ILY Pons nos ha citado a las
siete de la tarde en su depar-
. tamento del Plaza Hotel.
Cuando nos dirigimos a la ci-
ta, nos acompaña el señor Carmelo
Francione, muy vinculado a todas las
expresiones del teatro lírico en Sud
América. El señor Francione es tam-
bién un archivo viviente de la vida y
milagros de cuantos músicos y cantan-
tes han desfilado por esta parte del
continente. Sus informes van avalua-
dos por el marchamo de la experiencia
y la autenticidad. Por él confirmamos
algunos datos biográficos de Lily Pons,
que ya sabíamos, y conocemos otros
más nuevos, hasta donde puede serlo
cuánto se refiere a la vida de una ar-
tista famosa.
—Lily Pons nació en Cannes, en
1903 — nos asegura Carmelo Fran-
cione. — El padre era francés y la
madre italiana: Tenían un pequeño co-
mercio en la bella ciudad francesa, y
Lily recibió uns educación esmerada.
Estudió idiomas, historia, literatura y
algo de música. Siempre fué delgadi-
ta, fina, delicada. . Tenía dos debilida-
des, además de la física: el canto y
los pájaros cantores. Llegó a tener
uma colección bastante completa de
canarios, jilgueros, ruiseñores, Su in-
fancia y su adolescencia transcurrie-
En un “deshabillé
nañanero, Lily Pon:
se dispone a despa-
:har su correspor-
dencia porticular e-
4 despacho del 2
a Hot.
z0mo Or-
'eo, la diva
le la voz
le oro tie-
ne la fa-
>ultad de
lomesticar
1 las fieras
Una prueba
le ello es
este leopar-
io, propie-
dad de Lily
Pons, que le
regalara un
aríncipe ru-
so, Y que la
artista ha
convertido
en su fiel
muardian.
'on en un, medio propicio a su espíri-
u inquieto y a su sensibilidad bien
emplada, porque a pesar de su apa-
ente debilidad, Lily Pons tuvo desde
'hica un carácter resuelto. Le gustaba
uidar a los pájaros; pero prefería
a compañía de las personas mayores
cla de los niños de su edad. Seeún
- PONS
J
La diva
me ha contado ella misma, había una
lesproporción: entre su desarrollo y
u inteligencia. A los seis años, sólo
enía amigas de doce, y a los doce al-
ernaba con las muchachas y los mu-
hachos de quince y de veinte. Y se
ntendía mejor con los de veinte que
'on los. de quince,
—No sabíamos que hubiera figura-
o entre los artistas precoces.
—No lo fué, en realidad. Su preco-
idad se manifestó más en la vida
jue en el arte. En el arte lírico, sobre
odo, no tuvo nada de precoz. Más
den sucedió lo contrario, pues llegó a
1 un poco tarde, como todo el mun-
lo sabe, Lo que ya no es tan sabido,
$ que antes de dedicarse a la ópera
ué actriz dramática. Pero mejor será
¡ue ella misma le cuente lo que hizo
ntes de incorporarse al mundo de la
írica. Yo me reservo para referirle,
m easo-de que los necesite, algunos de-
alles de la existencia de la diva. que
:3 la que conozco meiar.
ing, de Nueva York, y he querido em-
zar por conocer personalmenté a
níster Filiberto, del que ya he sido
ntérprete. Con una orquesta de cín-
uenta profesores grabé en Nueva
fork su tango “Caminito”, del que se
"endieron millares de discos, “Camini-
0” desarrolla una melodía originalísi-
ma, y el músico que supo sentirla y
:xpresarla, bien puede decir que tiene
ma personalidad y un estilo. Pero aho-
ra, más que los tangos, me intereso
por otras expresiones del folklore crio-
Jo, especialmente por los cantos y
danzas del campo.
—Yo también las prefiero a los tan-
ros — interviene Lily Pons. — Sobre
odo. hay una tonada argentina, esa
jue dice “Ay, ay, ay”, que me gus-
:aría aprender a cantar. Recuerdo ha-
»erla oído una vez, no sé dónde, al te-
nor español Miguel Fleta. O tal vez
2n un disco, no estoy segura.
—ñBSería en un disco de Fleta —
aclara Francione, que nos suministra
2 seguida estas referencias del esposo
le Lily Pons: — El maestro Kostela-
1etz es ruso de origen, pero lleva mu-
:ho tiempo en los Estados Unidos. Ade-
nás de dirigir la orquesta de ia Co-
umbia Broadcasting, es autor de mú-
tica de fondo para películas R. E. O.
7 segundo director de la Opera Im-
xxrial y de la Metrovolitan Opera
Touse.
——Y además, es mí maestro — agre-
za Lily Pons. — Bajo su dirección in-
corporé últimamente a mi repertorio
*Le cog d'or”, de Rimsky Korsakow,
nterpretando mi parte tal y como apa-
rece en la obra, es decir, que lo canto
y lo bailo.
. —¿Hace mucho que se casaron? —-
:noguirimos,
...Mes y medio — responde ella, —
El primer mes de nuestras bodas lo
celebramos en el aire, pues coincidió
on el último día de nuestro Viaje de
ESTUDIO EL BAILE Y QUIERE
APRENDER “EL “AY. AY, AY”
Hemos llegado al departamento de
sily Pons, y el señor Francione mos
irve de introductor de embajadores.
Jos presenta a la diva y ella, a su
rez, hace lo propio con su esposo, el
naestro Andrés Kostelanetz. Con- ellos
se halla también el doctor Miguel F.
Zadilla, y poco después aparecc otro
amigo de todos los presentes, al señor
zermán de Elizalde, El doctor Padilla
»ide fecha al matrimonio para que éste
iga algunas composiciones de Juan de
Jios Filiberto, que serán ejecutadas
»r el propio autor. Cuando han fijado
:1 día más conveniente, el maestre
Tostelanetz . nos explica:
— Estoy muy interesado por estudiar
») folklore argentino, para incorporar
Igunas composiciones a la orquesta
we dirijo en la Columbia EBrondcas-