Full text: 28.1938,3.Aug.=Nr. 1437 (1938143700)

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UALQUIER aldea en la pró- 
xima guerra. A lo lejos, se 
e: oye el tronar de los cañones 
y, de cuando en cuando, una 
escuadrilla de aviones se escurre por 
l cielo primaveral. En las calles y en 
las casas sólo se ven niños y ancianos, 
Los niños mayores ayudan a los viejos 
an la cocina comunal y organizan cla- 
ses para enseñar a los pequeños el 
2s0 de las máscaras contra los gases 
asfixianes. No hay una sola persona 
adulta entre los 18 y los 50 años. Ni 
20mbres ni mujeres... 
Los ejércitos femeninos (¿puede ha- 
er un ejército femenino?) son más 
numerosos que los ejércitos compues- 
sa deficiencia está siendo salvada y, 
ctualmente, las organizaciones feme- 
inas oficializadas se están preparan- 
o afiebradamente para colocar a la 
jer a la par del hombre en los 
jércitos de las grandes potencias. Su 
unción sería, según se estima, de 
"upar la retaguardia y -desempeñar- 
e en los cuerpos de comunicaciones; 
ero eso significa, a la postre, su 
ventual ocupación de las trincheras 
e primera línea, 
Campos de entrenamiento, en casi 
dos los países bien preparados, se 
ledican a esta obra de convertir la 
nujer en un agente destructor. La 
ráctica de tiro y la formación de es- 
7 e | 7 
La próxima guerra será 
- . - e . 
ganada por las mujeres 
La “guerra total”, que se está preparando, quizá 
nunca llegue a estallar, porque los gobiernos 
comprenden que será de exterminio y sus horrores 
sobrepasarán a todo lo imaginado. | 
Por ROBERTO NAYE 
03 por hombres, porque en el mundo, 
y especialmente en Europa, hay más 
mujeres que hombres, Será la mujer, 
vor la fuerza de los números, la que 
decidirá la victoria. 
uadrillas de mujeres pilotos: se consi- 
leran actividades compatibles con la 
'eminidad moderna. , 
En los Estados Unidos ya existe 
1na propuesta para llamar bajo ban- 
LA MUJER CONSCRIPTO 
El mundo entero está llegando a 
:omprender que en la próxima gran 
ruerra se presenciará el espectáculo 
de la mujer conscripto, Las hostilida- 
des llevadas a la población civil sig- 
nifica, en cierto modo, la guerra de 
exterminio, y frente a semejante ame- 
naza, toda persona capacitada para 
levar un arma tendrá que tomar par- 
te en la lucha activamente. 
Desde ya se planea la conscripción 
le la mujer en muchos países para 
reemplazar a los hombres en las fá- 
bricas,. como ya ocurrió, en parte, du- 
rante la conflagración de 1914, De 
ahí a que se incorporen al ejército es- 
tán sólo a un paso. 
SOLO LES FALTA ORGANIZACION 
Y ese paso ya ha sido dado en Es- 
paña y en la China, donde existen 
numerosísimas combatientes del bello 
sexo. La falta de una debida organi- 
zación de las mujeres, como comba- 
tientes, ha restado eficacia a su in- 
taervención en dichas contiendas. nero 
eras a la mujer en caso de una guerra. 
La autora de este proyecto. fué la 
ifamada aviadora Amelia YEarhart, 
vue desanareció en al océano Pacífico 
El “heroismo - de - la 
mujer española es ya 
legendario. Str la 
menor preparación se 
lanzó a la lucha y 
combatió a la par del 
E nan h=> 
lurante- un reciente vuelo que todos 
ecordarán. 
El propósito que la guiaba era de 
luplicar el poderío militar de la 
Jnión y, al mismo tiempo, alejar la 
»sibilidad de una guerra. 
— Creo que las mujeres podrán 
lesempeñarse con igual acierto que 
>s hombres — decía — en la guerra 
necanizada. Hemos probado que so- 
nos tan valientes y decididas como 
ualquiera de los que llevan pantalo- 
les, y eso es. lo esencial en nuestros 
las, Por otra parte. estimo que la 
Zas colegialas de Tokio reciben ins- 
trucción militar y forman regimientos 
wganizados para el caso de una in- 
masión. 
