Full text: 28.1938,13.Apr.=Nr. 1421 (1938142100)

MUNDU JIRGENTINO 
e 
DO) 
En 1806, invadida la ciudad, habríase construído 
uno d2 los subterráneos de la Casa de Gobierno. 
Por DARDO CUNEO 
IJLVEMOS a hablar. de los 
subterrános de la Casa de 
Gobierno. Cuando se adelante 
ía demolición emprendida ' de 
sus viejos muros, se los hallarán.. Nin- 
zuno de ellos es actual; son restos, los 
más, de los antiguos sistémas de co- 
municación del Fuerte, que el conquis- 
tador levantó cara al río; y los otros 
— de éstos. hablaremos, precisamente, 
hoy, — fueron trazados en la hora 
primera de la invasión inglesa por, el 
afán civil de la reconquista. Son his-' 
toria, Buenos Aires de ayer supo de 
varios” subterráneos, que su hombre 
— el hombre de la conquista, el hom- 
bre 'de la- colonia — construyó en su 
tierra para hacerlos su refugio y su 
secreto.” Se adelantaron los años — 
marca el reloj el tiempo de otro siglo, 
-- y hoy podemos decir nosotros que 
los viejos subterráneos, tendidos en los 
subsuelos: de -la ciudad nueva, como 
1na gran araña dormida, aún existen. 
Cuando el ciudadano del Buenos Ai- 
res antiguo dejó de servirse de ellos, 
los sistemas, extensos y confundidos, 
de subterráneos no fueron destruídos. 
Sólo olvidados. Hoy los traeremos al 
reconocimiento del presente de la ciu- 
dad. Diremos de ellos en estos térmi- 
nos: el suy de la ciudad los. contiene: 
y -forman-entre sí complejos e intrin- 
:ados sistemas de comunicación, cuyas 
redes e itinerarios serían de dificultoso 
»xamen en la actualidad. Abandonados 
sodos, la tarea de recorrer sus venas 
yería de riesgo; pero pronto — tan 
xronto como la renovación edilicia de 
la ciudad se haga posible, —, con la 
demolición de muchos viejos muros, 
surgirá a la visión del porteño actual 
el espectáculo de los subterráneos que 
31 ciudad oculta. En estos momentos 
11 Fuerte de. Buenos Aires, uno de los 
»dificios ál que se pensó hacer volar 
por medio de la dinamita, para des- 
slojar a los invasores del año 1805. 
le abril de 1938 esperamos una reve- 
ación: la de la Casa de Gobierno. Al 
aer sus muros, se tendrá el testimo 
nio de esta verdad que decimos, 
1806. HISTORIA DE UN SUBTE- 
RRANEO y 
1806. Las naves de Inglaterra hus- 
zaron la costa y desembarcaron /sus 
10mbres. Fusiles, Tambores. Tropa. Al 
lía siguiente, era del invasor la ciú- 
dad. Las tropas, las banderas y los 
fusiles aparecieron en marcha de con- 
quista por la calle Residencia, Defen- 
sa actual, e hicieron la ruta que lleva- 
ba al Fuerte. Lo ocuparon. Esto pasó 
poco después del mediodía. Al anoche. 
cer, el criollo ya conspiraba, Humilla- 
da su ciudad, fiebre de lucha apresu 
raba su pulso y su inquietud. 
“A los diez días de la ocupación ex- 
tranjera se concebían los planes pri 
meros de la reconquista. Hay do: cata- 
lanes que son ingenieron — Felipe 
Sentenach y Gerardo Esteve y Llac se 
llaman, — que asocian sus intencio- 
nes en una misma empresa: libertar 
a ciudad. Los dos hombres fijan las 
osibilidades. Organizan la labor de la 
conspiración. Reúñen amigos. Los ami- 
zos tienen estos nombres: Juan Trigo, 
José Forneguera, Tomás Valencia, Jo- 
sé Franci, Pedro Anzoátegui, Miguel 
Esquiaga, Juan de Dios Poso, Juan 
Vázquez Feijos. Españoles unos, Natu. 
rales otros, Voluntarios de la libertad. 
Jna aspiración — la reconquista — mo- 
viliza las audacias. Todos se juramen- 
tan. Y consbiran. 
Ina vista antigua de la 
Jasa de Gobierno y de 
a Aduana tomada des- 
le el río. Cuando-caigan 
os muros vetustos de la 
primera, se descubrirá 
un subterráneo que des- 
le las casas inmediatas 
Yoenaba al Fuerte > 
LA CONSPIRACION DE LOS DOS 
CATALANES 
Reunidos, Sentenach, uno de los dos 
ingenieros catalanes, debió decir pala- 
bras como éstas: 
— Para abatir al invasor y asegurar 
su derrota, el mejor método, que la 
rrudencia aconseja, consiste en minar 
a Ranchería y el Fuerte, 
Explicó: ! 
'Continña en la ne?inxa 191
	        
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