41D,
L
zil-
os,
0
1e-
E
C-
:er
le
J-
1
le
NS
a
:Y
a
D
(e
A
US
5.
rí
>
20 de Abril de 1938
- 7 ... Por DELFINA F.
E ea A ' DE AGOSTINELLI
6
"A
Como las uvas -
El ventajero
Pp ODEMOS comparar la vida con un
hermoso racimo de uvas, de esas
frutas compactas, apiñadas las unas a
1as otras... Así es nuestra vida cuan.
do tenemos diez y ocho años: cada uva
un afecto, un adulador, un adorador,
un amigo, cien amigos, mil parientes,
quinientas amigas. Un racimo magní-
fico de afectos apiñados como las
uvas... Mas la vida pasa... Este
amigo lo arrancamos del racimo por
desleal, y lo tiramos al borde del ca-
mino; amigas inconsecuentes, que: va-
mos arrancando y arrojando; afectos
traidores, amores falsos, admiradores
hipócritas... Y la vida pasa, y la fru-
ta del racimo se pudre y Se cae...
Y de pronto nos quedamos con el ra-
cimo en esqueleto, una uva de tanto
en tanto; de mil, ¡dos!... ,
Eso es la vida: la envidia, la trai-
ción; dejándonos solos..., solos he
dicho...
Y más vale ir solos que mal acom-
pañados... Más vale un amor verda-
dero que dos inciertos. Lo que la vi-
da es sabia, lo inútil se pierde. Todo
lo que no vale desaparece.
Y solos, mejor que con afectos ma-
los, que son como los pájaros, que van
siempre donde mejor comen, donde más
'ogran y encuentran,
Todos los cariños inciertos caen de
nuestro racimo, Todos los cariños in-
teresados ruedan, como la uva, que se
desprende y se desliza ensuciándose
sobre la tierra y desapereciendo.
,” _ Í
Por qué fracasan las
.
mujeres
Teo: los días vemos mujeres ma-
logradas porque creyeron en las
promesas..., y las promesas las con-
fiaron..., y las promesas las hun-
dieron...
Acostúmorese la mujer a creer en
ella, a esperar en ella, a lograr todo
por ella misma.
No se apoye en la promesa de los
otros, de esos que le hacen perder
tiempo y hasta el pie..., que las res-
balan en terrenos peligrosos. —;
El hombre tiene el deber de ayu-
dar a las mujeres, de ser para ellas
defensa y no perjuicio, de ser amparo
y no peligro. Creer en el hombre, es-
tá bien; para eso es él el más fuerte
y el más capaz. Lo que está mal es
atarse a sus promesas de pies y de
manos, . perder autoridad y defensa...,
y hasta moral, por haber creído de-
masiado.
Todos traemos a la vida, los más
fuertes y los más débiles, elementos
de capacidad; lo que pasa es que hay
quienes lo ven y quienes no lo ven.
Los que lo descubren, desarrollan su
fuerza y son los más capaces; los
otros, :que no lo vieron, se constitu-
yen, pues, en los débiles, en los que
buscan amparo en los que se apoyan,
en los que creen en promesas... La vi-
da es de los primeros, y el triunfo tam-
bién; de los segundos el fracaso.
LS peor en la vida es el hombre 6
la mujer ventajeros. Son los pul-
os sociales; ellos aprovechan todo, se
ifirman a lo que represente su con-
reniencia, su lucero. -
El ventajero tiene mil brazos, mil
;arras. Tiene una sed y un hambre
"saciables, Aniquila al hermano o al
.migo; enajena a los hijos; casa alas
ijas con el hombre de fortuna... Lo
sencial es ganar ventajas a la vi-
la. Estar siempre mejor y más có-
nodo con lo de otros, sin arriesgar lo
xropio.
Mujer: no te confíes nunca del hom-
xe que en la vida no vaya delante
€ ti, aunque sea un paso; pero de-
ante de ti, abriendo camino, vencien-
lo obstáculos, machacando espinas con
us pies, para que los tuyos no se las-
imen. Cuando sobre esos caminos el
10mbre te empuje adelante, no des un
aso, no abras brechas, tú, con tus
nanos, ni machaques espinas con tus
dies, para que él no hiera los suyos...
