Las LEYES ABSURDAS que PROVO.-
CARON una REBELION
e.
En el estado de Alabama los maridos
pueden legalmente castigar a sus es-
posas con “una vara no más gruesa
- que el dedo vuluar”.
ACE poco estalló una extraña
rebelión en. Vermont, uno de
los Estados de la Unión nor.
teamericana, contra las ridícu-
1as leyes creadas hace unos doscientos
años, para salvar las almas puritanas
del infierno y los respectivos cueros ca-
belludos de las manos de los pieles ro-
jas que rondaban en esos tiempos. Y
por el momento, han dejado a las auto-
ridades perplejas. La situación es tan
extraña, que no saben cómo remediaria.
En vez de pedir que se anulen estas
eyes fanáticas, los indignados y pro-
yresistas ciudadanos que incitaron esta
nueva forma de rebelión, insisten en
La búena gente del pueblo de Bratt-
eboro estaba tratando de reunir fondos
zara un hospital y pensaron que, con
ina función cinematográfica el domin-
70, conseguirían su propósito. Y hubie-
“an sacado bastante provecho, pues
3rattleboro no tenían ningún cine que.
»asara una película en día domingo.
De manera que pidieron el permiso res-
ectivo al juez del lugar, Después de
odo, lo único que prohibía semejante
"unción era una de esas leyes absurdas
que se suponía letra muerta.
Pero el juez, al recibir la petición
le los ciudadanos, puso el grito en el
ielo, "¿Sabían lo que pedían? Había
Jna ley en Beres (Ohio) exi-
ye que los animales que se
1allan en la calle después de
Dbscurecer estén provistos de
"una luz roja muy “visible”.
FI
3A
Según una antigua ley ¿
Kentucky, el robo es :-
crimen ¡cue sólo pr:
cometerse de noche!
=:d0 nombrado pará que velara por la
nviolabilidad de las leyes de Vermont.
ústas debían cumplirse al pie de la
letra, y le pedían que cerrara sus ojos
ante la violación de una de ellas. No
vodía consentir; de manera que si da-
van la función a pesar de todo, serían
anjuiciados.
Entonces los ciudadanos quisieron
saber si el juez intransigente tenía co-
nocimiento de que un empresario en
ro pueblo, Belows Falls, había pa-
sado películas todos los domingos del
dasado año. ¿O es que se hacía el ciego
y no se daba por enterado de aquella
riolación?
Ante semejantes cargos, el juez no
“uvo otra alternativa que arrestar al
mpresario Ralmond Kiniry, de Bel-
tows Falls y cerrar su cine, -
— ¿Conque dice que lo eligieron para
hacer cumplir todas las leyes de Ver-
mont, sean éstas absurdas o no? — ex-
:lamó el señor Kiniry, — Pues bien:
¡lo tendremos sumamente ocupado de
108% en adelante!
En Michigan los vestidos de una mu-
jer son de propiedad del marido, y
si ésta quiere abandonario, tiene el
derecho de dejarla desnuda.
que cada una de estas leyes absurdas
sea acatada estrictamente por todos,
sin excepción,
Es indudable que el objeto persegui-
do es-hacer que el pueblo conozca cuán
absurdas son estas antiguas leyes, que
finalmente tendrán que ser abolidas
por completo, Pero hasta ahora, la nue-
va idea constituye un formidable dolor
Je cabeza para los jueces y la policía,
Para mayor escarmiento, esta exigen-
tia puede herir a muchos ciudadanos
rermonteses en un lugar sumamente
ulnerable: la cartera. Porque si se
sumplen dichas leyes, los domingos no
será posible hacer absolutamente nada.
Los disturbios en Vermont comenza-
ron de un modo bastante inocente por
cierto.
.as severas leyes que impusieron los puritanos en la Nueva Inglaterra, que forma
tctualmente la región noroeste de los Estados Unidos, llegaron a ser impopulares,
mue cada vez que se colocaba a un contraventor en la picota, el pueblo se reunia
en manifestación de desagravio y las mujeres le cubrían de flores.
El que usa un bigote postizo y oca-
siona risas entre los fieles de una
glesia se hace pasible a los rigores
de la ley en Alabama.
EL DESCANSO DOMINICAL
ABSOLUTO
Y así fué cómo la cosa empezó. Du:
ante varias semanas Kiniry, su aboga.
lo y sus clientes, han estado desente:
*rando a las más anacrónicas leyes y
bligando a las autoridades a que la:
'umplan,
(Continúa en la página 57)