3-de Abril de 1988 — —
"AÑ más de una ocasión hemos ex-
plicado por qué razón no damos
respuesta a las numerosas car-
tas que nos envían con consui-
'as. Hemos querido con esa actitud dar
3 noción de la importancia y seriedad
que exige cada problema médico, por
imple y sencillo que aparezca. Y al
nismo tiempo expresar que la acción
ersonal del médico es inexcusable e
nsubstituíble para llenar una tarea
lena de matices y detalles que son im-
posibles de encarar de un modo in-
lirecto. Hemos, sí, empleado el mate-
dal de las cartas que recibimos para
»onocer cuáles son los temas que inte-
resan a las madres y tratándolos de
1na manera general, enseñar el crite-
rio con que debe enfocarse cada caso
n particular, pero de ninguna manera
lando “recetas” directas que con un
xiterio insistente y simplista exige de
'ontinuo la gente.
Vamos a ocuparnos hoy de una car-
a, cuyo contenido damos ligeramente
modificado, porque contiene sugeren-
ias valiosas y útiles.
“Soy tartamudo desde los cinco años,
ahora tengo eatorce, y ello constituye
un obstáculo para mis estudios secun-
darios. He visitado numerosos médi-
tos, que me han recetado distintos cal-
mantes, Durante un tiempo fumé, se-
gún el consejo de algunos amigos de
mi padre, y esto es lo único que me
hizo bien. Atte. Un miño desesperado”
- Como se ve, la carta plantea una
1erie de problemas palpitantes. La si-
ación de angustia moral de un niño
que al ir dejando ya de serlo cobra
conciencia de su enfermedad; la dif:-
zultad opuesta al desarrollo de los es-
tudios y la mejoría temporaria por un
recurso extramédico, y que el paciente
"omó .con fe y buena voluntad.
Como se ve, son los elementos fun-
Jamentales para juzgar de un padeci-
miento cuya índole lo hace desagrada-
ble, penoso y susceptible de tratar el
normal desarrollo de ura vida. Ade.
antémonos a aclarar que la tartamu-
dez no es un trastorno que resida en
los órganos mismos de la palabra en
su sentido fonético; muchas personas
:reen que la tartamudez obedece a im-
perfecciones de la lengua o de la gar-
ranta, y aún se repite la vieja afirma
zión de que la persistencia del “fre-
sillo” lingual es la causa de los tras-
ornos de la pronunciación. Nada de
:lo es exacto, y para comprenderlo
asta conocer un hecho bien fácil de
omprobar: ningún tartamudo lo es
:antando. Lo que quiere decir que no
5 en el sistema formador de ls pala-
xa como sonido que se encuentra el
rastorno. Es necesario entender ello
vien, porque muchas personas pierden
ix tiempo precioso en la mejoría de
us hijos tartamudos haciéndolos ope-
ar de la garganta y de la nariz sin
:onseguir ningún efecto direrto sobre
Al trastorno. -
.El mecanismo que nos permite ha-
var, es decir, producir sonidos coordi-
1ados e inteligibles, es sumamente com-
»ejo; pero puede reducirse, de una
nanera elemental, al siguiente esque-
na: una función intelectual que con-
ibe la frase de acuerdo con lo que quiere
xpresarse y ordene los movimientos
¡ue deben ejecutarla; una unción res-
piratoria que emite el aire a trayés de
a laringe, de acuerdo con la intensidad
le los sonidos que deben producirse,
7 una función fonadora propiamente
licha que coloca la laringe (cuerdas
vocales), la lengua, el paladar y los
abios en la forma instrumental ne.
:esaria para la producción de los dis-
intos fonemas.
Pero, y esto es lo esencial, las tres
"unciones deben existir y actuar coor-
Jemada y encadenamente.. e
La sola capacidad de producir so-
sidóos no basta: los niños nequeños Y
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que esté en el primer tramo, es decir,
n el cerebro. Cuando va 4 organizar-
se la frase un factor emocional traba
la buena marcha; a veces el mismo te-
mor al tartamudear, o de decir mal lo
jue se quiere decir; a veces se tarta-
mudea como quien se ruboriza, es decir,
que el tartamudeo es la salida de un
mstado de espíritu. Luego que se em-
pieza a tartamudear, el mecanismo se
fija y se lo sigue haciendo. No es raro
que un chico se haga tartamudo “po:
'mitación”, es decir, que empiece por
emedar a un tartamudo y acabe sién-
lolo él mismo.
Este mecanismo psicológico del tar-
amudo es, con mucho, el más. frecuen-
e y común; la carta que motiva este
irtículo lo confirma; el chico mejoró
1ampezandó a fumar, es decir, cuando
'por sugestión” se convenció de que
haciéndolo podría dominar su defecto.
2)
Por el Dr. ESCARDÓ
LOS TARTAMUDOS.
?s animales los producen, y no alcan-
an a tener significación de palabras;
a función respiratoria (en cuanto a
ablar) tampoco basta; los mudos la
oseen bien y lo mismo puede decirse
e la representación intelectual,
En el tartamudo, las tres funciones
e que hemos hablado están íntegras,
ero estár mal coordinadas; ésta no-
ión es fundamental para comprender
problema. El tartamudo es, con res-
vecto a hablar, lo que una persona que
ropieza repetidamente con respecto a
'aminar. Dicho de otro modo, la tar-
'amudez es un trastorno de la coordi-
¡ación del mecanismo de la palabra
1ablada, - ,
Ahora bien: lo Que hace tropezar
mede estar én diferentes lugares del
necanismo, aunque lo más común es
Protéjalos a tiempo!.
Su hijito ya va a la escuela! Los
estudios y el crecimiento le exi
girán ahora un tremendo desgaste
de energías, que al no reponerse
a diario, lo debilitará peligrosa
mento. Proteja a su hijo contra
ese grave riesgo! Ayúdelo a
sobresalir en sus estudios! Ayúdelo
a desarrollarse sano y fuerte! Dele
a su hijo tres Toddvys por día!
” - .
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Contiene Vitami-
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