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La intervención de Polonia en el problema che-
coslovaco puede ser de alcances decisivos
para la paz.
Por ROBERTO NAVE
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zoloca a Checoslovaquia en capilla, con
an plazo de vida más o menos corto.
De ahí que Francia haya apoyado
tan enérgicamente al gobierno de Pra-
ga, confirmando su propósito de soco-
rrer militarmente a aquella república
xi se viera atacada, *
Ahora bien: el apoyo de Francia ten-
iría que limitarse a atacar a Alemania
sobre la frontera del Rin, provocando
una guerra de trincheras, como en
1914-18, tras de la cual Alemania se
vería libre para someter a Checoslo-
vaquia.
Ni Francia ni Gran Bretaña pue-
Jen emprender una guerra que pudie-
ra dar resultados inmediatos, de mo-
do que no les sería posible evitar la
invasión alemana a Checoslovaquia.
Esta invasión pondría al alcance de
Hitler a la Ukrania, el granero de Ru-
sia, y las fértiles llanuras de Hungría,
en posesión de las cuales resistiría
Alemania, con buenas perspectivas, una
guerra tan larga y cruenta como la
anterior, con la ventaja, además, de
sontar con Italia,
POLONIA QUIZA SEA EL ARBITRO
DE LA SITUACION“
El mayor obstáculo al éxito de Ale-
mania en Europa Central, y hasta en
ma guerra mundial, podría ser Polo-
nia. Este país está fuertemente arma-
lo, y su situación geográfica es de una
mportancia incalculable, Situada entre
Zusia y Alemania, podrá contener el
twance ruso o el avance alemán, según
¡ea el bando a cuyo lado decidiese lu-
:har.
¿Y cuál es la preferencia de Polo-
ia?... Su dilema es uno de los más
ingustiosos que registra la historia,
Hacia el Oriente tiene un enemigo
nortal a su actual régimen y el adver-
ario histórico intensamente odiado.
Tacia el Occidente, un país parte de
uyos territorios ha ocupado, y con
¡uien tiene pendiente el enojoso asunto
lel llamado “corredor polaco”. El acre-
entamiento del poderío alemán no pue-
'e ser visto con buenos ojos por el
robierno de Varsovia, ya que las reivin-
licaciones germanas también incluyen
1 parte de Polonia.
Aun encontrándose entre la espada y
a pared, Polonia constituye una de las
nayores preocupaciones de Hitler. No
sería difícil que de su actitud frente
al problema de Checoslovaquia depen-
la el porvenir inmediato de Europa.
Como se ve, el problema es inquie-
ante y obscuro, aunque se vislumbran
us posibilidades. '
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