r de septiembre de 1988.
N conocido filósofo ha dicho que
todo perro debe tener una can-
tidad razonable de pulgas, pues
éstas lo mantienen lo bastante
xcupado como para que no tenga tíem-
20 de pensar por qué nació perro. Los
»sicólogos modernos están adoptando
ma actitud similar respecto a las ri-
ñas que ocupan tanto tiempo en la vi-
da de'los matrimonios. - i
Las discusiones familiares no son
muy agradables, pero actúan co-
m0 una especie de válvula de es-
ape. Probablemente, ésta es una
-azón por la cual es menor el nú-
nero de personas casadas que en-
oquecen que entre las solteras,
riudas y divorciadas. Al reñir por
motivos triviales, una pareja se li-
ora de buena suma de emociones
malsanas, que pueden acarrear un
Jesequilibrio. mental si se contie-
1en demasiado tiempo. De manera
jue una buena, “pelea” entre ma-
rido y mujer es, muchas veces, de
yran beneficio para la salud men-
:al de uno o de otro, y frecuente-
nente de ambos. Por desdicha, la
P
mayor parte de personas casadas no lo
omprende así, especialmente entre las
varejas recién casadas, que algunas ve-
ves toman tan a pechos sus riñas, y
orovocan tragedias que nadie se es-
veraba.
Un ejemplo reciente es el caso de la
xXtraña desaparición de Andrew Car-
1egie Whitfiel, un aviador de Nueva
York. Todavía no había cumplido los
:reinta y se había casado hacía menos
le un año, Llegó a su casa cierta no-
he, y porque la cena no estaba lista,
bo un violento cambio de palabras
>ntre él y su esposa. Finalmente, Whit-
fiel tomó su sombrero, gritó que iba a
Jesaparecer y salió dando un portazo.
A la mañana siguiente habló por telé-
“ono con su afligida esposa para comu-
aicarle que “iba a cumplir con lo di-
?ho”. Luego subió solo en su aeropla-
20 y desapareció entre las nubes en di-
rección desconocida. ,
Lo que le sucedió después nadie lo
7
-
Por LUCAS TERRA
vegún las últimas conclusiones de conocidos especialistas en enfer-
nedades nerviosas, las “peleas” entre novios y esposos, siempre que
10 pasen de los límites de un disgusto pasajero, son altamente
beneficiosas y tienden a mantener unidas a las parejas que poseen
uficiente criterio e inteligencia para comprender el verdadero sig-
nificado de sus desavenencias.
abe. Se le buscó por ocho estados sin
allarlo y nadie ha visto más ni a él
ia su avión, De modo que figura en-
e los hombres desaparecidos, en la
iutegoría numerosa de aquellos que
2saparecieron después de una trivial
“fa familiar,
Desde el punto de vista psicológico,
2 verdadera tragedia de este episodio
s que Whitfiel decidió tomar una re-
olución extrema, a raíz de una discu-
ión sin importancia, cosa que los psi-
óloros ahora señalan como de conside-
able beneficio, pues ayuda a las pa-
ejas casadas a mantener su salud
mental y su estabilidad emotiva.
El conocido psicólogo doctor Hornell
lart dice en su libro “Personalidad y
amilia”: “Muchos matrimonios fra-
asan porque los esposos no:se entien-
len. Si se comunicaran sus ideas, si se
lijeran con franqueza lo que piensan
obre ciertas cosas, se establecería en-
re ellos un mutuo entendimiento. Pero
uando uno de los cónyuges mantiene
allado nn sentimiento rencoroso, no
ao
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ólo consigue que el fastidio o el re-
entimiento se fijen en su espíritu, si-
10 que obra con verdadera injusticia
1acia el otro. — :
"Algunas veces — prosigue el doctor
Tart — uno u otro está demasiado ab-
orto para escuchar. En otras ocasio-
1es, cada cual trata de imponer su opi-
tión, y se esfuerza tánto en señalarle
11 “adversario” sus errores, que no le
's Posible, psicológicamente hablando,
ipreciar o comprender un punto de vis-
a distinto.”
-Una mujer, que también ha estudia-
lo científicamente las relaciones ma-
rimoniales, Marjorie D. Kern, corro-
ra: en su libro “Cómo llevarse bien”,
2 teoría del doctor Hart: “Debemos -
'ontrolarnos y distinguir entre lo que
s importante. y lo que no lo es, y cul-
ivar el hábito de olvidar las. pequeñas
¡iferencias sin importancia,”
Una riña que conduce a un largo pe-
odo de silencio entre los esposos, cosa
recuente, por otra parte, se convier-
e, A Veces, en una situación mortifi-
ante que conduce a: mayores cons:-
vencias, aun siendo el motivo dela
iscusión relativamente innocua. Un
jemplo de lo antedicho es la desave-
encia ocurrida entre el doctor Georg:
1. Blakeslee y su esposa Helen. Riñe
'on sobre si su hija era o no bastante
rrande como para usar el lápiz de lo:
abios. Aunque el doctor Blakeslee e:
in eminente especialista de enferme.
lades nerviosas, aparentemente no le
'ué posible emplear sus conocimientos
n su propia familia, y de acuerdo con
:u declaración al pedir el divorcio, él
7 SU esposa estuvieron viviendo en la
hisma casa ¡sin dirigirse la palabra
urante siete. años!
Al terminar la luna de miel, los ma-
rimonios aprenden que el lugar donde
nás tienen que dominar sus nervios es
:n la mesa del desayuno, pues éste es
n sitio peligroso. Allí se originan fá-
Imente violentas discusiones por cual-
uier trivialidad. La razón es, sencilla-
mente, que muchas personas son fá:i-
es de irritar durante las primeras ho-
'as de la mañana, y no sienten deseos
ie hablar ni quieren que se les hable
asta no haber ingerido una buena ta-
3 de café con leche 0-lo que acostuni-
ren tomar en el desayuno. Pero, de
:cuerdo con las indicaciones de los psi-
:ólogos, la mesa del desayuno es el lu-
zar apropiado para ventilar amplia.
mente cualquier: malentendido, y lo
veor que puede hacer una pareja es
“ormar el hábito de tomar su desayu-'
no en un silencio rencoroso y triste.
(Continúa en la página 59)