ENTRE el HOGAR y la
ESCUELA ro JUAN JACOBO
Uso de la letra C
. CARTAS A LAS MADRES
Se empieza la clase hablando del asno
r de la fama de torne que tiene este
animal. .
Se dibuja la cabeza de un asno y se
1ace notar la longitud de las orejas.
A pesar de su fama — se dice, — ya
rerán ustedes cómo nos enseñan algo
itil las orejas de este asno.
Se plantean oraciones en las que in-
ervengan sendas palabras esdrújulas
que terminen en ceo. Se toma una de
as voces y se escribe en una de las
rejas del animal dibujado.
Idem con: esdrújulos terminados en
"20.
Se hace observar que todas las ex-
yresiones esdrújulas terminadas en
"eo, cea, se escriben conc.
Se redacta la regla pertinente, se
"orrige y se asocia al esquema.
Dictados de aplicación para memo-
rizar lo aprendido y transformarlo en
wúbito ortográfico.
Consecuencia final hecha en tono
restivo:. escribir esdrújulos terminados
"n ceo, cea, con ese o zeta en cambio
de ee, significa ser más asno que el
isno.
Buenos Aires, 24 de agosto de 1938,
Hiias mías"
No sabéis la satisfacción que me produce — a mi, que os escribo semanal-
nente — recibir una carta firmada por vosotras, Una carta como la que me
legó anteayer, en la que una mamá, cuidadosa de sus deberes nara con los
1ijos, me pregunta de qué modo puede conseguir que no Megue, hasta sus cría-
uritas, “ni una sola impresión desapacible — son sus palabras — para evitarles
a horrible tortura de la timidez, que tantas penas me ha costado a mí misma”,
Como la cuestión que plantea mi correspondiente "puede y debe interesaros
+ todas, la contestaré aquí mismo: yo no dije, porque no soy amigo de exa-
rerar, que los bebés no han de recibir ni una impresión desagradable; he dicho,
iempre, que han de ser gratas la mayoría, no la totalidad, de las experiencias
mue realicen con respecto al mundo: que les rodea. Ninguna de vosotras puede
:vitar, porque no está en vuestras manos conseguirlo, que la criaturita se asuste
:0n el fragor de un trueno. Y por mucho que vigiléis a vuestros hijos, difícil-
nente impediréis que se golpeen en alguna oportunidad o que acerquen un
¡edito a una cosa demasiado caliente y traduzcan en lágrimas el fruto deplo-
'able de su bienhechors inquietud.
Lo que yo os aconsejo es no añadir a esos desagrados inevitables otros que
leriven de vuestra ceguedad o vuestro descuido, Más aún: que os preocupéis .....
nediante conversaciones, cuentos, lecturas, láminas, juguetes, etc. — de acu-
nular impresiones deliciosas en el alma de vuestros hijos. Porque si actuáis
Sí; las muchas experiencias positivas que vayáis creando contrarrestarán el
Aflujo de las pocas negativas inevitables y dejarán en el espíritu de la criatu-
ta un gran saldo favorable, que le impedirá caer en las garras crueles de la
imidez.
Hablemos bien
Debido al cónccimiento erróneo del
ignificado de algunas palabras, solemos
:xpresarnos equivocadamente y. hacer-
10s, así, el ridículo ante las personas
en informadas.
Véase, por ejemplo, en qué disparate
se incurre cuando se habla de la cará-
tula de un libro, en cambio de hablar de
511 vOritada. tana o cubierta.
a
CARATULA
Expresa la idea
de careta y se re-
tiere, por tanto, a
la máscara que se
usa en carnaval o
z la mascarilla de
alambre con que
protegen el rostro
los apicultores y
tos esarimistas.
PORTADA
Con esta pala-
ira se designa, en
tuestro idioma, la
primera plana de
In impreso cual»
quiera, sea éste
mr libro, una re-
vista o un folleto,
Puede decirse,
también, tapa o
»ubierta.
U Mulr Omolonte — ein
OUE VARIADOS SON LOS VESTIDOS
Las modificaciones en
el estilo de vida
A medida que la criatura crece, el
estilo de vida se amplía y se complica
con nuevas afirmaciones y negaciones,
siempre inconscientes porque el discer-
nimiento y el espíritu crítico aparecen
Tuy tarde, a una edad en que todo está
va estructurado en el espíritu del ser.
Pero si el bebé o el niño no disponen
le urna conciencia que les ayude a
guiarse, sí la tienen sus progenitores, y
1 ellos les está confiada, por tanto, la
tarea de vigilar cómo se forma en sus
hijos el estilo de vida, y de prevenir
sus medificaciones anticipables, como
la llegada de un hermanito, la presen-
za del médico en caso de enfermedad,
al ingreso en- la escuela, etc.
Para que estos y otros cambios en el
stilo de vida no choquen bruscamente
ton el niño y no dejen una experiencia
desagradable, que se traducirá en una
negativa rotunda, es necesario que el
ser esté preparado, según instruecio-
ses que iremos dando en sucesivos ar-
tículos,
Pero no queremos terminar éste sin
dejar dicho que el régimen alimenticio,
la gimnasia metódica y todo lo que
tienda a preservar la salud y robus-
tecer las-energías tienen una grande y
sositiva influencia en el estilo de vida.
Los vestidos varian
:6n las estaciones: en
invierno son gruesos
abundantes; en Ye-
"ano son escasos Y
HUreros.
'ambién cam
jan según los
ugares adende
vayames, pues
ho vestimos de
igual medo para
star en ca52a
que para ir a in
'scuela e para
antir dea nara.
uando un esm-
:esino Mega >
A ciudad, ze le
onoce de Inmne-
liate por las
en das due HSA,
duehos trabajos,
ome el de los
agentes de policia,
»bligan al use de
in uniforme es-
nerial.
on la edad se modi.
ican asimisme las
'opas, desde las po-
Jeritas de los bebés
hasta los pantalones
larges de les adultos,
pasande per los tra-
ecitos que unáiz
ahora
Para completar el tema debéis tener pre-
ente, además, que la indumentaria se trans-
orma según los países, El traje típico de los
olandeses, verbigracia, que en tantas ocasio-
1es habéis visto, sin duda, en.las láminas o
*n carnaval, no se asemeja en nada al de
auestros paisanos, ni al de los húngaros, al
Je los escoceses, gitanos, etc.
Y es que cada pueblo amolda sus vestidos
: la índole de las tareas que debe reali-
var, al clima del sitio donde vive, a los elemen-
os de que dispone más fácilmente para con-
*eccionarios y a sus gustos particulares,
Por otra parte, deberíamos referirnos a la
liferencia que existe entre la ropa interior y
:xterior y a las prendas que se usan para la
sabeza, los pies y las manos, así como a las
de simple adorno,
"or fin, mientras en las playas de ve-
aneo la gente se desabriga, en las zo-
Las nevadas se arrova eridadosamente
Tampoco visten las niñas de mane-
ra semejante a los varones, A di-
Terentes sexos corresponden vesti-
mantas diatintuz
,