Full text: 28.1938,7.Sept.=Nr. 1442 (1938144200)

r de septiembre de 1988. 
N conocido filósofo ha dicho que 
todo perro debe tener una can- 
tidad razonable de pulgas, pues 
éstas lo mantienen lo bastante 
xcupado como para que no tenga tíem- 
20 de pensar por qué nació perro. Los 
»sicólogos modernos están adoptando 
ma actitud similar respecto a las ri- 
ñas que ocupan tanto tiempo en la vi- 
da de'los matrimonios. - i 
Las discusiones familiares no son 
muy agradables, pero actúan co- 
m0 una especie de válvula de es- 
ape. Probablemente, ésta es una 
-azón por la cual es menor el nú- 
nero de personas casadas que en- 
oquecen que entre las solteras, 
riudas y divorciadas. Al reñir por 
motivos triviales, una pareja se li- 
ora de buena suma de emociones 
malsanas, que pueden acarrear un 
Jesequilibrio. mental si se contie- 
1en demasiado tiempo. De manera 
jue una buena, “pelea” entre ma- 
rido y mujer es, muchas veces, de 
yran beneficio para la salud men- 
:al de uno o de otro, y frecuente- 
nente de ambos. Por desdicha, la 
P 
mayor parte de personas casadas no lo 
omprende así, especialmente entre las 
varejas recién casadas, que algunas ve- 
ves toman tan a pechos sus riñas, y 
orovocan tragedias que nadie se es- 
veraba. 
Un ejemplo reciente es el caso de la 
xXtraña desaparición de Andrew Car- 
1egie Whitfiel, un aviador de Nueva 
York. Todavía no había cumplido los 
:reinta y se había casado hacía menos 
le un año, Llegó a su casa cierta no- 
he, y porque la cena no estaba lista, 
bo un violento cambio de palabras 
>ntre él y su esposa. Finalmente, Whit- 
fiel tomó su sombrero, gritó que iba a 
Jesaparecer y salió dando un portazo. 
A la mañana siguiente habló por telé- 
“ono con su afligida esposa para comu- 
aicarle que “iba a cumplir con lo di- 
?ho”. Luego subió solo en su aeropla- 
20 y desapareció entre las nubes en di- 
rección desconocida. , 
Lo que le sucedió después nadie lo 
7 
- 
Por LUCAS TERRA 
vegún las últimas conclusiones de conocidos especialistas en enfer- 
nedades nerviosas, las “peleas” entre novios y esposos, siempre que 
10 pasen de los límites de un disgusto pasajero, son altamente 
beneficiosas y tienden a mantener unidas a las parejas que poseen 
uficiente criterio e inteligencia para comprender el verdadero sig- 
nificado de sus desavenencias. 
abe. Se le buscó por ocho estados sin 
allarlo y nadie ha visto más ni a él 
ia su avión, De modo que figura en- 
e los hombres desaparecidos, en la 
iutegoría numerosa de aquellos que 
2saparecieron después de una trivial 
“fa familiar, 
Desde el punto de vista psicológico, 
2 verdadera tragedia de este episodio 
s que Whitfiel decidió tomar una re- 
olución extrema, a raíz de una discu- 
ión sin importancia, cosa que los psi- 
óloros ahora señalan como de conside- 
able beneficio, pues ayuda a las pa- 
ejas casadas a mantener su salud 
mental y su estabilidad emotiva. 
El conocido psicólogo doctor Hornell 
lart dice en su libro “Personalidad y 
amilia”: “Muchos matrimonios fra- 
asan porque los esposos no:se entien- 
len. Si se comunicaran sus ideas, si se 
lijeran con franqueza lo que piensan 
obre ciertas cosas, se establecería en- 
re ellos un mutuo entendimiento. Pero 
uando uno de los cónyuges mantiene 
allado nn sentimiento rencoroso, no 
ao 
== o a o aer ems 
Fa E 
ólo consigue que el fastidio o el re- 
entimiento se fijen en su espíritu, si- 
10 que obra con verdadera injusticia 
1acia el otro. — : 
"Algunas veces — prosigue el doctor 
Tart — uno u otro está demasiado ab- 
orto para escuchar. En otras ocasio- 
1es, cada cual trata de imponer su opi- 
tión, y se esfuerza tánto en señalarle 
11 “adversario” sus errores, que no le 
's Posible, psicológicamente hablando, 
ipreciar o comprender un punto de vis- 
a distinto.” 
-Una mujer, que también ha estudia- 
lo científicamente las relaciones ma- 
rimoniales, Marjorie D. Kern, corro- 
ra: en su libro “Cómo llevarse bien”, 
2 teoría del doctor Hart: “Debemos - 
'ontrolarnos y distinguir entre lo que 
s importante. y lo que no lo es, y cul- 
ivar el hábito de olvidar las. pequeñas 
¡iferencias sin importancia,” 
Una riña que conduce a un largo pe- 
odo de silencio entre los esposos, cosa 
recuente, por otra parte, se convier- 
e, A Veces, en una situación mortifi- 
ante que conduce a: mayores cons:- 
vencias, aun siendo el motivo dela 
iscusión relativamente innocua. Un 
jemplo de lo antedicho es la desave- 
encia ocurrida entre el doctor Georg: 
1. Blakeslee y su esposa Helen. Riñe 
'on sobre si su hija era o no bastante 
rrande como para usar el lápiz de lo: 
abios. Aunque el doctor Blakeslee e: 
in eminente especialista de enferme. 
lades nerviosas, aparentemente no le 
'ué posible emplear sus conocimientos 
n su propia familia, y de acuerdo con 
:u declaración al pedir el divorcio, él 
7 SU esposa estuvieron viviendo en la 
hisma casa ¡sin dirigirse la palabra 
urante siete. años! 
Al terminar la luna de miel, los ma- 
rimonios aprenden que el lugar donde 
nás tienen que dominar sus nervios es 
:n la mesa del desayuno, pues éste es 
n sitio peligroso. Allí se originan fá- 
Imente violentas discusiones por cual- 
uier trivialidad. La razón es, sencilla- 
mente, que muchas personas son fá:i- 
es de irritar durante las primeras ho- 
'as de la mañana, y no sienten deseos 
ie hablar ni quieren que se les hable 
asta no haber ingerido una buena ta- 
3 de café con leche 0-lo que acostuni- 
ren tomar en el desayuno. Pero, de 
:cuerdo con las indicaciones de los psi- 
:ólogos, la mesa del desayuno es el lu- 
zar apropiado para ventilar amplia. 
mente cualquier: malentendido, y lo 
veor que puede hacer una pareja es 
“ormar el hábito de tomar su desayu-' 
no en un silencio rencoroso y triste. 
(Continúa en la página 59)
	        
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