Full text: 28.1938,27.Apr.=Nr. 1423 (1938142300)

¡CUIDADO con los REGIMENES de ADELGAZAMIENTO! 
Barbara Hur- 
0, el día de 
*4 boda con el 
zonde von Re- 
ventlow, de- 
nostraba po- 
xeer una mar- 
'ac- tendencia 
—-. adiposi- 
Si sigue un régimen antojadizo 
para adelgazar, lea esta aclara 
ción sobre las funciones vitales 
que desempeñan las grasas y el 
peligro que significa violentar 
la propia naturaleza. 
sión de tal carácter que mecesitaban 
una cantidad -fija de grasas para con- 
tinuar viviendo sanos, el proceso me- 
tabólico convertía hasta los alimentos 
amados antigrasos en la grasa que 
recesitaba su organismo. 
UN EXPERIMENTO CON SERES 
HUMANOS 
La mejor 
manera de 
mantener la 
"nea es median- 
te una vida ac- 
“iva, los ejercicios 
y el masaje, y no en 
"matarse de hambre” 
L individuo normal con 
LL sume cincuenta tone- 
- ladas de alimentos du- 
rante su vida, Puede 
variar la cantidad o la cali- 
dad de los alimentos, pero no 
puede elegirlos para asegu- 
rarse de que lo hagan grueso, bien pro. 
porcionado o delgado. 
Esta es, en definitiva, la última con- 
clusión a que ha llegado la ciencia. 
Los nuevos estudios efectuados por el 
doctor Rudolph Schoenheimer, de la 
Facultad de Medicina de Columbia, in- 
dican que la organización del cuerpo 
sujeta a las funciones glandulares ne- 
resita una cierta cantidad de depósitos 
de grasa en los tejidos, y que esta con- 
dición perdurará a pesar de las más 
complicadas dietas. 
Es de lamentar que los sabios no ha- 
yan descubierto esto hace tiempo, por- 
que entonces tantas jóvenes no ha- 
brían sucumbido a la tan peligrosa 
moda de la “silueta escarbadiente”. 
Hace poco tiempo, una rica heredera, 
Mary Brown Warburton, murió a con- 
secuencia de la debilidad producida 
por una exagerada dieta, y como ella, 
son incontables las mujeres que han 
perdido la salud y en muchos casos 
la.vida por atentar contra el natural 
metabolismo de su cuerpo. 
La afirmación del doctor Schoenhei- 
mer no deja lugar a dudas después 
de haber experimentado en su propio 
laboratorio con chanchitos de la In- 
dia, ratas y otros animales. 
1QUE OCURRE CON LOS 
ALIMENTOS? 
Mediante un sistema de clasificación, 
al analizar los flúidos y los tejidos de 
diversos animales, los investigadores 
han logrado obtener un cuadro sor- 
vrendente de lo ane ocurre con las ali. 
Una joto reciente de la con- 
desa von Reventlow, después 
Je someterse a un régimen de 
mdelgazamiento, por cuyos 
ejectos estuvo a las puertas 
le la muerte y sólo la inter- 
*nción de grandes especia- 
Tistas le salvaron la vida. 
mentos que son asimilados por los ani- 
males y los seres humanos. 
Desde hace muchos siglos, los estu- 
diosos se han visto frente a la incóg- 
aita de cómo se producen los cambios 
juímicos que transforman los alimen- 
08 en tejido óseo y muscular, en ca- 
ellos, nervios, grasa, etc. 
El doctor Harold Clayton Urey, de 
a Universidad de Columbia, Estados 
Jnidos, fué quien abrió la primera pi- 
:ada en esta selva: desconocida de los 
orocesos fisiológicos de la vida. Su 
lescubrimiento del “hidrógeno pesa- 
lo” permitió establecer que los áto- 
nos del hidrógeno común, y los del hi- 
irógeno pesado, tienen la misma ac- 
:1ón química en el sistema digestivo. 
El doctor Schoenheimer dió a varios 
animales alimentos que contenían áto- 
mos de hidrógeno pesado, que puede 
ocalizarse luego en los diversos teji- 
dos, una vez asimilados. 
La mitad de los animales fueron ali- 
mentados con azúcares y féculas; es 
decir, alimentos que reconocidamente 
producen grasas, mientras que los 
otros recibieron alimentos que popu- 
larmente se consideran propios para 
un régimen de adelgazamiento, com- 
puestos de carbohidratos y proteínas. 
[as observaciones efectuadas sobre 
ambos grupos establecieron que la 
cantidad de grasas en el cuerpo de 
'os animales se mantenía igual a pesar 
le la dieta. 
Si los animales tenían una constitu 
En varios experimentos efectuado: 
recientemente en la Universidad “de 
Wisconcin, ciertos estudiantes que se 
prestaron a la prueba vivieron duran- 
te varias semanas alimentándose úni- 
camente con leche mineralizada y un 
poco de fruta cada día. Sin embargo, 
no disminuyeron de peso. 
Por supuesto, si hubiesen dejado de 
comer habrían adelgazado; pero este 
sistema de reducir las grasas es suma- 
mente pernicioso. 
Otros experimentos realizados en la 
Universidad de Columbia revelaron 
que de una cuarta parte a la mitad 
de las grasas ingeridas o producidas 
por el mismo cuerpo, se depositan: di- 
rectamente en la capa que se halla de- 
bajo de la piel. Pero no permanecen 
largo tiempo en ese lugar. Son trans 
portadas de nuevo por la corriente 
sanguínea para ser utilizadas en los 
diversos tejidos; la mitad dentro de la 
semana, y el resto en un lapso de tiem- 
20 más largo. Tan pronto como llegan 
1 consumirse las grasas ya depositadas. 
son reemplazadas por grasas nuevas. 
LA FALTA DE GRASAS CAUSA EL 
DERRUMBE DEL ORGANISMO 
Comentando estos experimentos, di- 
e el doctor Schoenheimer: “Al inves 
igar con mayor detenimiento lo que 
»curre con las grasas que contienen el 
1idrógeno pesado, el químico puede sa- 
der si el animal ha logrado cambiar 
1na substancia por otra. Las grasas en 
:1 cuerpo forman una mezcla comple- 
'a de compuestos; todos los cuales con- 
ienen glicerol y diversos ácidos gra- 
sos. Los más comunes entre ellos son 
'] ácido oleico, que abunda en todos 
os aceites flúidos, y los ácidos esteá- 
cos y palmíticos, que se encuentran 
» las grasas firmes. Las propiedades 
le cada tipo de grasa depende de la 
antidad relativa de estos ácidos que 
-e hallan presentes. 
”Cada animal tiene la tendencia de 
ormar una grasa distinta y particular, 
ea fual fuere la dieta que se le da. 
08 ácidos grasos que contienen sus 
Jimentos después de ser depositados 
n los tejidos adiposos, se transfor- 
han en otros ácidos grasosos hasta que 
'] cuerpo ha logrado formar los tejidos 
ue le son típicos. . 
"Por lo tanto — deduce el doctor 
Schoenheimer, — si una persona 
adopta una dieta que carece hasta 
un punto peligroso de la cantidad 
de grasas que su cuerpo requiere pa- 
ra cumplir eficazmente sus funcio- 
nes normales, es inevitable que ocu- 
sra UN derrumbe fisiológico en todos 
los tejidos.” 
Los resultados deplorables de estas 
tietas han «quedado demostrados de- 
“asiadas veces por casos que ya sor 
(Continúa en la nárina £5
	        
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