Full text: 28.1938,3.Aug.=Nr. 1437 (1938143700)

3 de Agosto de 1938 
_ e A Por HORACIO 
Teatro nacional 1938 Ric romo 
“LA HERMANA JOSEFINA” EN EL TEATRO 
NACIONAL DE COMEDIA | 
4% 
petito grandemente, pues sig- 
luifican una verdadera agresión 
contra el hígado. La urticaria, 
la nerviosidad, el insomnio, el 
sueño intranquilo y las malas 
ligestiones son la consecuencia 
común de esta técnica de “ce- 
vamiento”, 
Los huevos constituyen un 
wxiliar precioso de la alimen- 
ación infantil; pero deben ser 
lados con tino y oportunidad, 
y teniendo en cuenta las moda- 
lidades de cada caso, Es el mé- 
lico quien debe aconsejarlo y 
Ttecidirlo, y no una irrazonable 
NTamá, que cree que dando de 
/ualquier manera huevos a un 
*hico se le alimenta bien. 
No hay platos o alimentos 
le una particular eficacia que 
2ncierren en poco volumen 
2orme potencia nutritiva. Los 
ue se anuncian al público co- 
mo tales sen el resultad» de 
ina propaganda desmedida y 
harlatanesca, de la que no 
ocas veces los médicos de ni- 
los vemos las desastrosas con- 
secuencias. El régimen de co- 
nida de un chico debe ser com- 
»eto y armónico, adaptándose 
1l mismo tiempo al tipo del ni- 
ño, a la época del año, a las 
Josibilidades económicas y a 
as características de la región 
:1 que se vive. Determinando: 
"Ss Una tarea fácil cuando se sa- 
de hacerlo; pero sometida a 
núltiples causas de error cuan- 
lo se ejercita sin conocimiento y 
sin prudencia, 
Digamos, para terminar, que 
:n contraposición con estas 
madres “cebadoras” ray las 
niedosas, que por un irrazona- 
lo temor, dan a sus chicos un 
'égrimen pobre y restringido, de 
lesastrosas consecuencias para el 
organismo y pará el crecimiento 
lel chico. 
Tan peligroso es caer en un 
Xtremo como en otro: erro- 
'es isualmente funestos encie- 
"ran ambas conductas. 
El consejo del médico orien- 
ará siempre, haciendo ileva- 
lero y seguro un método que 
Jebe consultar las numerosas 
7 serias necesidades de un ni- 
io que se desarrolla. 
¿Por qué los militares no van al tea- 
0? Esta ingeniosa pregunta, en apa- 
encia trivial, la hemos oído de labios 
je una escritora joven. La observación 
5 en ejecto sagaz. Rara vez un unifor- 
ne taracea la monotonía burguesa de 
una platea o de un valco. 
Darthés y Damel constituyen un binomio que poco a poco ha ido 
*scalando los diversos escenarios del teatro nacional en constante 
7. amable superación. Ahora está en el Nacional de Comedia, sala 
de evidente calidad, con público escogido y dirección artística de pri- 
mer orden. “La hermana Josefina” es una enmedia fin de siglo: ar- 
mónica, suave, convencional. Comedia para tardes rosas o matinés 
Tedicadas a las señoritas casaderas, a las solteronas convalecientes 
y a los caballeros que hablan siempre de los tiempos antiguos y que 
levan una gardenia en el ojal. No quiere esto decir que en “La her- 
mana Josefina” hoy calesas, ramos de flores, anchos sombreros de 
vaja con cintas flotantes y un violín que toca, en el momento opor- 
"uno, desde las bambalinas. José Ingenieros decía que hay que des- 
confiar de las piezas teatrales en las que suena un violín, No descon- 
riemos, pues, de “La hermana Josefina”, 
Su trama es simple y artificiosa al mismo tiempo. Una curandera 
realiza prodigios de curación en un puebla, en franca competencia 
“on el doctor, que hasta llega a recurrir a ella para curar a un 
cliente desahuciado. Derrota espiritual, si no científica, el doc- 
"or decide rumbear hacia otros climas; pero la curandera lo retiene, 
vor un artificio supersticioso, y la enamora. Y se casan. La comedia 
no dice si fueron felices, pero Darthés y Damel, hábiles autores tea- 
trales, no olvidan un detalle fundamental. La ética de las costumbres 
y de los oficios impone que la curandera resulte doctora diplomada, 
en la Facultad, que se hace pasar por médico apócrifo. Este desenlace 
está a tono con el medio ambiente y con lo que se han propuesto los 
autores. “La hermana Josefina” está escrita en un lenguaje digno. 