:onciencia de que las mujeres tam- 
»én tendrán que ofrecerse a la car- 
icería constituirá un freno aprecia- 
Ne al espíritu bélico de los hombres 
7 tenderá a abolir las guerras. 
Otra aviadora célebre, la inglesa 
my Johnson, difiere un tanto con 
as opiniones de miss Earhart, 
— La verdadera misión de la mu- 
er, en tiempo de guerra — explica 
imy, — es en la organización de la 
lefensa detrás de las líneas de com- 
ate, y si estuvieran bien organizadas 
odrían reemplazar a grandes contin- 
rentes de hombres, que se verían li- 
res para combatir en primera línea. 
"ersonalmente, sentiría demasiado ho- 
Tor ante la perspectiva de tener que 
natar, y no tendría el valor de ha- 
xerlo deliberadamenta 
LAS MUJERES PUEDEN SER EX- 
CELENTES SOLDADOS 
Si bien es cierto que Amy Johnson 
xpresa los sentimientos de.gran nú- 
aero de su sexo, hay quienes disien- 
en con ella. La prueba está en que 
as dos grandes guerras que ensan- 
rrientan al elobn en estas días. cuen- 
an con numerosísimas combatientes 
femeninas. 
El general Chiang-Kai-Sheik ha re- 
lutado verdaderoseejércitos de muje- 
es, y su propia esposa es comandante 
n jefe de las fuerzas aéreas de China. 
"or su parte, los regimientos femeni- 
105 de los japoneses han adquirido una 
rran eficiencia técnica, y si bien no 
1an intervenido activamente en la con- 
ienda, siempre están preparadas para 
'epeler cualquier invasión de su terri- 
orio, Rusia cuenta con millares de mu- 
eres en su ejército rojo y de todas las 
irmas, tanto en la aviación como en los 
-uerpos de tanques de asalto, Una mu- 
¡er con un fusil o un avión es tan pe- 
ligrosa eomo lo puede ser el hombre 
más fuerte y varonil. 
Que no carecen las mujeres de con- 
liciones para ser guerreras lo demues- 
Ta la pequeña Sabiha Gochken, hija 
idoptiva de Kemal Ataturk, el dictador 
de Turquía. Esta joven, que cuenta 
ipenas 23 años de edad, atacó con su 
1wión a mil kurdos y los obligó a huir, 
narejando ella misma la ametrallado- 
'a. La “gentil criatura” es teniente de 
as fuerzas aéreas de Turquía, y es co- 
ueta, pues lleva su lápiz para los la- 
xios en el cinto, juntamente con su pis- 
ola automática. 
La historia de Sabiha es altamente 
nstructiva, Habiendo perdido sus pa- 
ires en la lucha contra los griegos, el 
1921, fué adoptada por el dictador, 
> Al convertirse, con los años, en una 
hermosa joven, sus pensamientos no 
“ueron, Ai remotamente, románticos. 
Aspiraba a convertirse en aviadora mi- 
itar. De modo que Ataturk la envió 
1 Rusia en una escuela militar de avia- 
ón, y se convirtió en uno de los me- 
ores pilotos del ejército turco, hacien- 
lo gala de una arrojo a toda prueba. 
Desde el año 1930, cuando se sancio- 
16 la ley respectiva, toda mujer, en 
"rancia, menor de 60 años deberá pres- 
ar servicios “militares” en caso de 
ina guerra, Hasta ahora no se la con- 
idera en la capacidad de soldado de 
ínea, pero llegado el momento en:que 
"erá necesario recurrir a refuerzos, los 
stados mayores tendrán a mano 
randes contingentes femeninos debi- 
lamente organizados, conociendo el ma- 
.ejo del fusil, del avión, del carro de 
1salto... y dispuestas a morir y ma- 
ar por la patria, , 
En los países totalitarios las orga 
xizaciones femeninas forman nada me- 
nos que un segundo ejército. 
Los horrores de la guerra se dupli- 
arán, por lo tanto, sin cambiar por 
50 la fuerza relativa de los combatien- 
es. ¡Hasta los niños se están prepa: 
'ando para convertirse en: pequeños 
nonstruos destructores de la vida! Es 
] caso de decir: “¡Qué bárbara civi- 
ización '””
	        
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