EN CORRIENTES LAS COSAS ANDAN
Señor Director *”
Por los diarios de los últimos días me en-
cero de que en Corrientes acaban de contra-
tar a 6.000 peones brasileños para levantar
ta cosecha de arroz. Cualquiera supondría,
por la lectura de esta noticia, que en aquella
irovincia. faltan braceros y por cso se ha
tenido que recurrir a jornaleros extran-
jeros, Pero no es así, mi estimado señor Di-
rector, En Corrientes, como en el resto de
las provincias y territorios que integran la
República, lo que abunda es, precisamente,
gente que necesita y desea trabajar. Abun-
dan los desocupados, y con mayor razón en
estos momentos en que la merma de la pro-
ducción agrícola ha traído como consecuencia
una inquietante paralización en la campaña.
No faltan brazos, no falta tampoco personal
experimentado en la producción arrocera. Lo
que ocurre es que el bracero brasileño cuesta
menos que el trabajador criollo. Trabaja por
cuenta de contratistas, y con un jornal de
monedas está satisfecho. El nuestro exige
an poco más, no mucho, pero un poco más...
Es inconcebible, señor Director, que se
toleren estas cosas. Esta situación exige la
inmediata intervención de las autoridades,
porque conspira contra los intereses del
país y contribuye a agravar el problema de
la desocupación, que ya es de por sí bastan-
¡e grave. Estamos lisa y llanamente frente
Y Un caso de explotación del trabajo hu-
nano que no debemos consentir ni tolerar.
108 productores de arroz son los que me-
108 derecho tienen de aumentar sus ga-
1ancias 'a costa del jornal de los peones,
»rque todo el mundo lo sabe, y ellos en
yrimer término, el negocio del arroz es hoy
m0 de los más florecientes y prósperos.
cincuenta hectáreas bien cosechadas -bas-
an para convertir al productor en propie-
ario de un capital considerable. ¡Menos
voracidad, señores arroceros; conténtense
con ganar unos pesos menos y dejen co-
mer a mucha gente que lo necesita!
Ya que hablamos de cosas de Corrientes,
señor Director, voy a referirme a otro asun-
-0 que en estos últimos tiempos a conmovido
1 la opinión pública de todo el país: ¡los
naestros de Corrientes, amigo Director!
Vdhora resulta que no sólo no se les paga
lesde hace tres años, sino que todo el mundo
'lude la responsabilidad de esta injusticia,
jue llena de indignación y de vergiienza a
odo buen argentino y a toda persona decen-
e. El gobernador se lava las manos. Como
1 gobiernó nacional, según dice, se ha atra-
¡ado en el pago de determinadas subvencio-
1es, él no tiene plata para pagar a los maes-
ros, El presidente de la Asociación de Maes-
57
-—
DE MAL EN PEOR
Tos de Corrientes — ¡asómbrese, señor Di-
"rector! — justifica el atraso en virtud de
as razones que invoca su jefe, el gobernador.
-a cuestión es que los pobres maestros están
'nndenados a morirse de hambre. ¡Y hay
odavía quien pretende justificar o disculpar
sia enormidad! Es claro, el gobernador co-
xrará puntualmente sus haberes; el presi-
lente de esa Asociación ha de-recibir tam-
xién su sueldo los 30 de cada mes, y ya se
sabe, con el estómago lleno se justifican mu-
has cosas. No quiero pensar lo que diría
sarmiento si viviera. ¡El,. que no tenía: pe-
'0s en la lengua cuando se trataba de cantar
verdades! -
Señor Director: hay cosas que no pueden
justificarse de ninguna manera. Es imposi-
e justificarlas. Tal es el caso de los maes-
iros de escuela de Corrientes... Cuando el
zobernador de una provincia rica en reser-
7as naturales, como es Corrientes, se.de-
:lara incapaz para encontrar dentro de su
opio territorio los recursos imprescindi-
Des para hacer frente a necesidades pri-
narias de su pueblo, se reconoce, implíci-
-amente, incapaz de desempeñar la alta
magistratura que enviste. Patrióticamente,
no queda más que un camino... Detarle
el sitio a otro mejor.