Su diálogo es respetuoso con la gramática y con la buena educación 
lingiística. Se escucha con agrado y se mira con complacencia. ¿Qué 
más? Los Alvarez Quintero hicieron gran parte de su fuma así. ¿Por 
qué no la habrán de construir Darthés y Damel, a quienes les hemos 
reconocido én más de una oportunidad una nobleza de propósitos y 
una eficacia escénica no muy comunes entre nosotros? Y si la obra 
nó deja en el espíritu otra cosa que el recuerdo de un grato momento, 
y de su eficaz escenografía, sobre todo el efecto del sol que pasa por 
una ventana, no hay por qué exigirle más. Asistir a ella es como 
hojear una linda revista. “La hermana Josefina” es una página de 
papel satinado. 
La Casa del Teatro ha inaugurado su 
2lón de actos culturales. Se nos ocurre 
ensar que el mismo podría ser un ex- 
elente lecho en el que se recojan las 
guas del teatro experimental. Un con- 
urso de piezas de esa naturaleza po- 
Iría asegurar la calidad relativa de las 
»bras. Los grandes autores franceses 
:0ntemporáneos han salido en su ma- 
roría del teatro experimental. ¿Por qué 
10 podría salir de él un buen autor ar- 
rentino? 
LA ANECDOTA.— 
Se estrenaba en Madrid una pieza 
le Villas, autor primerizo, y que era 
un dechado de mediocridad, tanto, que 
1 las primeras armas abandonó su vo- 
ación. La noche del ensayo neneral, 
Villás se acercó al actor protagonist1 
1 le dijo: 
— Hay algo en su interpretación que 
20 me convence mucho... 
El actor dió la callada por respuesta. 
La pieza fué un fracaso; en el pri- 
ner acto el público siseó, en el segun- 
lo silbó, en el tercero taconeó, Ya en 
1 camarín, actor y autor se encontra. 
0 de nuevo. Y entonces, el intérprete 
rentenció: : 
— Había algo en su pieza que no me 
:0nvencia mucho. — Y agregó: — ¿Qué 
e parece si yo la hubiera escrito y us- 
ed renresentado? 
“AYER, HOY Y MAÑANA”, DE 
EDUARDO PAPPO 
— Cehamiento | 
(Continuación de la página 40) 
“Ayer, hoy y mañana” es pieza escrita en realidad con un solo per- 
sonaje. Ese sabio, que no es distinto de todos los que nos ofrece la 
leyenda y la realidad. Bueno, displicente, distraído, idealista; traba- 
jador y fuera de todas las zonas realistas de la lógica y de la adapta- 
ión al medio, Alrededor suyo sé suceden las escenas, un tanto des- 
veñidas y descalabradas, y de la oposición de hijos a padres. Pero todo 
"sto carece de profundidad. Hasta la misma actitud discursiva final 
le sabio, que da en palabras una lección de seriedad, de responsabili- 
lad, de amor, de fe que él en realidad sólo ha puesto en los insectos. 
Pappo, que. se dibujaba como un comediógrafo eficaz, se destiñe un 
tanto en esta nueva producción. El afán por el grotesco (que entre 
hosotros se borda generalmente alrededor de un ser muy estudiado 
y proyectado de adentro hacia afuera) es el que más ha conspirado 
“ontra este nuevo trabajo. Eduardo Pappo debe escribir, inmediata- 
mente, otra comedia. 
MESA 
vuesto. Darlo crudo, implica 
cargar al sistema digestivo 
le tal tarea, Lo lógico y razo- 
1able es administrar el huevo 
iden cocido. No pierde con ello 
uingima de sus virtudes nutri- 
ivas, y se facilita la labor de 
a digestión. Lo que no tiene 
lefensa alguna es el vino: tó- 
rico sumamente activo para el 
1ígado y para el sistema ner- 
rioso de los niños. La conse- 
uencia de estas famosas “ye- 
mas caidas” «3. disminuir el 
FE DE ERRATAS 
¿Por qué no se inicia una reposición 
le las antiguas y nobles comedias del 
epertorio nacional? Es ésta una técni- 
-a seguida, con frecuencia, en salas ci- 
1ematocráficas. 
odo, en provincia, donde los actores sa- 
2% q “toro” a desempeñar papeles que 
"an aprendiendo con la oreja puesta en 
2 voz del avuntador. 
—sta 
"as, 
Fu $50 a 
370 9 - L , 
— ¿Qué es el éxito? — le preguntaron 
'eríta vez a Novión. 
— El éxito es una moneda que empo- 
Tece a medida que enriquece — res- 
:0ndió éste. 
La serie de recordaciones podría co- 
nenzar con Florencio Sánchez. La com- 
vañía que pusiera en escena tres o cua- 
ro comedias de éste, otro tanto de La= 
terrere, de Iglesias Paz y otros, realizaría 
»ra de cultura y tendría asegurado el 
tzito, Pero existe un grave inconvenien- 
:e, y es el referente a los ensayos. Nadie 
) casi nadie ensaya de verdad. Aquello 
le que los estrenos no pasan de meros 
"nsayos generales es proverbial, Y, sobre 
—.» 
arg 
Hubo una vez un director artístico 
ue sacrificó un detalle de la decoración 
leada por él al ritmo y movimiento de 
1 vieza.
	        
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