos -y bien vigilados
muertos de Argel y Alejandría zarpa-
an las rápidas galeras, tripuladas por
10mbres armados hasta los dientes, en
os de rico botín y de Esclavos cris-
anos. .
Los infieles estaban en guerra con-
Ta la cristiandad, y para ellos la pira-
tería no sólo era una profesión lucra-
tiva, sino también un deber religioso,
y las cárceles y las galeras de Egipto,
Túnez, Argel y Marruecos estaban lle-
nas de míseros cautivos, destinados,
zasi todos ellos, a pasar el resto de su
»xistencia en la más horrible esclavi-
tud, que sólo podían suavizar en cierta
medida renegando de su religión y con-
virtiéndose al islamismo. o
Enel año 1563, “La Media Luna”,
un velero mercante inglés de doscien-
tas toneladas, zarpó del puerto de
Portsmouth con un cargamento para
Sevilla, Llevaba una tripulación de
treinta y dos hombres, y algún arma-
mento. —-
Al aproximarse al lugar de destino,
no lejos del estrecho de Gibraltar, a
cuya salida los piratas siempre esta-
ban al acecho, “La Media Luna” fué
atacada por ocho galeras turcas.
La huída era imposible, y la lucha
se presentaba tan desigual, que era ab-
surdo pensar en ella. Pero el capitán
cristiano era de la pasta de los héroes.
Desenvainando su espada, se dirigió
1 los tripulantes, intimándoles que de-
fendieran su vida hasta morir, si era
presiso. ;
E) desigual combate comenzó, Johr
'ox, el artillero de “La Media Luna”,
stuvo haciendo fuego con su pequeño
añón hasta que éste ya no pudo dis:
arar más, por haberse calentado has-
1 el rojo blanco. Los demás tripulan-
es, encabezados por el heroico capi-
in Grove, peleaban con denuedo.
La desesperada lucha duró cerca de
os horas, hasta que el esfuerzo y el
alor humanos ya no pudieron más.
.0s- piratas saltaron a bordo con gritos
e triunfo, y los cristianos que aún
ermanecían: de pie, extenuados, cu-
iertos de sangre, fueron conducidos a
15 galeras bajo una lluvia de azotes.
Allí, apenas lavadas sus heridas,
2eron encadenados a los bancos de los
2meros, donde debían permanecer, ba-
> los rayos del sol y durante el frío
e las noches. amenazados vor el láti-
Durante el invierno se les encerra-
0 en la crujía como si fueran cerdos,
7 en el verano se les encadennbda a las
aleras vara remar
0 de los capataces, hasta que llegaran
1 puerto de Alejandría,
Era éste un vasto recinto fortifica-
lo, mitad puerto, mitad cárcel y mue-
le, donde los piratas turcos anclaban
as raleras durante el invierno. cuando
o a
» »”
21 mal tiempo hacía imposible la pira-
tería.
En un galpón o crujía levantado
dentro de las fortificaciones, los tri-
»ulantes de “La Media Luna” fueron
arrojados, cargados de cadenas, junto
son otros míseros cautivos cristianos,
Al cabo de unos meses, el capitán
Grove y el dueño de la nave fueron
rescatados mediante la entrega de una
>2norme suma, Pero los infelices mari-
1eros quedaron.
Durante el invierno se les encerraba
:n la crujía como si fueran cerdos,
y en el verano se les encadenaba a las
raleras para remar, Hambrientos, semi-
'esnudos, maltratados, acabaron por
erder toda esperanza de volver a re-
“perar la libertad.
'Así pasaron catorce años!
El marinero John Fox era quien lo
asaba menos mal que sus desdichados
ompañeros por sus habilidades de bar-
ero, lo cual le valió gozar de cierta
onsideración entra los turcos. quie-
1es hasta le permitían pasearse por el
puerto y. las fortificaciones. ;
En el otoño de 1577 las galeras pira-
-as regresaron a invernar en Alejan-
iría comp todos los años..-Súus tripu-
laciones compuestas por- 2683 cautivos
cristianos fueron arrojadas a las a
mosas crujías. . o 3
Entre ellos. hallábase. John Fox, él
varbero, quien durante los catorce años
le cautiverio no había perdido la es:
seranza de huir y había ideado un pre:
recto de fuga que comunicó a sus com
»añeros de desgracia: Walter Wick
ney y Robert Moore, ambos ingleses de:
Tarwich.-
Cerca de los muelles, un español lla-
1ado Pedro Fernández tenía instalada
na pequeña taberna. Llevaba treinta
ños de cautiverio y por sa buena
onducta y sus consejos los turcos per-
mitiéronle realizar su pequeño negocio.
John Fox informó de su proyecto al
riejo cautivo español, y éste, luego de
nuchas vacilaciones, terminó por acep-
ar la invitación del cautivo inglés, y
:yudar y tomar parte en la fuga.
El 31 de diciembre de 1577 los cuu-
ivos resolvieron jugar el todo por el
odo. John Fox les había provisto de
mas para desembarazarse de sus hie-
ros, y debía dar la señal.
Al caer la noche, los jefes del mo-
imiento libertador se reunieron en la
abernilla de Pedro Fernández, se ar-
naron con unas españas viejas y man-
laron al viejo cautivo en busca del
(Continña en la nacina 4