Yo lo hagas, porque ese hombre es
in ventajero..
Desconfía de aquel que, antes que
ú, no supo sacrificarse o perjudi-
arse... Huye de él, porque es el pul-
o ventajero, con mil brazos y mil Ba-
Tas. Enredará tu vida, te llevará al
sacrificio, y tu existencia, en vez de
er una cosa tuya, será una cosa ex-
Jusiva a favor de él
Cosechemos amigos
NO vale la pena enconarse ni pro-
- Y ceder mal, porque nos movemos en
in ambiente demasiado pequeño, y es
xr demás incómodo cosechar enemis-
ades.
Calculemos antes de realizar una in-
usticia, o de castigar a alguien con
westros juicios, que esa misma perso-
la Ta encontraremos de nuevo en nues-
ro eamino, Desviarnos, darle la espal-
la, parece cosa rápida y sencilla; mas
iempre volvemos a encontrar a la gen:
e de frente, cuando menos lo pensa-
nos, al volver cualquier esquina..., y
'ale más encontrar manos amigas que
“estos adustos, —.
De todos precisamos en la vida: del
1migo y del enemigo, del señor y del
»brero, del eriado y del perro.
No lo olvidemos cada vez que nos
sintamos capaces de realizar un acto
niusto o erotesco.
La casa
Y O quiero mi casa. Mi casa pequeña
y modesta cubierta de libros y do
uadros. Son el corazón los libros, y
| alma de mi casa son los cuadros.
Detesto la casa de moda, sin 'cora-
ón y sin alma, Paredes blancas, mu-
:0s desnudos, pisos de piedra, luces
lifusas y cobardes, que se esconden co-
no los espíritus mediocres, Casas frías
y desmanteladas.
Quiero los muebles viejos y sombríos.
Y CUL.FECCION - u: SORES Y COCIN
ORTE Y Cu. “La O
METODO RODRIGUEZ; estudie por CORREO estos cursos, por sólo UNO NOVENTA
mensual, sin molestarse de su casa, Otorgamos. DIPLOMAS válidos en todas partes,
Tomamos examen libre. Pida folletos gratis, que no le pesará, Mencione este aviso,
TINIVERSIDAD ACADEMICA CONTINENTAL, Perú 619. ler. Piso. Bs, As.
—— ——r
los cortinados obscuros, los espejos, los
:apices, los encajes, el ramo de flores
y la lámpara compañera,
Quiero mi casa pequeñísima, donde
ni alma está enganchada. Es mi ami-
7a mi casa: me ampara y me ríe, me
zobija y me descansa, Es mi dueño mi
asa, con el corazón y los brazos abier-
:08, protector consecuente, velando mis
Tichas, cosechando mis afectos, guar-
lando mi corazón, fomentando mis
uartillas, abrigándome siempre y
imándome también,
Es mi palacio mi casa; en su cora.
"ón soy reina y señora. -
Deberes
por qué pretendemos rehuir al de-
ber, si el deber llena totalmente
a vida? Debemos aceptarle con una
rran naturalidad, Y no me refiero al
:eber de obedecer leyes sociales. No.
,Es que no es un deber amar y prote.
rer, y alegrar, y encaminar? ¿Es que
10 es un deber la educación, y la tole-
'ancia, y la obediencia, y, a veces, el
ometimiento, y el aseo, y la elegancia,
7 el orden?
Son incontables los deberes de la vi
a. No hay una sola condición social,
amiliar o amorosa, que no esté sujeta
; los deberes, totalmente atada a de-
"res y a la vida.
Sólo los egoístas, los ególatras, des-
'onocen esta sublime y generosa ley de
a existencia, Pero esos van fuera del
iel, y todos los días sufren un des-
arrilamiento, un gólpe, un rasguño, la
érdida de algo, hasta que al fin sc
mnden en el olvido y en soledades, y el
lesprecio, con los que la sociedad paga
il egoísmo, -
Cuantos más deberes tengamos, más
legrías poseeremos, Cuanto más-cum-
Jamos con ellos, más grande será el
ienestar de nuestra conciencia.
