Full text: 28.1938,25.Mai=Nr. 1427 (1938142700)

MUNDO ARGENTINO 
gobierno británico declaró que esto 
>ra una mentira, El mundo entero de- 
seaba saber cuál era la verdad. Ade- 
más, se rumoreaba que conducía de 
dos a quince millones de dólares en 
oro en su caja fuerte, 
: Cuando fuí a París el año pasado, 
al pasar cerca del lugar. del siniestro, 
20. podía quitar mis ojos del mar, y 
sentí apoderarse: de mí la atracción 
enorme de la posible aventura que 
ofrecía el rescate de los tesoros del 
“Lusitania”, No sólo el asunto de los 
millones en oro captaba'mi imagina 
ción, sino que también estaba el mis. 
terio de las causas de su hundimiento. 
(Continúa en la página 23) 
“i-profesión-es 
el 7) Iiah o” 
. Por JUAN D. CRAIG 
Las ambiciones que impulsan a los hombres a realizar extraor- 
dinarias hazañas son de naturaleza tan diversa, que el sueño 
dorado de uno puede parecerle un absurdo a otro. De todos 
los anhelos que hemos conocido se nos antoja que la ambición 
de Juan D. Craig es la más extraña: librar a los muertos de 
su prisión y hacer In luz en un aran secreto histórira. 
Lotro día un hombre me escribió 
ofreciéndome un trabajo de mi es- 
pecialidad, que es rescatar los te- 
soros de los barcos hundidos en el 
fondo del mar. Cuando me presenté 
en el lugar indicado, esperando hallar- 
me en presencia de aventureros como 
los que muchas veces acostumbran 
lanzarse a la pesca de tesoros, tuve la 
sorpresa de ser presentado a varios 
hombres de negocios, serios y de buena 
reputación, Ante todo, deseaban saber 
si yo trabajaría en los mares donde 
había naufragado el “Mérida”, 
¿El “Mérida”? Hice un esfuerzo por 
recordarlo, Por fin di con el barco: es. 
aba marcado en mi plano; pero su va- 
or no era grande, Más o menos un 
nillón de dólares. Se encontraba cerca 
le la costa del Atlántico de los Esta- 
los Unidos, a unos 70 metros de pro- 
“undidad. Había naufragado en el año 
911, y llevaba a bordo, según se de- 
ía, las joyas de la corona de Méjico 
lel tiempo del emperador Maximilia- 
10. La pérdida ocurrió cuando el go- 
ierno del general Díaz tuvo que huir 
'e Méjico después de la revolución, El 
esoro que transportaba estaba cons- 
ituído principalmente por barras de 
lata, y muchos fueron los que trata- 
'on de rescatar la valiosa carea: nero 
La expedición hacia el “Lusi- 
tania” es una aventura intrépi- 
da que el autor de este artículo 
proyecta realizar. A la derecha 
el croquis demuestra cuán sen- 
cilla aparenta ser. Lo que no se 
ve es la enorme presión del agua 
v los peligros que acechan en el 
fondo del mar. 
nadie había podido encontrar lo que se 
buscaba. Los hombres con quien me 
entrevisté ya tenían un barco en el 
sugar del naufragio y necesitaban un 
duZo experimentado que pudiera rea- 
izar el trabajo con alguna esperanza 
le éxito. ¿Estaría yo dispuesto a acep- 
ar ese trabajo?... 
Por supuesto que acepté, Y no era 
yrecisamente por lo que pudiera ganar 
2n esa tentativa, La expedición me 
xfrecía una ocasión ideal para ensa- 
ar varias ideas que tenía formadas 
sobre la realización de un trabajo mu- 
'ho más importante. Me refiero al “Lu- 
itania”, Cuando el “Lusitania” llegé 
erca de la costa de Irlanda, aprove- 
hando una densa niebla en mayo 7 de 
-915, un torpedo alemán abrió un enor: 
ne boquete en su costado, y tan gran 
le fué la avería, que las bodegas 
“el gran palacio flotante.se inunda. 
on en seguida, y no fué posible obte. 
'er auxilio a tiempo para evitar una 
atástrofe, Más de mil vidas se per- 
lieron en ese siniestro del tiempo de 
2 guerra mundial, Los alemanes dije- 
"on que había sido torpedeado porque 
ransnortaha municiones de guerra. El 
o. 
O 
<a 
m. 
Y 
DD 
O. 
In 
Y 
> 
'u 
mm 
m 
P 
u 
o 
Ñ 
ou 
O 
*— 
m 
Do 
"uu 
T 
xn 
———=1 
A IPLATAFORM 
1 | 
> 
M 
o 
n 
; 
! 
u 
z
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.