Full text: 28.1938,6.Jul.=Nr. 1433 (1938143300)

5 de Julio de 1998 
“ 
ENCONTRO su... 
Cuento por M. PRIETO MARCOS 
UDO nacer hijo de reiña, pero 
nació de lavandera negra. :Y 
pudo nacer blanco. como la lu- 
”. ma, pero -Náció negro como la 
madre negra. . + 0 
— ¡“Negrito”, qué negro eres! — de- 
*íanle. todos en la barriada, 
“Negrito” reía una risa de *maza- 
morra, Reía siempre, hasta cuanto lle- 
vaba los atados. de ropa limpia%a la 
olientela de la madre, y los chiquillos 
e acompañaban en comparsa, cuadras 
y cuadras, gritando a coro el estribillo: 
“Negrito”, qué negro eres!...” wi 1 
- Un día llegó la madre muy contents 
y se. puso a lavar y cantar, “Negrito”. 
€ preguntó: Fo “ Y 
.— ¿Estás contenta porque hace buen 
sol? _ - es i 
— Por eso y. porque laváré la topa 
de los tamberos nuevos... li. Y 
— ¿Qué tamberos: nuevost Y... 
-— ¡Los que compraron el: tambo: de 
lós Recalde, pues!... Cuatro o' cinco 
de familia y dos mozos peones... ¡Qué 
gente buena!.... Día por 'medio irás 
tú a buscar la ropa, y ya me dijeron 
que lleves siempre una jarrita para 
larte leche, E 
— ¡Ah, eso me gusta! — celebró. “Ne- 
rito” palmoteando. . . 
— Tomarás linda leche, hijo...... “: 
Triscando fué “Negrito” al tambo: 
sor primera vez, > PE 
Una niña muy blanca, flores. de lino 
sus ojos y aguamiel sus, cabellos, jugó 
zon- él y le dió nueces, :- Ef. A. 
=- Eres" el hijo de la lavandera:¿Y 
ómo te llamas? 7 sj 
— Negrito: + 28H 
— ¿Negrito qué?... > 
— Negrito... Negrito qué negro. eres. 
- La hiña-rió una risa. de seda; y “Ne- 
zrito” rió su risa de megan. E 
* Aquella noche soñó ¿que iténía hina 
uña lena entre las vanos! | o de 
% RD Es 
OE 
- js E ES im. 
Por conocer la. opíñión de su vecina, 
Jue no por convencida, la. ¿lavandera 
Tijo: A a 
— Seguro que fes caís a; del: creci. 
miento, . A 
— E k 
— No, señorad lo embrótiiol e 
— ¡Pero si el pobretitono hizo nia 
1 nadief... ¡Quién pudo haber: sigo? 
— ¡Ah ,:/A loMméjor no era para 
él. Estaba en el. dife y... E > 
La negra 'se cúprió el rostro con las 
manos y ce RE TT 
— ¡Qué hoyror! ¡Qué cosas pasarren 
21 mundo! » , 
Arrimado a las paredes, gacha la 
cabeza. y las piernas bamboleantes, se 
acercaba “Negrito”. Las dos mujeres, en 
medio de la calle, se dieron vuelta para 
mirarlo. El entró en lá casucha. A la 
madre sele mojaron los oios, y la- 
mentó: 
— ¡Siempre así, señora!,.. , 
— Mal de ojo; no hay más que verlo 
— susurró la. vecina. Y tras breve si- 
lencio, preguntó: —' El ¿no se queja 
de nada? * 
— ¡De nada, señora; eso es lo que a 
Tí me da qué pensar!... Le pregunto: 
.Qué tienes, hijo?”... “No sé... Na- 
.a?) me resporide... “y Te duele Algo” 
“Nada...” Si'le prégunto ene E 
fega,- meé dice queiro tiené gana... 
Y cuando 1b fastidio mucho,'se acurru- 
ca. poca y Allí se-está cantu- 
? rreando ymas tonadas tristes que yo no 
sé de*dónde saca... >, . 
> Pues mire — resolvió la vecina; 
y no me gusta metérme en la vida de 
úadie, pero le voy a dar mi consejo, 
¿Usted sabe la casa de doña Rosita?... 
Llévele al chico, que ella le va a decir 
“esta e: esto y lo de más allá” 
No bien los mozos del "tambo le vie- 
on entrar, lío de ropa a la espalda y 
arrita en mano, como siempre, le gri- 
aaron: 
¡“Negrito”, perdiste la risa!... 
Pero él atravesó el patio y ganó el 
:ancel del huerto sin mirarlos si- 
uiera. Entonces los. mozos le arroja- 
on cascotes. “Negrito” se avachó jun- 
0 a un árbol y oyó que alguno decía? 
“Negrito” cayó 
le cara al cielos 
los ojos muyy 
abiertos, y vió que 
se le llenaban de 
niña blanta...” 
—Perdió:1a risa, pero le'sabe mal que 
se ló-digan, Y si no, ¿Por qué pasa y 
nilévanta la vista?.. Y oyó también, 
otra vez: 
.— i“Negrito”, perdiste la risa!.... 
“ No"le sabe mal “eso” que todos le 
dicen ahora en Ja barriada. ¡Qué vat... 
Le-dicen cosa-cierta; tan cierta como 
cuando antes le decían: “Negrito, qué 
negro :eres!”...- Si él no alza la vista 
en el patio: del tambo es porque puede 
“derramarse” Ja mirada que lleva para 
Martita; la niña muy blanca, 
Pero esta vez, Martita no estaba en 
.a mecedora, ni en el cobertizo, ni en 
el limonar. Estaba en la luna; estaba 
en los eucaliptos de “allá-tan lejos”, Y 
allá fué a derramarse la mirada de 
“Negrito”.- Porque la -luna y la niña 
blanca. eran. una "misma pena y: una 
misma ansia en el niño negro. 4 
Pensó que . Martita podía estar aún 
en a escuela, acaso castigada, y expe- 
rimentó una sensación de ahogo que le 
arrafcó un gemido y le obligó.a posar 
su carga en el suelo, De espaldas a la 
casa, no vió a la niña venir hacia él, 
pisando cautelosa, Tal vez la presintió, 
2uando estuvo cerca, y se. dió vuelta 
frustrando así el susto que le amena- 
zaba, . 
— “Negrito”, ¿por qué no llamaste” 
—Ya iba. .. — 
— ¿Andas triste todavía?... Lo que 
debes hacer, ya te dije, es tomar mu- 
cha leche para volverte blanco. 
- Sí. 
— Y así tendrás una risa nueva... 
¿O quieres mejor la que perdiste?... 
“Negrito”, la que perdiste era muy lin- 
da, pero si no sabes dónde la perdiste, 
nó la encontrarás nunca... 
— Sí, la encontraré, Lo dijo una mu- 
¡er que acierta las cosas... Sólo que 
será en algún sitio de muy lejos..., 
muy lejos — repuso “Negrito” con tem- 
alorosa voz. 
— ¡Oh! ¿Y vas air? 
— Cuando sea grande..: 
— Negrito, yo te daré un tacho de 
eche y una bolsa de nueces para el ca= 
mino, ¿Sabes?... No tengas nena por 
280... Y a lo mejor... 
(Continña en la nás.
	        
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