Inauisidores
O UE intolerable es esa clase de gen-
te que inquiere siempre, que siem-
ye pregunta!
Una cosa es interesarse por la dicha
» el dolor ajeno y otra caer en la in-
liscreción.
- El indiscreto es un ser detestable;
u mala intención mos mortifica, Es
'eguro que si llevamos una llaga, él
one su dedo sobre ella y despierta en
'osotros un dolor y un ardor que ha-
amos procurado calmar con silencios
r olvidos. -
Es que no todos poseen el don de sa-
er hablar ni el de saber escuchar,
r entonces se refugian en la odiosa y
1munca saciada pregunta, se convierten
2n el eterno indiscreto, en el detestahle
ndiscreto.
La salud del alma -
HAaY una manera o veinte maneras
de renovar la salud corporal, Hay
1na sola manera de renovar el alma,
jue es, sin duda*alguna, la más ne-
'esaria para que el cuerpo viva bien y
enga vigor. Cada vez que espiamo:
westra alma, cada vez que descubri
nos en ella un defecto y le matamos,
enovamos el alma, La llevamos tan
argada de vicios chicos y grandes,
'e costumbres tontas y despreciables...
Se heredan de la familia los vicios
ue nos manchan el alma: murmura-
ión, venganzas, odios. Todo eso sirve
Jara amargarnos la vida, Y si no ser-
rimos nosotros para destruirlos, es que
somos inútiles y que atentamos contra
nuestra salud moral y corporal.
El mal o el bien de las almas viene
heredado de las familias cultas o incul
tas. Renuévense las madres espiandr
sus vicios malsanos y los hijos here
darán virtudes y bondades, vale decir,
almas limpias, y lúcidas, y brillantes
59
Un peluquero que tuvo
reumatismo
Nos dice cómo pudo seguir
trabajando
Aliviado de dolores con Kruschen
Un peluquero que era “una víctima
del reumatismo” nos escribe:
“He sido una víctima del reumatismo
lurante 10 años. Por cinco estuve tan
nal que solamente con grandes dificul-
vades pude continuar mi tarea. Debo
lecirles que soy de profesión peluquero.
Jespués de probar numerosos remedios,
me recomendaron tomar Sales Kruschen.
Me alegro de decir que después de ha-
ver tomado Sales Kruschen por cerca
de doce meses, me siento más libre de
dolores de lo que me he sentido por unos
[10 años. Efectivamente, considero que
me he librado del reumatismo con la
ayuda de las Sales Kruschen. — W M.”
Dos de los ingredientes que componen
2 las Sales Kruschen son los disolven-
es del ácido úrico más eficaces que se
*onocen, Rápidamente desafilan las pun-
as agudas de esos dolorosos cristales,
7 luego los convierten en una solución
nofensiva. Otros ingredientes de estas
Jales tienen un efecto estimulante sobre
.0s riñones, y los ayudan a expeler los
-ristales úricos disueltos a través de las
rías naturales, Combinadas con estas
Jales disolventes y eliminadoras del áci-
do úrico hay todavía otras que impi-
len la fermentación de alimentos en los
-ntestinos, y en esa forma evitan la
nueva formación del dañino ácido úrico.
Las Sales Kruschen se venden en to-
das las farmacias a $ 2.20 el frasco, y
duran mucho tiemno
*
"r
ARO”
AC
DISTRIBUIDOR:
LEANDRO REDAELLI - Salta 1071 - Bs, Aires,
“
SN DINERO
Vendiendo a sus amizos, por su cuenta y sin
riesgo para usted, Camisas, Corbatas, Medias,
Trajes, Casimires por cortes, ete.
M. DUFOUR Muestrario de ensayo
Ramos Mejía (Bs, As.) F—- RA I IS
Acabe con los
.08
J a
Forma fácil de extirparlos
Aplíqueseles la POMADA MAGICA DE
HANSON al acostarse, y al levantarse
sumérjase el pie en agua caliente y el
callo saldrá, Con parches sálo se consi-
gue un alivio pasajero.
-