ARGENTINO D. VERAS
o
Enrique Muiño... *
(Continuación de la página 49)
A — — LS
que era de cinco pesos por semana; que
en el transcurso de tres años, se con-
virtieron en cinco pesos diarios. En
1907 me centrató don Pepe Podestá
con doscientos pesos al mes. Pasé lue-
ro con Parravicini, que de entrada me
pagó cuatrocientos, Esto era en 1908.
En 1914, cuando me separé de él, ya
zanaba yo mil setecientos pesos men-
suales, que eran un verdadero sueldo
de primer actor. A los dos años, en
1916, me uní a Elías Alippi, con quien
me había encontrado :por primera vez
en el teatro de la Comedia, cuando pa-
36 a esta sala la compañía de don Je-
rónimo Podestá. Alippi y yo coincidi-
mos en el estreno de “Caín”, de Enri-
que García Velloso. Desde el primer
día que nos vimos sintonizamos, a pe-
sar de que antes no se conocía aún esa
palabra. Pero nosotros la presentimos.
También, tuvimos el presentimiento de
que unidos íbamos a seguir el mismo
ramino. Y aquel presentimiento recí-
Proco se cumplió, como lo saben ustedes
y lo sabe todo el mundo. Por eso no es
necesario que yo abunde ahora en deta-
lles sobre la trayectoria de la compa-
día Muiño - Alippi. Ya hace más de
veinte años que se creó ese rubro artís-
tico, y no será fácil que se disuelva
nunca.
Muiño hace una pausa; nos ofrece
an cigarrillo, prende otro y continúa.
— De los éxitos que alcanzamos jun-
cos sólo quiero referirme brevemente al
más grande de todos. Me refiero a
nuestra jira por España, en el año
1922, Esa jira y ese año permanecerán
para siempre grabados en nuestro re-
cuerdo y en muestra gratitud. Si no
hubiéramos recibido otras emociones en
nuestra vida, nos bastaría con las que
recibimos en España para dar por bien
agadas todas las contrariedades ante-
lores. Nuestro debut, en el teatro de
A Zarzuela, alcanzó las nronorciones
de una verdadera fiesta nacional. Todo
Madrid parecía haberse dado cita en
aestro teatro. No sólo estaba abarro-
ada la sala, sino el escenario entre
vastidores, los pasillos, el vestíbulo y
1asta la calle. No hubo una sola per-
onalidad que no desfilara por nuestros
amarines. Cada día teníamos no me-
os de dos banquetes y tres o cuatro
ecepciones, Tuvimos que repartirnos
os homenajes. Alippi iba a un sitio y
0 a otro, María Guerrero y Fernando
Jíaz de Mendoza nos ofrecieron un
anquete en la terraza andaluza del
atro de la Princesa, que, más que un
anquete, parecía una fiesta de “Las
nil y una noches”, Cuanto había de
nás granado en la aristocracia, la po-
tica, las artes y las letras, asistió a
se banquete, servido: por unos cama-
eros de calzón corto, que parecían ar-
hiduques austríacos, Y después el pue-
lo, el pueblo de. Madrid, que es el más
ateligente y el más generoso del mun-
lo. Y digo es y no era, porque no pue-
lo hacerme a la idea de que ya no
xista aquel Madrid que yo vi en el
ño 1927. Lo sucedido después no es
ina realidad: es una pesadilla de la
ue pronto habrá de despertar el pue-
dó madrileño para volver a ser lo que
'ué, lo que no puede dejar de ser nun-
2: la flor de la gracia, de la simpa-
ía y de la generosidad; el espíritu de
ispaña y la esencia de todas las vir-
udes de nuestra raza. Así lo siente
7 lo dice un criollo que lloró al salir
le Madrid y está a punto de llorar aho-
'a al pensar que tanta gloria junta
vudiera convertirse en un montón de
uinas... Pero esto no puede ser. Yo
stoy seguro de que Madrid, como el
Lve mitológica, habrá de renacer de
us cenizas.
