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MUNDO ARGENTINO
Entre el Hogar y la Escuela
PASPA
Por JUAN JACOBO
A POBLACION RELATIV
— CARTAS A LAS MADRES
BUENOS AIRES, 22 de junio de 1938. -
Fijas mías:
CAPITAL FEDERAL
(Ciudad de Buenos Aires)
12790 habitantes por kilómetro cuadrado.
no
Es decir que, si se repartiera equitativamente
la población de la ciudad en el territorio que ocu“
pa, a cada kilómetro cuadrado (cien manzanas,
más o menos) corresponderían 12790 personas.
Oocoooonooacano. .——
. 2345678 9101112131415 1617
Damos aquí, en esquema, la población relativa de la Capital Federal, las provin-
rias y los territorios nacionales.
El gráfico se completará con los siguientes datos, que le sirven de referencia:
—Prov. de Tucumán :
— » » Bs. Aires
— y Santa Fe :
— » , Entre Ríos:
To» Córdoba +
B— » 1 Corrientes :
— » , 8.del Estero:
— .» —, Mendoza :
-——Gobern. de Misiones:
Prov, de San Luis - :
—_— ” San Juan z
— a» Jujuy :
— » 1 Catamarca:
— » +, Salta ;
5— >» ,lLakRioja :
16.-—Gobern. del Chaco:
.— », la Pampa:
Quedan sin figurar en el gráfico, por tener menos de un habitante por kilómetro
cuadrado, los territorios que siguen: Formosa, con 1/3; Neuquén, con 1/3; Río Ne-
TO, con 5/20; Chubut, con 9/50; Santa Cruz, con 9/100; TT. del Fuego, con
7/50, y Los Andes, con 1/25.
NOTAS PARA EL MAESTRO
Explicar cómo se establece la población relativa y el papel que en esta cifra tiene
a amplitud o la pequeñez del territorio de que se trate. - -
Aclarar los factores que influyen para estimular o reprimir la población,
Destacar y justificar la enorme desproporción que existe, en cuanto a densidad
de población, entre la Capital Federal y el resto del país.
Asunto de geografía
para 6 erado
ELEMENTO €-—
ATMOSFERAY
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Cuando llegue, en 6? grado, la opor-
tunidad de encarar el examen telúrico
de la tierra, convendrá que los maestros
vayan organizando y sintetizando los
conocimientos que impartan en un es-
quema semejante al que ofrecemos.
Terminado el análisis del asunto, los
niños —' basándose en el gráfico — es-
cribirán una composición al respecto, la
ilustrarán con los recortes que hayan
conseguido y la encuadernarán en una
clase de trabajo manual, para conser-
var un testimonio comvleto de su labor.
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Muy a menudo, cuando vuestros pequeñuelos cometen alguna incorrección,
28 vigo exclamar: “¡Si le habré dicho de veces que no debe hacer tal cosa!...”
A ver: analicemos juntos esa exclamación, Vuestro niño ¿es un negado
vara comprender? Sin duda, afirmaréis que no de inmediato. Y lo afirmaréis
0% sobra de razones, pues si aprendió a caminar y a expresarse, tareas que
xwigen a las criaturitas grandes esfuerzos, bien ha demostrado que entien-
le. ¿Qué es, entonces, lo que ocurre? ¿Por qué comprende unas cosas y a
tras se Jnanifiesta reacio? Admitid conmigo que la respuesta sólo puede
1er una: porque unas cosas se las enseñasteis bien y otras se las predi-
xáis mal. Existe culpa vuestra, pues, en la incomprensión de vuestros hijos.
Y para que no me tachéis de arbitrario, os descubriré en seguida dónde
stá vuestra culpa, vuestro error: vosotras, hijas. máas, les decís a vuestros
Jequeños que procedan de tal o cual modo, pero no los convencéis. Les dirigís
ma cantidad de palabras que llegan a sus orejitas, sí; pero que no Mueven
em sentimiento, no provocan un estado de conciencia, no originan el afán
e convertir en acto el consejo que se recibe. Son, como ya dijo Shakespeare,
'palabras, nada más que palabras”: apenas un montoncito de sonidos que
xbran y se desvanecen sin dejar rastros.
Para ser buenas madres, hijas mías, aprended, en primer término, que no
basta hablar a los niños: hay que persuadirles, demostrándoles, para. cada
cosa que se requiere de ellos, la importancia que tiene el obrar como se les
pide y crear, también para cada cosa, la emoción del bien hacer, la alegría
del triunfo. Si me escucháis será con vosotras el júbilo de -ver cómo vues-
tras eriaturitas aprender a obedeceros, de igual manera que aprendieron
antes, con vuestras lecciones, a expresarse y a caminar,
El Abuelr Omotonle
COMO SE COMBATE LA PEREZA
EN LOS NINOS
L A pereza suele revestir dos
formas en los niños: total o
parcial. Si es total, o sea, si el
niño se muestra perezoso para
todo, significa que su salud está
quebrantada, que su cuerpo fun-
:+i0ona mal, y es cuestión, enton-
ces, de hacer intervenir al médi-
co rápidamente. .Si la pereza es
varcial, esto es, si la criaturita
sólo. evidencia disgusto por hacer
algunas cosas, quiere decir que
esas tareas no le agradan. Enton-
ces es cuestión de demostrarle,
con razonamientos sencillos, la
importancia que tiene la realiza-
sión de esos trabajos y la alegría
que supone vencerse a sí mismo.
A la vez, se comenzará a ro-
dustecer la voluntad, aplicando
0s consejos que dió el Abuelo
Jonstante, y, en lo sucesivo, se
rocurará rodear de todas las co-
nodidades y encantos posibles las
areas que disgustan al niño, a
in de encariñarlo con ellos.
Retar o castigar es contrapro-
ducente en ambos casos: en el
yimero, porque no se remediará
:0n ello el mal estado de salud;
y en el segundo, porque se agra-
ará la antipatía del pequeño por
los trabajos que aborrece, y, por
*onsecuencia lógica, se agravará
la pereza.
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