* Aventuras de viajeros... —
(Continuación de la página 35)
El hermano: Odorico de Pordenone,
jue se hallaba también entonces en ¡a
China, describió, entre otras cosas in-
:reíbles, una colección de cerdos con
"aras humanas, guardados en un con-
rento budista, en Kinsay, ciudad que
e cree es la actual Hang-tcheou. Kin-
ay era una ciudad enorme en el siglo
-átorce, como lo testimonia Marco Polo,
7 por eso el hermano Odorico puede ha-
erse confundido acerca de sus mara-
villas cuando escribió sobre los chan-
:hos humanos, Era una creencia gene-
alizada en la edad media que los hom-
es podían ser transformados en ani-
"ales por arte de magia,
Mandeville hizo también una deta-
lada descripción sobre cómo construyó
dejandro Magno la fortificación co-
ocida con el nombre de “Puerta de
tierro”, en Derbend, para protegerse
le los salvajes de Persia. Describe a
stos salvajes moviéndose sobre cuatro
atas como los perros, lo qne los con-
ertía en enemigos difíciles para los
Adados de Alejandro.
Relatos hoy familiares sobre las ha-
:añas de los magos asiáticos, descritas
on dudosa fidelidad por. muchas per-
onas de muestro tiempo, fueron refe-
idas por Marco Polo, Mandeville y
.tros, y hay razón para creer que las
rersiones modernas pueden derivar, por
o menos en parte, de esas viejas his-
orias. El hermano Hayton dice que
os magos de Bactria, en Asia, pueden
nantenerse en el aire sin nigún apo-
70. Esto no es más que el fenómeno
zonocido hoy con el nombre de levita-
sión, atribuido a los fakires hindúes
de nuestros días,
- En las tierras del Gran Kan dice
Mandeville haber visto el país de los
2igmeos, donde la gente alcanzaba só-
0 a unos sesenta centímetros de al-
“ura, pero tenían muy buen aspecto y
:ran bondadosos. Dice que se casaban
uando tenían un año y medio, y que
:enían hijos. No vivían más de seis o
siete años, y eran buenos trabajadores
1 oro, plata, algodón y seda, Cuan-
do una persona de tamaño normal
'enía hijos en esas tierras, nacían ne
meos, porque esa era la naturaleza de
la tierra,
Después de contar estas y otras exa-
seraciones, refiere Mandeville que es-
“á sufriendo cruelmente de la gota co-
mo consecuencia de sus tremendos tra-
bajos y padecimientos, Y concluye de
este modo:
“Y así, haciendo un paréntesis a mi
dolorido descanso, recordando el tiem-
po pasado, he escrito estas cosas y las
he puesto en este libro tal como vinic-
ron a mi mente el año de gracia. de
mil trescientos y cincuenta y seis, a los
:reinta y cuatro años de haber partido
de mi país.
"Ruego a los lectores de este libro
y a los que lo escuchen, que si les ha
complacido oren por mí a Dios, que yo
vraré por ellos. Y a todos los que di-
gan por mí un Padrenuestro con un
Avemaría, para que Dios me perdone
mis pecados, los hago partícipes y les
concedo parte de todos los buenos pe-
regrinajes que he realizado; y no sólo
de ellos, sino de todos los que aún pne-
da realizar hasta el fin de mis días.”
'
A
él “CIDEX”, Feliz combinación de 108 universalmente conocidos métodos de los eminentes
Fisiópatas BIER y KUHNE (Neumo-Hidroterápico), con 10 años de constante éxito; para
combatir la DEBILIDAD GENESICA y Desarrollar y Regenerar el VIGOR MASCULINO,
Jin droga alguna; de un modo f£cil! y seguro e inofensivo. Patentado en varios países y
por el Supremo Gobierno de la Nación Argentina. -
El librito descriptivo GRATIS, de 82 páginas, se remite en sobre cerrado y sin membrete,
a quien lo solicite, incluyendo $ 0.50 para gastos de franqueo.
INSTITUTO “M, A, CIDEX”. Casilla de Correo 23, — Suc, 6, — Buenos Aires